Estoy pensando seriamente en cambiar el nombre del blog por "La Lechuza cocina con queso", ya que hasta ahora he publicado 43 recetas que incluyen el queso entre sus ingredientes (y lo que te rondaré morena)...superando a las empanadas que van por el 33.
La receta no es nada novedosa. Es un clásico que además tiene la ventaja de que, al ser tan "contundente", con una chuleta por persona es más que suficiente. Bueno, eso si los comensales tienen el apetito normal, que si llegan con hambre, se devorarán la fuente entera!
Es importante hacerse con una carne de buena calidad. Confiad en vuestro carnicero que os dará la parte más jugosa y de total confianza. En este caso, he utilizado chuletas ( o costilletas como les llamamos en casa) de la parte del lomo pero del principio, es decir, las que van más pegadas a las de aguja (cabezada), que suelen ser más jugosas y para este tipo de preparaciones son perfectas.
También podéis utilizar las de aguja, algo más feas de presentación pero con un resultado extraordinario también. Tendrán algo más de grasa porque son veteadas, a cambio serán un pelín más económicas( que en estos tiempos estos pequeños detalles son fundamentales).
He utilizado una vez más dos tipos de queso Mahón-Menorca, uno tierno y otro curado. La mezcla de ambos me encanta. Pero como siempre os digo, podéis utilizar el tipo de queso que más os guste. No pongo cantidades, ya que según gustos, pondremos más o menos.
CHULETAS DE CERDO GRATINADAS
Ingrs. para 4 personas
4 chuletas de cerdo1 bote de tomate entero pelado1 cebolla3o 4 dientes de ajoaceite de oliva virgen extraqueso Mahón-Menorca tierno ralladoqueso Mahón-Menorca curado ralladosal y orégano1 cucharada sopera de azúcar morenoTagliatelli (opcional)
En primer lugar vamos a adobar las chuletas con dos ajos picados y una pizca de sal por cada lado. Reservamos.
Para hacer la salsa de tomate, escurrimos muy bien los tomates del líquido de conserva. Picamos en trocitos pequeños.
En una cazuela, ponemos 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva virgen y pochamos la cebolla picada. Damos unas vueltas para que sude un poco y añadimos el tomate picado.
Le ponemos una cucharadita de sal y para contrarestar la acidez, le añadimos una cucharada de azúcar. Yo he utilizado azúcar moreno, pero podéis ponerle del blanco sin problema.
Una vez hecho esto, le añadimos el orégano.
Dejamos cocer el tomate revolviendo con frecuencia, hasta que esté bien espesito.
Las chuletas las pasamos por la carmela (sarten con ondulaciones) con muy poquito aceite y sin pasarlas demasiado. Se acabarán de hacer en el horno.
En una fuente resistente al horno, ponemos la mitad de la salsa de tomate. Sobre la salsa, colocamos las chuletas. Mi fuente era algo pequeña así que tuve que montar un poco unas sobre otras.
Cubrimos las chuletas con el resto de la salsa de tomate y espolvoreamos por encima el queso rallado. Otra pizca de orégano y al horno precalentado con calor abajo y ventilador a un temperatura de 180º C durante unos 15 minutos. Estos datos como siempre son orientativos.
Una vez el tomate esté "chisporroteando" y el queso fundido y dorado, retiramos con cuidado del horno.
Para "aligerar" un poco el plato, en lugar de servir las chuletas con patatas fritas, las acompañé con una pasta simplemente hervida en agua con sal.
Texto y fotografías: Pilar Martínez
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LA COCINA DE LECHUZA