Al principio yo me había preocupado porque los micros directos de Xpujil a Chetumal salían a partir de las 18:35 y yo no quería llegar tan tarde. Averigüé que a las 14hs partía un micro de segunda clase pero, como tenía muchas paradas, en vez de dos horas tardaba cuatro. Igual casi compro el pasaje. Al final me enteré que -tal como había imaginado- salían por la mañana taxis compartidos a Chetumal que costaban casi lo mismo que el micro y tardaban la mitad.
Me levanté sin apuro y tomé un taxi ($25 MXN) hasta el sitio adonde salen los taxis a Chetumal, frente a la zapatería La Colonia. Podría haber ido caminando pero comenzaron a fallarme las ruedas de la valija. El taxi compartido sale $130MXN por persona. Enseguida se llenó y salimos. Las 9:30hs es un buen horario. Tengan en cuenta que funcionan sólo por la mañana. Tardamos menos de dos horas pero como entre el estado de Campeche y el de Quintana Roo hay una hora de diferencia, fue como si hubiera tardado tres. Me dejaron cerca del Museo de la Cultura Maya y yo tomé un taxi al hostel ($30MXN, pero creo que me cobraron de más).
Me hospedé en el hostel Paakal’s, un muy buen sitio. No está en el centro pero se ubica en una avenida por donde pasan colectivos que cuestan apenas $5 y está cerca de la terminal de combis. La habitación era perfecta, limpia y amplia. Gran cama, colchón de película, placard gigante, aire acondicionado, televisor con cable, wifi gratuito, ducha caliente (si bien la canilla estaba invertida), cocina completa y desayuno incluido. Para desayunar podés pedir que te preparen huevos o hotcakes. El hostel tiene una piscina pequeña en el patio, hay hamacas donde relajarse y una terraza. Sólo hubiera querido que mi habitación tuviera cortinas black-out.
Me instalé y caminé al centro. Almorcé en El Taco Loco, una marisquería que me recomendó una amiga mexicana. Básicamente, si no fuiste a comer a El taco Loco no estuviste en Chetumal. Todo es delicioso!!!! La verdad es que comí a reventar: empecé por un taco de camarón y otro de pulpo veracruzano para probar. Después pedí una orden de camarones empanizados tipo rabas. ¡Fue mortal!
Caminé hasta el mar para bajar la comida y solicitar un mapa en la oficina de turismo. Luego caminé por el centro y visité el Museo de la Cultura Maya ($50MXN) aunque no me convenció. Volví al hostel en colectivo. Sólo hay que fijarse que digan que van a “Soriana”. Más tarde pasé a un supermercado grande que hay a algunas cuadras. Volví en otro colectivo porque estaba cargada y me preparé la cena en el hostel: salchichas con guarnición (en el supermercado venden salchichas sueltas de pavo).
Al otro día fui por mi cuenta a Laguna Bacalar. Hay tres maneras de ir:
- Combi desde la terminal de combis (horarios seguidos).
- Autobús con pocos horarios y fijos en alguna de las dos terminales de colectivos.
- Taxis compartidos desde el hospital Morelos, sólo por la mañana.
Por consejo de la dueña del hostel preferí la primera opción, además era la que me quedaba más cerca: en la avenida Insurgentes. Antes de llegar a la terminal vi una combi con el cartel que decía Mahahual-Bacalar y la paré así que no tuve que esperar nada. $45MXN. Sí, esas combis también van a la playa de Mahahual, una de las mejores de México y que me quedó pendiente. Tardé casi una hora en llegar. La combi me paró en la “terminal” de Bacalar, en la ruta 307 frente a una estación de servicio. Caminé varias cuadras hacia la laguna y/o el centro. Encontré la laguna pero no el centro así que no me molestaría volver a Bacalar. Apenas llegué a la laguna me empezaron a ofrecer paseos en lancha. Me quedé con Hawktours y terminé satisfecha. El tour cuesta $250MXN.
Salimos cuando se llenó la lancha. [Lo mejor de Bacalar es su laguna de siete colores en la que se encuentran varios cenotes que, por su profundidad, cambian el color del agua. En sí, el suelo de la laguna es un queso gruyere con abismos que desembocan en el mar.] Es un recorrido de casi dos horas. Visitamos: el Cenote Negro (donde nadé hasta el borde del cenote), el Cenote del hotel Laguna o Cenote Esmeralda que es más frío, el Cenote de Cocalitos, la Isla de los Pájaros y el Canal de los Piratas. En el canal estuvimos un buen rato y aprovechamos para exfoliarnos con barro y azufre del fondo.
De regreso compartí un taxi con un médico mexicano (compañero del paseo en lancha) hasta el Cenote Azul. Sólo conocí el frente del Fuerte de Bacalar. La entrada al cenote cuesta $25. El cenote es enorme, como una piscina redonda y muy profunda. Nadé un rato, me cambié y almorcé en el restaurante del lugar. Comí pulpo al moho de ajo con jugo de piña mientras conversaba con el médico. Pasadas las cinco de la tarde caminamos hasta la recepción de su hotel, desde donde él me pidió un taxi que me cobró $50 hasta la terminal. Es el precio de cualquier viaje en Bacalar.
Crucé la ruta y enseguida tomé una combi que me dejó en Av. Insurgentes y Juarez, a seis cuadras del hostel. Cené una hamburguesa que había comprado en el supermercado.
Al día siguiente me levanté temprano. Quería conocer unos sitios arqueológicos y como no salía ningún tour (la gente no se tienta por la arqueología cuando tiene una playa del Caribe a la mano) contraté un taxi con un conductor muy serio que me recomendaron en el hostel. Me costó $1300MXN. Era mucho pero también fueron largas horas y tuve el taxi sólo para mí. Salimos a las 8am y volvimos a las 16hs. Es casi imposible hacer el recorrido en transporte público ya que los sitios se encuentran lejos de la ruta a Escárcega, entre Chetumal y Xpujil.
Empezamos con Dzibanché, una ciudad maya del periodo clásico. Con la misma entrada ($65) fuimos a la acrópolis de Kinichná que se encuentra a dos kilómetros. Kinichná fue un centro dependiente de Dzibanché y su templo del sol se levanta sobre la acrópolis en medio de la selva. Son sitios tranquilos que te transportan en el tiempo.
¿Cómo ir por tu cuenta? Bueno, Dzibanché se encuentra a 25kms de la ruta por lo que no es un sitio fácil. Por lo que vi, la única manera es ir con una combi a Morocoy (no sé los horarios pero sí van combis de Chetumal a Morocoy), el pueblo más cercano que igualmente se encuentra a 10kms de las ruinas. No van muchos turistas y es una zona rural así que no sirve hacer dedo. Desde Morocoy tal vez se pueda hablar con alguien para alquilar una bicicleta, o ver si -previo pago- alguna persona puede llevarlos en auto y esperarlos. No hay taxis. Se trata de un poblado muy pequeño.
De ahí fuimos a Kohunlich, ahora una de mis ruinas mayas favoritas. Es un sitio extenso que alcanzó su máximo poblacional en el Clásico tardío (VII al X dC). Se destaca el edificio con los mascarones tallados en piedra y la Plaza de las Estelas. En lo personal me encantó el conjunto residencial de los 27 Escalones ya que se encuentra solitario en medio del bosque tropical y me hizo sentir como una arqueóloga a punto de realizar un descubrimiento. Casi como Indiana Jones.
Ir a Kohunlich por libre es un poco más sencillo que Dzibanché. Deben tomar cualquier autobús que vaya por la ruta 186 en dirección a Escárcega y bajarse en el cruce a Kohunlich (hay un cartel en la ruta). Para ubicarse, allí están las cabañas Chactunich. Hay algunos negocios. El sitio arqueológico se encuentra a 10km de la ruta, por un camino que se abre hacia la izquierda (viniendo desde Chetumal). Pueden preguntar en las cabañas por el alquiler de bicicletas o un taxi. También es más fácil hacer dedo: hay más afluencia de turistas (no muchos, pero hay, especialmente por la tarde) ya que, por el mismo camino a las ruinas y a 3km de las mismas, se ubica un resort llamado The Explorean Kohunlich. Ya desde el sitio arqueológico sólo necesitan que alguien los acerque a la ruta y tomar cualquier autobús que vaya a Chetumal.
Terminamos en recorrido y de nuevo en Chetumal fui a almorzar tardíamente (eran las 16:30hs) a El Taco Loco a modo de despedida. Probé varios tacos: de jaiba, de cazón entomatado, de caracol al mojo de ajo y de pescado a la Tikin Xic. Volví en colectivo al hostel y me metí un rato en la piscina.
Esa noche dormí y me levanté tarde. Ya que podía elegir, preferí comprar un pasaje para las 13:30 y no tener que andar apurada. Tomé un taxi que me cobró $20MXN hasta la terminal ADO y tras un viaje de casi cuatro horas llegué a Tulum.
Si viajo otra vez a Quintana Roo me gustaría quedarme en Bacalar, conocer Mahahual y visitar Belice. Hay otras ruinas en la zona: Chacchoben (a 5km del poblado Lázaro Cárdenas), Oxtankah (a 8km de Calderitas, otra playa importante) y próximamente ¡Ichkabal! Dicen que Ichkabal es más grande que Chichén Itzá y sólo falta arreglar el camino y acordar con el ejido -que es pasando Dzibanché- para poder inaugurarla.
DATOS:
- Precios de El Taco Loco: Limonada $25, Taco de camarón $22, Taco de pulpo $25, orden de camarones empanizados $134. Taco de jaiba $25, Taco de filete de pescado $18, Taco de caracol $22, Taco cazón $18,50, té chac $25.
- Taxi a zonas arqueológicas: Ricardo Díaz Fernández. Tiene whatsapp. Tel: 9831052727.
- Una agencia de turismo es Ikadventure. Tel: 983-1215135, 983-1263729.
- Antes de cruzar a Belice hay un freeshop o zona libre adonde muchos mexicanos van a comprar. En ese sentido, Chetumal es como Puerto Iguazú, una ciudad fronteriza. Hay combis al sitio y transporte público que te cruza al país vecino.
- Desde Chetumal pueden ir a Tikal (Guatemala) pasando por Belice. Es una alternativa a ir vía Palenque aunque me parece más cara. La empresa Marlin Espadas va de Chetumal a Flores (el pueblo cerca de Tikal, en Petén). El viaje tarda 9hs y cuesta 40 dólares. Salen todos los días. https://www.facebook.com/Marlin-Espadas
- ADO a playa Mahahual: desde Chetumal 10:30 (regresa a las 19:30). También tiende dos servicios desde Cancún.
- En Bacalar hay tirolesas. Averiguar y reservar en Kan K’in Bacalar.
- Otros lugares que se pueden visitar desde Chetumal: Laguna Milagros, Punta Catalán, isla de San Pedro en Belice (la Isla Bonita de Madonna), isla de Tamalcab y Dos Hermanos, Parque ecoturístico Cuenca Azul, Parque Uchben Kah, Kayac en Río Hondo.