Revista Cultura y Ocio

Chet vive / Me enamoro muy fácilmente...

Por Calvodemora
Chet vive / Me enamoro muy fácilmente...
Nadie canta como Chet cantaba. Ni siquiera gente que canta muy bien a lo Chet canta como Chet. En cierto sentido, ni siquiera Chet Baker mismo era fiable haciendo de sí mismo. Tenía caídas considerables, tenía oscuridades en la voz o dentro de su propia cabeza que malograban el esplendor de un talento único, irrepetible. Es que no hay nadie que cante como este astro inestable al que le pudo más el subidón de las hierbas que toda la música que estaba escondida en el corazón de su trompeta. El disco de Joe Barbieri quiere ser un tributo, pero no podrá serlo nunca. No hay ningún disco, por bueno que sea, del que podamos sentirnos satisfechos. Chet vive, sí, pero no en este disco. Y es bueno, a pesar de mis reticencias. Es muy bueno. El cantante italiano borda todas las piezas y su banda, en la que brillan un émulo brillante del Chet instrumentista Luca Aquino y un pianista enorme que no conocía (Antoni Fresa) cumple con creces. Es jazz muy intimista, de un fuste melódico que bordea el ensimismamiento. Nada que objetar a ensimismarse, no crean. Me dejo aturdir, me abandono, concedo que me invada una pereza absoluta y que la música restituya lo que el día me ha robado. Esa sensación de plenitud privada. El jazz, este tipo de jazz al menos, hace que note cómo mi corazón late. Juro que late. I fall in love too easily.

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