Chocolate, sus museos y su producción

Estaba deseando hacer esta dulce entrada pues los que ya me conocéis sabéis que estoy rendida al chocolate. Creo que no soy la única ¿verdad?   El chocolate tiene una gran historia y merece la pena conocerla. Entre sus propiedades beneficiosas destaca la de hacernos más felices a los que nos gusta, que somos legión. Repasemos los principales museos repartidos por el mundo
Entre los mejores museos del chocolate, está el de Colonia, en Alemania. En el que sería el top ten de los museos dedicados al chocolate, le seguiría el Museo de los Secretos del chocolate en Estrasburgo, Francia, el de Phillip Island Chocolate Factory, en Australia, la Choco Story de Brujas (Bélgica), el Chocolate Museum de Canadá, el Choco-story chocolate Museum de Praga (República Checa), el Candy Museum de Wilbur Chocolate en los EEUU, el museo del chocolate en Corea del Sur o el Museo del Chocolate mexicano de Nestlé

En España, a pesar del dominio de las multinacionales, las marcas nacionales grandes y medianas que siguen vivas pelean por mantener su cuota, innovar y crecer tanto en el mercado local como en el internacional (véase artículo de El país, Chocolate se escribe con Ñ). 

Para los que interesados en conocer los varios museos españoles, se puede visitar el de Barcelona o el de Astorga. Algunos fabricantes han organizado también sus propios museos-fábrica del chocolate. En la de Valor podrás encontrar útil información sobre su origen y elaboración. También está el de Gorrotxategui y el de Comes en Sueca.

Mucho más lejos, en la Amazonía peruana, Industrias Mayo inició hace años un proyecto para cultivar cacao como producto alternativo a la hoja de coca y ayudar al desarrollo sostenible de la región de San Martín, en la selva de Perú. Cacao orgánico cultivado por comunidades indígenas que es procesado en la fábrica de Tarapoto con resultado de un producto de excelente sabor y calidad.

Tuve la suerte de poder realizar esta visita a la fábrica de chocolate Orquídea que os cuento y la disfruté como nunca. Así que estoy encantada compartirla con todos vosotros.

Seguir el proceso de fabricación y visitar las instalaciones es toda una lección interesante de aprender y disfrutar. Aquí los granos ya fermentados en el proceso de secado.

Para los urbanitas, ver las plantas del cacao y sus frutos al natural es siempre una gozada

Pero para qué engañaros, lo que es una gozada es degustar un delicioso chocolate. Estáis todos invitados. 

Buenos días y buena suerte