Hoy os traigo un capricho; algo dulce pero nada pesado, perfecto para preparar en quince minutos y ponerlo en el centro de la mesa en una comida con amigos. O como en mi caso, para hacerlo un día sin más, porque os apetece y no hay que esperar a que lleguen días especiales, todos lo son.
Comenzaremos fundiendo chocolate blanco (entre una y dos tabletas) al baño maría.
Por otro lado, tenéis que hacer una mermelada de frambuesas. Para ello pondremos en un cazo unas frambuesas, el zumo de medio limón o lima y dos cucharadas de azúcar y lo removeremos hasta que se deshaga todo.
Con la ayuda de una espátula esparciremos el chocolate sobre un papel de hornear hasta dejar una capa muy fina y a continuación echaremos unas gotas de la mermelada sobre él.
Ahora solamente falta meterlo en la nevera a enfriar y cuando esté a punto de solidificar, marcaremos con un cuchillo distintas láminas para poder cortarlo fácilmente después.
Ya tenéis vuestro chocolate casero listo para comer, y además con un aspecto muy navideño, ¿a que sí?
¿Un truco? Espolvorear al finalizar un poco de pimienta rosa recién molida. Y a disfrutar!
patricia