Si a ello le sumamos mi pasión por las cheesecakes, obtenemos una nueva tarta de queso para acompañar el té, una reunión de amigos o para una mesa dulce de cumpleaños. Eso sí, uno piensa en este tipo de postre e inmediatamente le viene a la cabeza un queso tradicional tipo Philadelphia. Pues no, en esta ocasión, mi tarta tiene aires bien europeos (bueno, europeos a medias, en realidad; ya se lo pueden imaginar) porque en lugar de utilizar el clásico queso tipo americano, uno de los ingredientes principales de mi receta es la ricota (Sí, sí, es una pasión y no pienso negarlo; no vale la pena luchar contra mi fanatismo...).
A la actriz principal de esta preparación (la ricota, claro está) la acompaña un primer actor muy argentino, de lujo y a la altura de las circunstancias (no podía ser para menos): el dulce de leche. Así, obtenemos una cheesecake bien cremosa y delicada, con un ligero sabor acaramelado, irresistible.
Aquí les dejo los ingredientes que necesitarán para preparar este manjar que dejará felices a los golosos y no tanto, porque de la unión de los protagonistas de esta preparación se obtiene una tarta dulce, pero nada empalagosa.
Para comenzar, partí en trozos, de manera grosera, 280 gramos de galletas dulces (en mi caso, sabor leche). Luego, procesalas en mixer o procesadora hasta lograr que queden bien granuladas.
En ese momento, añadí 150 gramos de manteca bien fría y continuá procesando hasta lograr un arenado húmedo. Con él, cubrí el fondo de un molde para tarta desmontable, previamente enmantecado.
Con el envés de la cuchara, hacé presión para dejar una capa uniforme y bien apretadita de galletas. Entonces, llevá el molde a la heladera por (al menos) 30 minutos.
Mientras la base se enfría, en un bol, con batidor de alambre, mezclá 500 gramos de ricota magra con 500 gramos de queso crema semimagro (así aportamos un poco menos de calorías a la receta y comemos con menos culpa...). Agregá 150 gramos de azúcar (en mi caso, orgánica) y batí hasta sentir que se disolvieron sus cristales (puede que tarde un poquito, en especial si es orgánica o integral).
Llegó el momento que incorpores 500 gramos de dulce de leche repostero (o pastelero; el que tiene una consistencia densa) de muy buena calidad. Luego, añadí 5 claras de a una, batiendo bien cada una de ellas antes de agregar la siguiente.
Mezclá muy bien para lograr una preparación homogénea (no te preocupes si queda líquida). Por último, agregá una tapita de extracto de vainilla e integrá.Cuando la base de la tarta esté bien fría, volcá el relleno en el molde y cocinala en horno a 180° C, previamente precalentado, por 45 minutos.
Las cheesecakes horneadas son tartas muy fáciles de preparar, pero que encierran algunos pocos trucos/secretos para resultar todo un éxito. Si los siguen al pie de la letra, les garantizarán un final feliz. Como no me gusta guardarlos para mí, aquí se los comento:Como siempre que preparamos tortas, tartas, bizcochuelos, budines, muffins... el horno debe precalentarse a la temperatura adecuada, según indique la receta. De ese modo, estará en su punto justo al momento de hornear nuestra preparación.Las cheesecakes deben permanecer en el horno el tiempo indicado y queda totalmente prohibido (Sí, sí. ¡Con tono bien categórico!) estar espiando los resultados (léase: abriendo el horno) antes de la media hora de cocción, por lo menos. Los cambios de temperatura, al igual que las corrientes de aire, provocan quebraduras en la superficie de la tarta. Les garantizo que ese resultado no les gustará para nada, porque nuestra bonita princesita se convertirá en Cenicienta en uno de sus peores días...
Una vez que haya transcurrido el tiempo de cocción que indique la receta, observaremos la tarta. En general, deberá estar firme; pero, su centro nos parecerá crudo (al sacudir el molde es la única parte de la tarta que todavía se mueve). Entonces, apagaremos el horno y dejaremos la cheesecake en su interior para que termine de cocinarse. "¿Hasta cuándo?" se estarán preguntando: hasta que la tarta y el horno se enfríen por completo. En ese momento, y sólo en ese momento, verificaremos que se despegó de los bordes (corona) del molde y que muestra un ligero color acaramelado en esa zona.
Además de las corrientes de aire, el otro archienemigo de las tartas de queso es que creamos que les falta cocción todavía. Las miramos, vemos que les baila el centro (como si fueran odaliscas que practican la danza del vientre) y nos convencemos de que necesitan más horno. ¡Error! Si se siguen horneando, lo único que se obtendrá es toda una cubierta resquebrajada y muy poco atractiva (ahí va la pobre Cenicienta corriendo, sin un zapato, sin vestido de gala y con el carruaje convertido en calabaza...).
Una vez que esté a temperatura ambiente, llevala a la heladera para que tome buena consistencia (frío) antes de servirla. Para decorar esta cheesecake, podés utilizar hilos de chocolate semiamargo derretido, escamas de chocolate o podés acompañarla de una bocha o kennel de helado de vainilla o crema, por ejemplo.
En mi caso, opté por combinar el sabor dulce y cremoso de la tarta (con un toque ácido del queso crema que le quita dulzor a la cobertura) con unas manzanas almibaradas en jugo y ralladura de limón, y azúcar negra. El contrapunto logrado en boca es excelente: refrescante, dulce, algo crocante de la base, cremosa, muy perfumada por el limón y el dulce de leche.
La tarta resultó todo un éxito. Tanto que mi familia me dejó solo un par de porciones y, con ellas, tuve que hacer maravillas para armar las fotografías de esta entrada...Los invito a que prueben sus propias combinaciones con frutas o chocolate y que disfruten de esta cheesecake de ricota, queso y dulce de leche que es una verdadera delicia.Antes de despedirme, tengo que agradecer al blog Trabajando en la cocina porque me otorgó un premio precioso: A la dedicación a la Cocina. Lo agradezco enormemente porque no lo tenía y eso siempre hace mucha ilusión; además, porque quiere decir que a una colega le gusta mi trabajo, las ganas y compromiso que pongo al momento de llevar adelante este humilde blog. ¡Muchas gracias! Aprovecho la oportunidad para invitarlos a conocer el blog de esta estudiante de panadería y pastelería porque bien vale la pena.
Como todo premio tiene sus propias reglas:
Agradecer el premio a la persona que lo concede.
Otorgar el premio a otros 13 blogs que estén comenzando o que tengan menos de 200 seguidores.
Notificar a los blogs premiados.
Como siempre, escoger los blogs para premiar es una tarea grata a la vez que trabajosa: No quiero dejar a nadie afuera de mi elección, debo respetar las reglas (y muchos de los blogs que admiro han superado los 200 seguidores...), intento buscar nuevos (a mis ojos) blogs que merezcan un incentivo para seguir creciendo y premiar el trabajo que todos hacemos al tratar de llevar adelante con originalidad, empeño, respeto, técnica y amor nuestros espacios de cocina. En fin, que no fue nada fácil, pero aquí están los elegidos. ¡Qué suenen fanfarrias!A la hora del téAlicia y sus recetas Cocina fácil y práctica El Delantal MágicoEl horno de mi abuela Hoy cocina Helen Hoy cocina Shey La cocina de los elfos Las recetas de NessaLos dulces caprichos de Pipa Mariposeando en mi cocina Me reservo para el postre... ¿o no?Regina y sus dulces
¡Felicitaciones a todos y cada uno de ellos!
Además, Norma de Cinco Fogones me entregó el premio Indalo de Bronce "en reconocimiento por el diseño y la labor divulgativa de temas relacionados con la cocina así como haber alcanzado los 100 seguidores". ¡Muchas gracias, Norma, qué alegría enorme me has dado!
Ya les recomendé que pasaran por el blog de Norma, Loly y Elisa, pero si aún no lo han hecho ésta es una estupenda oportunidad para darse una vuelta por allí; estoy segura les encantará.
El premio tiene una historia bien bonita. Fue creado por Trini Altea del blog La cocina de Trini Altea, quien muchas veces ha pasado por este blog para dejarme sus comentarios, con el propósito de premiar a los blogs que alcancen los 100 (Indalo de Bronce), 200 (Indalo de Plata), 300 (Indalo de Oro), 400 (Indalo de Platino) y 500 seguidores (Indalo de Diamante). El símbolo del premio (el indalo) representa la buena suerte y a la ciudad de Almería de donde es oriunda Trini. Este premio sólo tiene una regla: una vez recibido, debe otorgarse a otro blog que tenga o haya sobrepasado los 100 seguidores (sin llegar a los 200).
¡Uy, ahora sí la decisión es mucho más complicada todavía!Bien, en ese caso, quiero entregarle este premio al blog En la cocina porque María, su autora, es una excelente cocinera que no teme a probar nuevos productos, combinaciones ni sabores. Además, nos acompaña con sus anécdotas, cariño, comentarios e inquietudes, creando un verdadero vínculo con sus lectores. ¡Felicitaciones!Ahora sí, me despido hasta la semana próxima. Qué lo disfruten mucho, coman sano, rico y sean muy felices. ¡Bon appétit!
Puzzle Bobble
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Puzzle De Bloques
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