Revista Arte

Christiania, un mundo dentro de otro

Por Insane Mclero @insanemclero
CHRISTIANIA, UN MUNDO DENTRO DE OTRO

Un lugar único, no forma parte de la UE ni de Dinamarca, comercian vía intercambios como hace más de 3 mil años y generan sus propios recursos. Christiania, un mundo perdido que rompe las normas de la sociedad actual.

Antes de mi llegada a Copenhague en enero de 2014, ya había oído hablar de este lugar, pero hay que venir para entenderlo y creérselo. Me decidí a redactar este artículo, porqué me sorprendió que muchos conocidos míos desconocieran este lugar que junto a la Sirenita es uno de los emblemas turísticos de la ciudad y el país. Aunque voy a realizar una pequeña introducción de historia sobre el lugar, como es costumbre, me centraré en su parte económica.

Christiania es una zona de 34 hectáreas del barrio de Christianshavn en Copenhague que abandonó el ejercito danés y en 1971 fue ocupada por un grupo de personas de la zona que querían crear una especie de comuna hippie.

Empezó como un lugar en el que escapar del capitalismo creciente y en el que poder ser dueño de tu propia vida, influenciado por un pensamiento anarquista general. Actualmente y pese haber sufrido varias crisis, Christiania sigue en pie, aguantando en una especie de puente entre el capitalismo y el comunismo en el que ves que se romperá y debes decidir hacia que lado dirigirte para salvarte. Que quiero decir, actualmente esta comuna o micronación (que cuenta con su propia bandera), basa su supervivencia en el turismo y en su famosa venta de marihuana (solo legal en dicho lugar y que genera unos notables ingresos a sus ciudadanos), pero su identidad se basa precisamente en rechazar ese tipo de sociedad. Existe una calle principal, conocida como Pusher street, donde se realiza la venta al público de la marihuana, que en mi opinión es el verdadero motor de la comuna. Años atrás y desde su creación era muy común el comercio de intercambio que en la última década se ha ido reduciendo, y Christiania ha caído prácticamente en el capitalismo, cualquier persona que disponga de coronas danesas puede entrar y comprar tanto marihuana como souvenirs varios para el recuerdo, incluso una camiseta del equipo de fútbol del lugar.

Pese a todo, sigue siendo un lugar único, en el que solo les amparan 3 leyes básicas que bien se encargan de anunciarte cuando llegas:

1- No fotos (o al menos en la calle principal, ya que muchas personas prefieren no ser reconocidas mientras realizan la venta de marihuana, y soy testigo de que se lo toman realmente enserio, no hagas fotos).
2- Prohibido drogas "duras".
3- No correr (extraño pero lógico a la vez, al centrarse la venta de droga en la calle principal, echar a correr puede hacer creer a los vendedores o compradores que hay algún peligro o que la policía danesa ha entrado en el lugar).

Christiania es también un lugar de expresión artística muy liberal, si con las excéntricas casas que llenan la zona no fuera suficiente, muchas paredes están decoradas con fantásticas pinturas de diferentes artistas nacionales e internacionales por las que romperías la norma de no realizar fotografías. Desconozco si las realizan cobrando, pero sinceramente apostaría que no.

La comuna no tiene un presidente o una especie de líder que tome las decisiones, cuando existen conflictos todos los ciudadanos se reúnen y debaten sobre el tema en cuestión de manera asamblearia. El dinero generado por venta de marihuana es de los particulares, aunque existe un fondo común donde depositarlo, usado por ejemplo para reformas de algunos edificios que ya empiezan a ser antiguos. Paseando por el lugar podrás observar bastantes placas solares, y es que son ellos mismos los que generan su propia electricidad, escapando de las grandes compañías de energía y de los altos impuestos del estado danés. La economía de Christiania digamos que no es el motor vivo de Copenhague, pero ésta, sin duda sirve para atraer más turistas que quedan decepcionados con el tamaño de la famosa Sirenita. Y yo, personalmente, te recomiendo que no te pierdas este lugar en tu visita a Dinamarca, hay que verlo para entenderlo.


Volver a la Portada de Logo Paperblog