Siempre asociamos la idea de los pueblos fantasmas al salvaje oeste, a las historias que nos hablan de una antigua civilización o a los restos de una ciudad destruída como Chernobyl. Pero la especulación financiera y la banca moderna crearon otro tipo de pueblos fantasmas que han tenido una fuerte propagación en Europa y Estados Unidos, proliferando incluso en China y demostrando que estos males son siempre contagiosos.
Esto demuestra que Estados Unidos no fue el único país que creó una burbuja inmobiliaria, sino que esta idea de mundo proliferó como una plaga en todas las latitudes. La burbuja inmobiliaria de China es una de las más sorprendentes dado que tomó proporciones gigantescas: 64 millones de propiedades que no encuentran compradores. En este vídeo puede ver la desolación que provoca ese mundo ruinoso construído bajo la efervescencia de la adicción al préstamo, la deuda y el consumismo. Vea también el artículo en El Blog Salmón
Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización