Las revueltas de violento fanatismo religioso contra occidente y EE.UU. de estos días en el mundo islámico parecen darle la razón a Samuel P. Huntington, que en una conferencia de 1992 apuntó lo que después sería su libro sobre el choque de las civilizaciones.
Huntington estudiaba las relaciones entre varios grupos culturales, que identificaba como los más importantes, al occidental judeocristiano, el ortodoxo, el islámico, el africano, el hindú, el chino y el japonés.
Su tesis era que el régimen de libertades que se ha dado occidente es incompatible con la civilización islámica, un rígido sistema de vida que dirige todo pensamiento y actividad individual y colectiva, y que se basa en unas normas del siglo VII.
Mientras que ya desde el siglo XVII lo divino iba perdiendo valor en occidente, al extremo de que hoy la blasfemia y el desprecio a la religión están generalizados, en el mundo islámico todo lo que hiera a Alá o Mahoma merece aún la muerte más brutal.
Salman Rushdie, las caricaturas de Mahoma, o un corto televisivo de autores casi anónimos que no salió de internet y que identifica a este profeta con un burro, cualquier rechazo o ataque a esta creencia provoca violencia asesina en decenas de países, como estos días.
La cultura occidental existe gracias a la libertad de criticar hombres y dioses, y a que nadie puede impedir ya que se humille en los medios masivos de comunicación a los mitos de la propia civilización.
Pero cualquier occidental que zahiera en solitario la creencia islámica puede levantar gran parte de su civilización contra occidente, lo que prueba la inocencia de Zapatero con su Alianza de Civilizaciones: creía que todo se arreglaba y salvaba el mundo con abrazos entre los funcionarios nacionales e internacionales que cobraban de su mamandurria.
-------
SALAS
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure