Revista Ciencia
Orden: Chelonii
Suborden: Cryptodira
Familia: Testudinidae
Nombre científico: Chelonoidis carbonaria (Spix, 1824)
Ejemplar macho adulto de C. carbonaria (Origen Formosa). Reserva Experimental Horco Molle (Tucumán, Argentina) 1999. Praktica BC1, Lente Carl Zeiss 135 mm (Digitalizado de diapositiva).
Etimología: El nombre, deriva del griego y significa tortuga (chelonos = tortuga) y carbonaria es un derivado de carbón; tortuga de carbón, referido al color oscuro de la misma.
Otros nombres vulgares:
SUDAMÉRICA: Karumbé o cigirimbé (guaraní); jabotí (Tupí); pomalak (guaycurú: toba y mocoví); jabutí, jabota, jabutí-piranga, jabutí carumbé, jabutí-tucumá, cágado, acou-ouri, cotuba-no, aiué, aiuvé, capron, hwiktsabu, irriwaiamu o yarou, Cágado (Brasil); peta; morrocoy, marroco (Colombia y Venezuela); motelo, motolo (Ecuador); to’tue terre, kan o kalume (Guayana Francesa); sabana kokoma, lugusú, waiamu, kuria, kurjia, kulipupeh, hikuri o kuro da rat (Surinam); wayamo, wadamo (Venezuela).
ARGENTINA: Tortugón, tortugón grande, tortuga negra, la negra, manchada, patas rojas, carbonaria (Salta); Pomalak (Guaycurú Toba); Chitaní (Mataco Mataguayo); karumbé, cigrimbé, jabotí, yabutí, jabutí piranga, jabutí tucumá, terecayá (Tupí Guaraní).
BOLIVIA: tortuga terrestre manchada carbonaria, tortugón, tortugón grande, tortuga negra, “la negra”, tortuga carbonaria, tortuga salpicada, tortuga patas rojas; peto de tierra o peta de tierra.
Estatus IUCN (2008): Vulnerable
Estatus Argentina: En peligro (Chébez et al 2008)
Estatus Bolivia: Casi amenazada (NT) (MMAyA 2008)
Estatus propuesto por el autor (2010): En peligro crítico (Argentina), Amenazada (Bolivia) (ver justificación en Problemas de Conservación)
Propuesta de Recategorización (Richard y Waller, 1999) Taller de Recalificación DFFS - SRNDS: Apéndice II
CITES: Apéndice II
Descripción: Es la más grande y colorida de nuestras tres tortugas criptodiras terrestres. Es fácilmente reconocible. Los ejemplares corpulentos miden unos 40 cm de longitud (excepcionalmente poco más de 50 cm) y pesan 7 kg. o poco más. Sin embargo y acorde con Los Dres P.C. Pritchard y P. Trebbau las poblaciones Argentinas se caracterizan por tener individuos de pequeño tamaño (20 - 22 cm) con una escamación de los miembros más roja e imbricada que las poblaciones del Norte de Sudamérica. El caparazón es alto, comprimido, ovalado, sin crestas laterales o poco evidentes. El caparazón es oscuro casi negro o negro (de ahí su que su nombre científico aluda al carbón) con unas llamativas manchas amarillentas en el centro de los escudos y que se hacen presentes también en la cabeza. En las patas, algunas escamas son rojizas. Esta disposición de colores la distingue de otra especie muy similar, la Morrocoy (C. denticulata), cuyo caparazón tiende a ser más amarronado. La cabeza es más larga que ancha, ligeramente triangular, con ojos laterales no visibles desde una vista dorsal. Los estuches córneos que recubren el maxilar superior y la mandíbula inferior son denticulados. Los machos se distinguen de las hembras principalmente por su cola más larga, plastrón notoriamente cóncavo (para facilitar la cópula) y caparazón lateralmente angosto. Los machos en general y contrariamente a lo que sucede con las otras dos tortugas terrestres argentinas es mayor que la hembra, posee un plastrón notablemente cóncavo y su caparazón está constreñido lateralmente. Al parecer, antes de ser eliminados por los conquistadores europeos, los indios de las islas del Paraná usaron el caparazón de esta tortuga como escudo en tiempos de guerra.Ejemplar macho adulto de C. carbonaria (Origen Formosa). Reserva Experimental Horco Molle (Tucumán, Argentina) 1999. Praktica BC1, Lente Carl Zeiss 135 mm (Digitalizado de diapositiva).
Distribución geográfica:
SUDAMÉRICA: Panamá, Venezuela, Colombia, Guyana, Surinam, Guayana Francesa, Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina. También existen poblaciones introducidas en varias islas del Caribe.
ARGENTINA: Provincias de Salta, Formosa, Chaco y Santiago del Estero. Los datos consignados para Misiones son erróneos.
BOLIVIA: Departamentos del Beni, Santa Cruz, La Paz y Pando, en las ecoregiones del Sud Este de la Amazonia, Cerrado, Sabanas Inundadas, Bosque Seco Chiquitano y Gran Chaco.
Población: Es una especie de amplia distribución geográfica, pero en Argentina tenemos el problema de que las poblaciones existentes representan las más australes y marginales de tal distribución y por tanto como toda población marginal, frágiles y vulnerables. Su número y densidad poblacional se desconoce, pero en los distintos viajes realizados por los autores a las áreas de distribución la percepción general de los lugareños es de que se trata de una especie más bien rara de ver. En Bolivia si bien la percepción es que se trata de una especie de aparición frecuente, es bastante perseguida por las poblaciones locales como recurso trófico, para la realización de artesanías e instrumentos folklóricos (Charangos, etc.)
Ejemplar macho adulto de C. carbonaria (Origen Formosa). Reserva Experimental Horco Molle (Tucumán, Argentina) 1999. Praktica BC1, Lente Carl Zeiss 135 mm (Digitalizado de diapositiva).
Historia natural: En general habita en áreas boscosas adyacentes a pastizales secos o en sabanas húmedas, galerías boscosas, etc. En Salta se han hallado ejemplares en las cercanías de Orán, en lo que correspondería a formación de bosques pedemontanos (P.F. de las Yungas). En Formosa, Chaco y Santiago del Estero es bastante escasa y limitada a las porciones más húmedas del chaco occidental. En Venezuela y Guyanas se las encuentra donde se alternan ciclos de prolongadas inundaciones y de excesivo calor o sequedad, pudiendo concentrarse a orillas de las selvas. Análogamente a lo que ocurre con C. donosobarrosi y C. chilensis, esta especie no es parasitada por garrapatas como sucede con su congénere, C. denticulata. Esta especie es preferentemente frugívora y en los matorrales donde encuentra protección espera pacientemente bajo plantas de frutos maduros para que estos caigan. Es así que come "taperebá" (Spondia lutea) o "genipapo" (Genipa americana), aunque también come flores, retoños, tubérculos, hierbas, tallos de plantas rastreras y ocasionalmente insectos (termitas), pequeños reptiles o pichones de aves. No hay estudios sobre su reproducción en Argentina y Bolivia. El cortejo, estudiado en otros países, consiste en movimientos rituales, mordiscos y vocalizaciones, que preceden a la cópula durante la cual emiten otro tipo de sonidos, como una tos ahogada y breve. Al parecer, ponen de cuatro huevos (Venezuela) hasta 15 (Colombia) de 4 a 6 cm de diámetro y de 37 a 53 g de peso, casi esféricos, blanquecinos y de cáscara poco resistente. El Dr. J. M. Cei opinaba que son depositados en un nido cavado toscamente, de unos 12 cm de profundidad (como sucede en Guyana). Chébez et al (2008), indican que también los ubicaría en la base de los árboles o en pequeñas oquedades y aun en el interior de termiteros. La incubación (ambiental) puede durar entre 140 y 150 días y una vez cumplida, las crías salen lentamente del huevo al que rompen con ayuda de la carúncula o diamante. Su caparazón es redondeado y blando, con una media de 4,5 cm de longitud y un peso medio de 30 g. Por lo general, durante los primeros días de vida no se movilizan y se alimentan de los nutrientes remanentes del huevo. De esta forma, el "saco vitelino" con que nacen, a los pocos días desaparece.
Problemas de conservación: El avance de la frontera agropecuaria sobre los ambientes que habita esta tortuga destruyendo su hábitat constituye su amenaza más grave. La campaña de colonización del "Impenetrable" chaqueño significó una importante transformación ambiental. Actualmente, según la iniciativa Cuenca del Plata (http://www.cuencadelplata-granchaco.org/gran-chaco/) en el período de 20 días comprendido entre el 5 y 24 de julio de 2010, el Gran Chaco perdió 11.644 hectáreas de áreas boscosas. Paraguay es el país que más bosques perdió, con un total de 11.485 hectáreas (99% del total), seguido por Argentina con 159 hectáreas (1% del total). La tasa diaria de deforestación es de 582 hectáreas, equivalentes a casi mil canchas de fútbol al día. Esto es la tasa de pérdida de hábitat para esta especie y la biodiversidad en general del bosque chaqueño.
Consecuencias de la devastación del bosque chaqueño para cultivo de gramíneas y soja en Argentina. La fauna se queda sin hábitat y deambula en las áreas cultivadas hasta que son eliminados y/o cazados. En la foto, pareja de Rhea americana (Orán, Argentina). Octubre de 2009. En el caso de las tortugas (C. carbonaria, C. chilensis y Acanthochelys pallidipectoris) la única alternativa al avance de la frontera agropecuaria es la extinción. Lamentable. Lumix FZ 50, zoom Leica Vario Elmarit 35 - 420 mm.
También, son un problema el mal manejo del fuego y los incendios. En el caso de Bolivia en el 2004 se llegaron a registrar unos 50.000 incendios en seis millones de hectáreas, igual al 6% del territorio nacional. En agosto de 2010 los incendios provocados con fines de “chaqueo” en el oriente boliviano llegaron a 34000 focos y un total de 1.5 millones de hectáreas devastadas (Léase hábitat de la especie) (http://www.jornadanet.com/n.php?a=51954-1). En el trayecto Yacuiba – Santa Cruz, sobre todo durante el verano es frecuente verla cruzar la ruta y es uno de los animales que más sufre atropellamientos.Ruta Yacuiba – Santa Cruz, 65 km antes de llegar a Santa Cruz. Ejemplar juvenil macho atravesando la ruta. Panasonic Lumix FZ 50, zoom Leica Vario – Elmarit 35 – 420 mm.
Ruta Yacuiba – Santa Cruz, 65 km antes de llegar a Santa Cruz. Mismo ejemplar juvenil macho atravesando la ruta. Panasonic Lumix FZ 50, zoom Leica Vario – Elmarit 35 – 420 mm.
En algunos pocos casos la tortuga es capturada de sus hábitats para servir de mascota en las casas de los lugareños (Salta), práctica habitual en el oriente boliviano (Santa Cruz, Beni, Pando y La Paz). En la ciudad de La Paz (3800 msnm), es frecuente encontrarla como “mascota” en patios, jardines y departamentos. Los ejemplares son traídos del oriente o comprados eventualmente en la Feria 16 de Julio de la ciudad de El Alto (La Paz, Bolivia). En Argentina, la colecta con fines comerciales, si bien existe es aparentemente reducida como se desprende del escaso y ocasional número de animales que aparecen en los mercados locales del Noroeste Argentino, Cuyo o Buenos Aires. En 1985 un ejemplar atado de una pata trasera se exhibía en una muestra de reptiles en Resistencia (Chaco) y en Tucumán, se ofertaba entre 1989 y 1990 adultos capturados en Salta y Formosa a precios elevados (U$S 50) y bajo el nombre de "tortugas asiáticas". Por otro lado los 850 animales exportados como promedio durante la primer mitad de los años '80 (300 en 1983, 3000 en 1984 y 100 en 1985) muy probablemente correspondían a cargamentos de países vecinos y canalizados a través de Argentina. Entre 1980 y 1982 se detectaron 25 cargamentos en el mercado internacional con un total de 987 carbonarias. El 7/2/93 el traficante de fauna Lucio Marcelo Coronel fue detenido en el aeropuerto internacional de Miami (USA) con una sola valija de mano conteniendo 417 reptiles, entre ellos, 102 crías de Yabotíes. El 11/8/93 fue condenado a 15 meses de prisión en Estados Unidos. Las tortugas fueron repatriadas a la Argentina -aunque en malas condiciones sanitarias- y a 1997 a pesar de los esfuerzos de la ECAS sobrevivían unos 30 ejemplares. Se ha sabido de cargamentos ilegales mayores decomisadas en otros países.
Medidas de conservación tomadas:En Argentina, la Resolución 144/83 de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación la considera una especie amenazada, bajo la categoría de "vulnerable", al igual que la FVSA. Su captura y caza están prohibidas (entre otras disposiciones, por la Resolución 62/86 de la Secretaría mencionada). Su comercio internacional está restringido (figura en el Apéndice II de CITES). Habría que confirmar la presencia de la especie en el Parque Nacional Pilcomayo (APN), RN Formosa (APN) y RNE Colonia Benítez (APN) y PN Chaco (APN).
Medidas de conservación propuestas:En relación a las poblaciones argentinas se ha propuesto: a) monitorear estrechamente su comercio; b) derivar los animales decomisados del tráfico ilegal a instituciones que estén en condiciones de realizar una rehabilitación o bien conformar un plantel reproductor; c) dar a conocer los avistajes de ejemplares libres o cautivos a la FVSA, Fundación Cullunche y a la Fundación Miguel Lillo (Argentina); f) Estimular el desarrollo de estudios básicos sobre su biología (en especial, requerimientos de hábitat) y estado de conservación.
Cautiverio: No hay datos de cría en cautiverio para Argentina. En 1992, el zoológico de Roque Sáenz Peña (Chaco) mantenía tres ejemplares: uno de Paraguay, otro de Pampa del Infierno y el restante de Tres Isletas. En 1994, en Corrientes Loro Park había más de 20, en 1995 había 7 en el Zoo de Buenos Aires y unas 30 en la Estación de Cría de Animales Silvestres (ECAS) en 1997. Desde 1997 existen dos ejemplares (Ambos machos) en la Reserva Experimental de Horco Molle (Universidad Nacional de Tucumán). En Bolivia, existe un gran número de ejemplares cautivos, mezclados con otras especies en el Zoológico Vesty Pakos de La Paz y Santa Cruz.
Ejemplar macho adulto de C. carbonaria (Origen Formosa). Reserva Experimental Horco Molle (Tucumán, Argentina) 1999. Praktica BC1, Lente Carl Zeiss 135 mm (Digitalizado de diapositiva).
Bibliografía citada:
CHEBEZ, J. C., T. WALLER y E. RICHARD. 1994 (1995). Reptiles. Pp 55-105. In: J.C. CHEBEZ y Col.. Los que se van: Especies Argentinas en Peligro. Ed. Albatros. (Dos Ediciones) 604 p. Buenos Aires. ISBN 950-24-0623-0.
CHEBEZ, J.C., T. WALLER, E. RICHARD, C. SALEM VERSAIS y R. ESCURRA. 2008. Yabotí, Chelonoidis carbonaria. en CHEBEZ, J. C. (Ed). 2008. Los que se van. Fauna Argentina en Peligro. Tomo I. pp 215-218. Ed. Albatros, Buenos Aires, Argentina.
CITES. 2008. Apéndices I, II, III. En vigor a partir del 1 de julio de 2008. Disponible en: http://www.cites.org/esp/app/appendices.shtml.
MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE Y AGUA (MMAyA) 2009. Libro rojo de la fauna silvestre de vertebrados de Bolivia. Ministerio de Medio Ambiente y Agua, La Paz, Bolivia. 571 pp.RICHARD, E. y J. NAKHLE. 1989. Geographic distribution: Chelonoidis carbonaria (South American Red-Footed Tortoise). SSAR Herp. Review, 20 (1):14. Kansas. ISSN 0018 - 084X.
RICHARD, E. 1990. Elementos descriptivos para la identificación de las tortugas argentinas (Reptilia: Chelonii). En: "Las Tortugas", Miscelánea. Serie Monográfica y Didáctica nº 7, p 31 -43. Fac. de Cs. Nat. e Inst. M. Lillo, Univ. Nac. de Tucumán. Tucumán. ISSN 0327-5868.DOWNLOAD: http://www.mediafire.com/file/jmlllw4ynmg/SMonog7.pdf
RICHARD, E.; P. E. BELMONTE y J. C. CHEBEZ. 1990. Nombres vernáculos y distribución geográfica de las tortugas argentinas. En: "Las Tortugas", Miscelánea. Serie Monográfica y Didáctica nº 7, p 5 - 30. Fac. de Cs. Nat. e Inst. M. Lillo; Univ. Nac. de Tucumán. Tucumán. ISSN 0327 - 5868.DOWNLOAD: http://www.mediafire.com/file/jmlllw4ynmg/SMonog7.pdf
RICHARD, E. Y M.S. DE LA FUENTE. 1992. Lista sistemática y distribución de las tortugas argentinas (Reptilia: Chelonii). Acta zool. Lilloana, 41: 357-364. Tucumán. AG- ISSN 0065 1729.
RICHARD, E., 1999. (Prólogo de G. Scrocchi) TORTUGAS DE LAS REGIONES ÁRIDAS DE ARGENTINA. Contribución al conocimiento de las tortugas de las regiones áridas de Argentina (CHELIDAE y TESTUDINIDAE) con especial referencia a los aspectos ecoetológicos, comerciales y antropológicos de las especies del complejo chilensis (Chelonoidis chilensis y C. donosobarrosi) en la provincia de Mendoza. Literature of Latin America, Buenos Aires. Monografía Especial n0 10 (10): i-xv + 1-200, A-D + 1-53 figs., A-D + 1-11 mapas, A-C + 1-36 tabs., 1-3 apéndices. ISSN 0328-1620 (Serie Monografía Especial L.O.L.A.); ISBN 950-9725-33-1 (Libro individual).
RICHARD, E. 2009 (1999). Tortugas de Argentina (Situación regional, nacional, sudamericana). Documento de trabajo Jorn. Reg. Sobre Estrat. Conserv. Fauna y Flora Amenazada, 19, 20, 21 de Marzo de 1999. 33 p. En: E. Richard (Ed.), Cátedra de Medicina Veterinaria, Manejo y Conservación de Fauna Silvestre: Syllabus, Guía de trabajos prácticos, Work Papers y materiales de estudio y consulta (1ra Edición). CD ROM interactivo. Editorial EcoDreams Multimedia y Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de Rosario. Casilda, Argentina. D.L. 4-2271-07, ISBN 978-99905-841-7-2.DOWNLOAD: http://www.mediafire.com/file/zdidzg2yjjq/TORTUGAS2009.pdf
RICHARD, E. y C. BERTONATTI (Prólogo de J.M. CEI). 1998. S.O.S. Especies amenazadas: Tortugas: Guía para conocer y defender las Tortugas. Editorial Albatros. 64 p. ISBN 950-24-06.
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Suborden: Cryptodira
Familia: Testudinidae
Nombre científico: Chelonoidis carbonaria (Spix, 1824)
Ejemplar macho adulto de C. carbonaria (Origen Formosa). Reserva Experimental Horco Molle (Tucumán, Argentina) 1999. Praktica BC1, Lente Carl Zeiss 135 mm (Digitalizado de diapositiva).
Etimología: El nombre, deriva del griego y significa tortuga (chelonos = tortuga) y carbonaria es un derivado de carbón; tortuga de carbón, referido al color oscuro de la misma.
Otros nombres vulgares:
SUDAMÉRICA: Karumbé o cigirimbé (guaraní); jabotí (Tupí); pomalak (guaycurú: toba y mocoví); jabutí, jabota, jabutí-piranga, jabutí carumbé, jabutí-tucumá, cágado, acou-ouri, cotuba-no, aiué, aiuvé, capron, hwiktsabu, irriwaiamu o yarou, Cágado (Brasil); peta; morrocoy, marroco (Colombia y Venezuela); motelo, motolo (Ecuador); to’tue terre, kan o kalume (Guayana Francesa); sabana kokoma, lugusú, waiamu, kuria, kurjia, kulipupeh, hikuri o kuro da rat (Surinam); wayamo, wadamo (Venezuela).
ARGENTINA: Tortugón, tortugón grande, tortuga negra, la negra, manchada, patas rojas, carbonaria (Salta); Pomalak (Guaycurú Toba); Chitaní (Mataco Mataguayo); karumbé, cigrimbé, jabotí, yabutí, jabutí piranga, jabutí tucumá, terecayá (Tupí Guaraní).
BOLIVIA: tortuga terrestre manchada carbonaria, tortugón, tortugón grande, tortuga negra, “la negra”, tortuga carbonaria, tortuga salpicada, tortuga patas rojas; peto de tierra o peta de tierra.
Estatus IUCN (2008): Vulnerable
Estatus Argentina: En peligro (Chébez et al 2008)
Estatus Bolivia: Casi amenazada (NT) (MMAyA 2008)
Estatus propuesto por el autor (2010): En peligro crítico (Argentina), Amenazada (Bolivia) (ver justificación en Problemas de Conservación)
Propuesta de Recategorización (Richard y Waller, 1999) Taller de Recalificación DFFS - SRNDS: Apéndice II
CITES: Apéndice II
Descripción: Es la más grande y colorida de nuestras tres tortugas criptodiras terrestres. Es fácilmente reconocible. Los ejemplares corpulentos miden unos 40 cm de longitud (excepcionalmente poco más de 50 cm) y pesan 7 kg. o poco más. Sin embargo y acorde con Los Dres P.C. Pritchard y P. Trebbau las poblaciones Argentinas se caracterizan por tener individuos de pequeño tamaño (20 - 22 cm) con una escamación de los miembros más roja e imbricada que las poblaciones del Norte de Sudamérica. El caparazón es alto, comprimido, ovalado, sin crestas laterales o poco evidentes. El caparazón es oscuro casi negro o negro (de ahí su que su nombre científico aluda al carbón) con unas llamativas manchas amarillentas en el centro de los escudos y que se hacen presentes también en la cabeza. En las patas, algunas escamas son rojizas. Esta disposición de colores la distingue de otra especie muy similar, la Morrocoy (C. denticulata), cuyo caparazón tiende a ser más amarronado. La cabeza es más larga que ancha, ligeramente triangular, con ojos laterales no visibles desde una vista dorsal. Los estuches córneos que recubren el maxilar superior y la mandíbula inferior son denticulados. Los machos se distinguen de las hembras principalmente por su cola más larga, plastrón notoriamente cóncavo (para facilitar la cópula) y caparazón lateralmente angosto. Los machos en general y contrariamente a lo que sucede con las otras dos tortugas terrestres argentinas es mayor que la hembra, posee un plastrón notablemente cóncavo y su caparazón está constreñido lateralmente. Al parecer, antes de ser eliminados por los conquistadores europeos, los indios de las islas del Paraná usaron el caparazón de esta tortuga como escudo en tiempos de guerra.Ejemplar macho adulto de C. carbonaria (Origen Formosa). Reserva Experimental Horco Molle (Tucumán, Argentina) 1999. Praktica BC1, Lente Carl Zeiss 135 mm (Digitalizado de diapositiva).
Distribución geográfica:
SUDAMÉRICA: Panamá, Venezuela, Colombia, Guyana, Surinam, Guayana Francesa, Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina. También existen poblaciones introducidas en varias islas del Caribe.
ARGENTINA: Provincias de Salta, Formosa, Chaco y Santiago del Estero. Los datos consignados para Misiones son erróneos.
BOLIVIA: Departamentos del Beni, Santa Cruz, La Paz y Pando, en las ecoregiones del Sud Este de la Amazonia, Cerrado, Sabanas Inundadas, Bosque Seco Chiquitano y Gran Chaco.
Población: Es una especie de amplia distribución geográfica, pero en Argentina tenemos el problema de que las poblaciones existentes representan las más australes y marginales de tal distribución y por tanto como toda población marginal, frágiles y vulnerables. Su número y densidad poblacional se desconoce, pero en los distintos viajes realizados por los autores a las áreas de distribución la percepción general de los lugareños es de que se trata de una especie más bien rara de ver. En Bolivia si bien la percepción es que se trata de una especie de aparición frecuente, es bastante perseguida por las poblaciones locales como recurso trófico, para la realización de artesanías e instrumentos folklóricos (Charangos, etc.)
Ejemplar macho adulto de C. carbonaria (Origen Formosa). Reserva Experimental Horco Molle (Tucumán, Argentina) 1999. Praktica BC1, Lente Carl Zeiss 135 mm (Digitalizado de diapositiva).
Historia natural: En general habita en áreas boscosas adyacentes a pastizales secos o en sabanas húmedas, galerías boscosas, etc. En Salta se han hallado ejemplares en las cercanías de Orán, en lo que correspondería a formación de bosques pedemontanos (P.F. de las Yungas). En Formosa, Chaco y Santiago del Estero es bastante escasa y limitada a las porciones más húmedas del chaco occidental. En Venezuela y Guyanas se las encuentra donde se alternan ciclos de prolongadas inundaciones y de excesivo calor o sequedad, pudiendo concentrarse a orillas de las selvas. Análogamente a lo que ocurre con C. donosobarrosi y C. chilensis, esta especie no es parasitada por garrapatas como sucede con su congénere, C. denticulata. Esta especie es preferentemente frugívora y en los matorrales donde encuentra protección espera pacientemente bajo plantas de frutos maduros para que estos caigan. Es así que come "taperebá" (Spondia lutea) o "genipapo" (Genipa americana), aunque también come flores, retoños, tubérculos, hierbas, tallos de plantas rastreras y ocasionalmente insectos (termitas), pequeños reptiles o pichones de aves. No hay estudios sobre su reproducción en Argentina y Bolivia. El cortejo, estudiado en otros países, consiste en movimientos rituales, mordiscos y vocalizaciones, que preceden a la cópula durante la cual emiten otro tipo de sonidos, como una tos ahogada y breve. Al parecer, ponen de cuatro huevos (Venezuela) hasta 15 (Colombia) de 4 a 6 cm de diámetro y de 37 a 53 g de peso, casi esféricos, blanquecinos y de cáscara poco resistente. El Dr. J. M. Cei opinaba que son depositados en un nido cavado toscamente, de unos 12 cm de profundidad (como sucede en Guyana). Chébez et al (2008), indican que también los ubicaría en la base de los árboles o en pequeñas oquedades y aun en el interior de termiteros. La incubación (ambiental) puede durar entre 140 y 150 días y una vez cumplida, las crías salen lentamente del huevo al que rompen con ayuda de la carúncula o diamante. Su caparazón es redondeado y blando, con una media de 4,5 cm de longitud y un peso medio de 30 g. Por lo general, durante los primeros días de vida no se movilizan y se alimentan de los nutrientes remanentes del huevo. De esta forma, el "saco vitelino" con que nacen, a los pocos días desaparece.
Problemas de conservación: El avance de la frontera agropecuaria sobre los ambientes que habita esta tortuga destruyendo su hábitat constituye su amenaza más grave. La campaña de colonización del "Impenetrable" chaqueño significó una importante transformación ambiental. Actualmente, según la iniciativa Cuenca del Plata (http://www.cuencadelplata-granchaco.org/gran-chaco/) en el período de 20 días comprendido entre el 5 y 24 de julio de 2010, el Gran Chaco perdió 11.644 hectáreas de áreas boscosas. Paraguay es el país que más bosques perdió, con un total de 11.485 hectáreas (99% del total), seguido por Argentina con 159 hectáreas (1% del total). La tasa diaria de deforestación es de 582 hectáreas, equivalentes a casi mil canchas de fútbol al día. Esto es la tasa de pérdida de hábitat para esta especie y la biodiversidad en general del bosque chaqueño.
Consecuencias de la devastación del bosque chaqueño para cultivo de gramíneas y soja en Argentina. La fauna se queda sin hábitat y deambula en las áreas cultivadas hasta que son eliminados y/o cazados. En la foto, pareja de Rhea americana (Orán, Argentina). Octubre de 2009. En el caso de las tortugas (C. carbonaria, C. chilensis y Acanthochelys pallidipectoris) la única alternativa al avance de la frontera agropecuaria es la extinción. Lamentable. Lumix FZ 50, zoom Leica Vario Elmarit 35 - 420 mm.
También, son un problema el mal manejo del fuego y los incendios. En el caso de Bolivia en el 2004 se llegaron a registrar unos 50.000 incendios en seis millones de hectáreas, igual al 6% del territorio nacional. En agosto de 2010 los incendios provocados con fines de “chaqueo” en el oriente boliviano llegaron a 34000 focos y un total de 1.5 millones de hectáreas devastadas (Léase hábitat de la especie) (http://www.jornadanet.com/n.php?a=51954-1). En el trayecto Yacuiba – Santa Cruz, sobre todo durante el verano es frecuente verla cruzar la ruta y es uno de los animales que más sufre atropellamientos.Ruta Yacuiba – Santa Cruz, 65 km antes de llegar a Santa Cruz. Ejemplar juvenil macho atravesando la ruta. Panasonic Lumix FZ 50, zoom Leica Vario – Elmarit 35 – 420 mm.
Ruta Yacuiba – Santa Cruz, 65 km antes de llegar a Santa Cruz. Mismo ejemplar juvenil macho atravesando la ruta. Panasonic Lumix FZ 50, zoom Leica Vario – Elmarit 35 – 420 mm.
En algunos pocos casos la tortuga es capturada de sus hábitats para servir de mascota en las casas de los lugareños (Salta), práctica habitual en el oriente boliviano (Santa Cruz, Beni, Pando y La Paz). En la ciudad de La Paz (3800 msnm), es frecuente encontrarla como “mascota” en patios, jardines y departamentos. Los ejemplares son traídos del oriente o comprados eventualmente en la Feria 16 de Julio de la ciudad de El Alto (La Paz, Bolivia). En Argentina, la colecta con fines comerciales, si bien existe es aparentemente reducida como se desprende del escaso y ocasional número de animales que aparecen en los mercados locales del Noroeste Argentino, Cuyo o Buenos Aires. En 1985 un ejemplar atado de una pata trasera se exhibía en una muestra de reptiles en Resistencia (Chaco) y en Tucumán, se ofertaba entre 1989 y 1990 adultos capturados en Salta y Formosa a precios elevados (U$S 50) y bajo el nombre de "tortugas asiáticas". Por otro lado los 850 animales exportados como promedio durante la primer mitad de los años '80 (300 en 1983, 3000 en 1984 y 100 en 1985) muy probablemente correspondían a cargamentos de países vecinos y canalizados a través de Argentina. Entre 1980 y 1982 se detectaron 25 cargamentos en el mercado internacional con un total de 987 carbonarias. El 7/2/93 el traficante de fauna Lucio Marcelo Coronel fue detenido en el aeropuerto internacional de Miami (USA) con una sola valija de mano conteniendo 417 reptiles, entre ellos, 102 crías de Yabotíes. El 11/8/93 fue condenado a 15 meses de prisión en Estados Unidos. Las tortugas fueron repatriadas a la Argentina -aunque en malas condiciones sanitarias- y a 1997 a pesar de los esfuerzos de la ECAS sobrevivían unos 30 ejemplares. Se ha sabido de cargamentos ilegales mayores decomisadas en otros países.
Medidas de conservación tomadas:En Argentina, la Resolución 144/83 de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación la considera una especie amenazada, bajo la categoría de "vulnerable", al igual que la FVSA. Su captura y caza están prohibidas (entre otras disposiciones, por la Resolución 62/86 de la Secretaría mencionada). Su comercio internacional está restringido (figura en el Apéndice II de CITES). Habría que confirmar la presencia de la especie en el Parque Nacional Pilcomayo (APN), RN Formosa (APN) y RNE Colonia Benítez (APN) y PN Chaco (APN).
Medidas de conservación propuestas:En relación a las poblaciones argentinas se ha propuesto: a) monitorear estrechamente su comercio; b) derivar los animales decomisados del tráfico ilegal a instituciones que estén en condiciones de realizar una rehabilitación o bien conformar un plantel reproductor; c) dar a conocer los avistajes de ejemplares libres o cautivos a la FVSA, Fundación Cullunche y a la Fundación Miguel Lillo (Argentina); f) Estimular el desarrollo de estudios básicos sobre su biología (en especial, requerimientos de hábitat) y estado de conservación.
Cautiverio: No hay datos de cría en cautiverio para Argentina. En 1992, el zoológico de Roque Sáenz Peña (Chaco) mantenía tres ejemplares: uno de Paraguay, otro de Pampa del Infierno y el restante de Tres Isletas. En 1994, en Corrientes Loro Park había más de 20, en 1995 había 7 en el Zoo de Buenos Aires y unas 30 en la Estación de Cría de Animales Silvestres (ECAS) en 1997. Desde 1997 existen dos ejemplares (Ambos machos) en la Reserva Experimental de Horco Molle (Universidad Nacional de Tucumán). En Bolivia, existe un gran número de ejemplares cautivos, mezclados con otras especies en el Zoológico Vesty Pakos de La Paz y Santa Cruz.
Ejemplar macho adulto de C. carbonaria (Origen Formosa). Reserva Experimental Horco Molle (Tucumán, Argentina) 1999. Praktica BC1, Lente Carl Zeiss 135 mm (Digitalizado de diapositiva).
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