Publicado el nov 20, 2013 en Charlas de mate lavado, ´
— A la mañana muchas cosas deberían ser ilegales. Levantarse antes de las 7, por ejemplo —tiro indignado por haber madrugado.
— El puto optimismo desmedido —agrega a lo Tana Ferro.
— Los porteros que manguerean.
— Bañarte con agua helada porque tu edificio no tiene gas —dice indignada por el mal que la aqueja hace semanas. El reggaeton a la mañana debería ser ilegal.
— Los paraguas. ¿Sabés que haría yo para cambiar el mundo?
— ¿Qué harías?
— Que bueno que me lo preguntás.
— Jaaa no estás bien!
— Pondría caligrafía como materia obligatoria en la carrera de medicina —sorprendo.
— Estás siendo muy exigente. ¿Vos creés que así harías tu aporte para que el mundo sea un poquito mejor?
— Creo que si lo logro el mundo me va a recordar. No como a Panam pero por lo menos como a alguien que trato de hacer de esto un lugar mejor.
— A ver. Convengamos que no está hablando Times New Roman 12 en persona. Vos deberías solidarizarte con los de tu raza —agrega sobre mi caligrafía.
— Pero yo no estudié medicina. No ando repartiendo recetas médicas complicándole la vida a la gente. Yo empezaría por tomarles un dictado.
— Por eso es tan dura la carrera del médico. Porque para ascender tienen que hacer “buena letra”.
— Son tan chotos que cuando llegás a la farmacia no sabés si tenés que pedir unas Aspirinetas o un laxante —le digo recordando todas las veces que no entendí lo que decía la receta.
— Si el médico te da una receta, vos deberías poder llegar a tu casa y cocinarte el remedio. O pedirle a tu mamá que lo cocine con la receta de la abuela.
— Hablando de eso, ¿viste qué loco el matafuego? Es raro hasta el nombre.
— Una vez le rocié la cara a una amiga con un matafuego —confiesa algo culposa. Ahí me di cuenta que no era aire solamente.
— Jaaaa ¿posta? —indago.
— Si! Jaaaa. A ver, aclaro que fue sin querer. Paso a explicarme —tratará de defenderse. Estábamos jugando en la parte de atrás de la camioneta de su papá. Estaba mi amiga con su hermana y sin querer abrimos el cerrojo (que buena palabra). Y bueno, lo demás imaginate… en mi defensa aclaro que fue un accidente.
— Jaaaaaaaaa. Cerrojo podría ser una verdura —digo con efusividad. Deme dos plantas de cerrojo, por favor.
— Pasa que cerrojo es muy abrojo. De ser planta sería como el perejil, te lo darían gratis o como vuelto.
— Puede ser. ¿Y si ponemos una verdulería? Verdulería El Cerrojo. ¿Qué decís?
— Retomo —y deja pasar la gran oportunidad de negocio. Ella se asomó a mirar y se me escapó la manguera y la llene de ese polvo. Se fue corriendo llorando a contarle al papá. Y yo salí cagando a mi casa a esconderme. Super cobarde.
— ¿Viste que los mozos siempre llevan la servilleta en el antebrazo? Raro. ¿Y el heladero de playa que tiene todos los billetes doblados entre los dedos?
— Estás con muchas preguntas. Veo que sólo necesitas compartirlas con alguien con la capacidad intelectual de analizarlas como yo.
— Y si, son cosas que me llaman la atención.
— Fuerte!