Revista Cocina

Chipirones veganos en su tinta de mentira

Por Lapastanoengorda

Holi! No es que haya sido yo muy fan nunca del pescado, excepto de los calamares y otras cosas que, en sí, no es que sepan mucho a pescado. Vamos, que si sabe fuerte a pescado, no me gusta una mierda. Cuando comía carne y pescado siempre le echaba limón a todo para enmascarar sabores, supongo que a mi cuerpo le sienta muy bien el limón porque ahora también lo echo a casi todo sin necesidad alguna de enmascarar nada, como la gente de Murcia. El caso es que una cosa me llevó a otra y acabé haciendo estos chipirones en su tinta veganos, vamos, que ni chipirones ni tinta, es todo de mentira.

Todo empezó en un momento en el que en teoría estaba de vacaciones y me puse a pensar cómo podía hacer comidas de color gris o negro, por un tema de continuidad cromática para una temporada corta en Instagram, que me apetece hacerlo. A esto se unió que compré en una tienda asiática el ingrediente que hace de base para el pescaíto frito, que no sé muy bien cómo se llama porque viene en chino, pero está hecho de agua y konjac. Por cierto, aquí te dejo otra receta de cazón vegano que está jodidamente rica.

La vida al final te lleva por el camino correcto muchas veces, sobre todo si proyectas lo que quieres conseguir, en este caso, me puse a proyectar palabras sobre post-its para pegarlos en las tapas de los tarros de cristal donde guardo todos los alimentos secos, para que así, al abrir el cajón y ver todo desde arriba, recuerde los ingredientes que tengo de un sólo vistazo para así inspirarme mejor. En fin, voy a dejar de contar ya mi vida e ir al grano, bueno, a la semilla en este caso, tenía semillas de sésamo negro que me mandaron hace un montón y casi no había usado, así que mi cabeza ató cabos, si las semillas son negras, seguro que la leche sale negra o gris.

En efecto, si trituras las semillas de sésamo negro con agua o leche, aparecen colores grises, puedes ir añadiendo leche para conseguir el gris que más te guste y como te imaginarás, este paso es absolutamente prescindible para esta receta, ya que lo único que hace es darle color al asunto, pero bueno, luego la leche también te la puedes beber y esas cosas. Recuerda que deberías colarla si no quieres masticar un montón de semillas y con la pulpa que queda, puedes hacer una foto bonita y luego echarla encima de alguna ensalada o algo así.

Chipirones veganos en su tinta de mentira

Me lío y al final no cuento nada, coge un tupper, mete dentro los falsos chipirones, echa la leche de sésamo negro hasta que cubra y un poco más, añade alga nori triturada, remueve, pon la tapa déjalo marinar un tiempo. A mi me coincidió en una semana que comí varias veces fuera y además tenía muchas legumbres preparadas, por lo que se me olvidó este invento y lo dejé 4 días, no le pasó nada, no problem.

Cuando te veas dispuesta a comerlo, haz un sofrito con cebolla cortada muy fina y un par de guindillas cayena, yo no me lo esperaba pero picaba bastante y además la cayena siempre queda bonita aunque si te comes una, parece que te vas a morir, así que recuerda quitarlas luego. Cuando la cebolla ya esté dorada, vuelca todo el tupper en la sartén, si no te huele mucho a algas, echa más, añade también un poco de maicena para que vaya espesando la salsa y poco más, dejas que se consuma un ratito el agua y listo.

Luego ya sabes, un montón de limón por encima y listo, recuerda tener pan en casa para mojar esta salsa que está que te cagas, yo la que me sobró la puse sobre unas patatas cocidas y luego a la plancha.

A ver si alguien la hace. Muak!


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