China no ha mostrado piedad. Su indulgencia ha quedado cuestionada después de que se ejecutara la sentencia de Akmal Shaikh, ciudadano británico. Este europeo fue detenido en territorio chino con cuatro kilos de heroína encima. Shaikh fue ejecutado en la ciudad de Urumqi- norte del país. Las autoridades confirmaron la ejecución del británico- el primer europeo ajusticiado en china desde hace 60 años- pero no del método empleado para ello- aunque la más empleada suele ser el disparo en la nuca.
Los familiares de Shaikh habían solicitado al gobierno chino clemencia por el trastorno bipolar que sufría. Pero China ha argumentado que durante las pruebas llevadas a cabo por sus psicólogos nunca se detectaron trazas de la enfermedad en el recluso por lo que ha denegado cualquier tipo de rebaja en su sentencia de muerte.
Esta ejecución a enturbiado las relaciones entre el gigante asiático e Inglaterra. Precisamente, Gordon Brown, primer ministro inglés se mostró “horrorizado” al conocer la noticia de la ejecución de su compatriota. “Condeno la ejecución de Akmal Shaikh en los términos más rotundos. Me siento horrorizado y decepcionado por no haberse atendido nuestra petición de clemencia”, afirmó el premier inglés.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, David Miliband, también ha condenado la ejecución. “Reino Unido se opone completamente al uso de la pena de muerte en todas las circunstancias”. Pero esta condena enérgica por parte del gobierno británico choca de frente con la realidad. Y es que China es el país con más ejecuciones. En 2008 más de 1.700 presos fueron ajusticiados lo que convierte al gigante asiático en el responsable del 72% de las ejecuciones en el mundo.
Shaikh fue detenido en 2007 cuando intentaba entrar en el aeropuerto de Urumqi procedente de Tayikistán con cuatro kilos de heroína en su poder. El ciudadano británico fue condenado a la pena capital de acuerdo con las leyes chinas que contemplan la pena de muerte para todos aquellos que porten encima más de 50 gramos de estupefacientes.
El ejecutivo chino se ha reafirmado en su decisión de ejecutar al prisionero y no ha dudado en defender sus leyes criticando, para ello, a Gordon Brown. “China quiere expresar su fuerte disgusto por las acusaciones del primer ministro británico; además no admitimos interferencias en su sistema judicial y desea que esto no afecte a las relaciones bilaterales entre ambos países”, ha afirmado Jiang Yu, ministro de Asuntos Exteriores chinos. Pero parece que los deseos del gobierno chino no se van a cumplir ya que Reino Unido ha llamado a consultas a su embajador en Pekín… Lo que es la máxima expresión- en diplomacia- de mostrar su disgusto hacia otro país.
Shaikh ha roto con 60 años sin que un europeo fuese ejecutado en territorio chino. El último fue Antonio Riva, un legendario piloto italiano de la I Guerra Mundial, que fue ejecutado en Pekín- junto con un ciudadano japonés- el 17 de agosto de 1951 acusado de un complot para asesinar al máximo líder chino, Mao Zedong.