Tras todo esto, sembré las chufas a una distancia de 10 cm. entre ellas y enterrada unos 5 cm. de profundidad. Previamente, habían estado echadas en agua para su remojo durante 24 horas.
El sistema de riego empleado ha sido de goteo y el riego ha sido siempre en función al clima y temperatura ambiente, aunque durante el pleno verano, con las plantas desarrollando un abundante follaje y altas temperaturas, el riego ha sido a diario. Me ha llamado mucho la atención la gran multiplicación que se produce de cada semilla, ramificándose en numerosas hojas y enraizamiento nuevos.
Cuando las hojas empezaron a cambiar del color verde, al amarillo, dando síntomas de que el ciclo de la planta se estaba terminado. dí por finalizado los riego y esperé a que las plantas fuesen secándose todas.
Cuando esto ocurrió, le predí fuego para la eliminación total de todas las hojas secas para poder realizar un buena labor de extracción de los tubérculos.
A continuación, con una horca, fui volteando la tierra, sacando las raíces para realizar la recolección a mano de los tubérculos (Chufas). Una vez sacadas todas las plantas y tras realizar un rebusco a la tierra para recoger aquellas chufas que se pudieron quedar atrás, les realicé un intenso lavado para la eliminación total de restos de tierras. A continuación, las coloqué varios días al sol para su total secado. Un vez secas, repasé las chufas para eliminar alguna defectuosas o picadas por insectos y la envasé el bolsas con cierre hermético hasta su consumo.
Resumiendo, estoy muy satisfecho de la producción obtenida con solo unas semillas, obteniendo unas chufas de excelente calidad que podré degustar de este magnifica manjar durante estos meses de invierno, siendo una importante fuente de nutrientes muy beneficiosa para nuestra salud. Hasta aquí , este nuevo comentario sobre una nueva planta que he cultivado en mi huerto con excelente resultados.Un cordial saludo. Antonio
