Se sabe que todos los niños en mayor o menor medida pasan por una etapa puramente oral, en la que disfrutan de usar chupete, de chuparse el dedo o de llevarse todo lo que encuentran a la boca, pero la realidad demuestra que esto no siempre es una conducta sin consecuencias, ya que puede representar un riesgo para el desarrollo dental de los niños.
Cosas como chuparse el dedo durante mucho tiempo, usar chupete de forma prolongada, o llevarse el laṕiz a la boca al ser un poco mayor, son acciones que contribuyen a la mala formación del maxilar del niño, por lo tanto se produce un crecimiento inadecuado de los dientes a medida que van creciendo, según explican los expertos del Seguro Social de Salud.
Estos malos hábitos suelen tener lugar en la vida de los niños entre los 3 y los 5 años de edad, y actúan como un retraso en el desarrollo normal y saludable de la dentadura infantil, algo que combinado a una mala higiene bucal da lugar a todo tipo de enfermedades gracias a la proliferación indiscriminada de bacterias que pueden provocar caries, las que en muchos casos pueden hacer perder piezas dentales a edades muy tempranas.
El especialista Julio Paz Soldán Yataco, actual miembro responsable del Servicio de Odontología del centro asistencial II Chancay, ha explicado que lo que ocurre mucho tiene que ver con la interposición lingual del niño, que es la acción de frotarse las encías con la lengua.
Los niños pueden por lo tanto desarrollar una sonrisa de dientes torcidos, vulnerables a posibles fracturas, o directamente desarrollar dientes permanentes con caries profundas que comprometen la salud de su boca.
Es necesario ante todo prevenir este tipo de problemas y para eso es necesario educar a los niños sobre los cuidados adecuados que deben brindarles a sus dientes, algo que involucra comenzar con el cepillado diario a edades muy tempranas, siendo esta una responsabilidad de los padres.
Vía | La República
Foto | nathansnostalgia
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Chuparse el dedo repercute en el desarrollo dental del niño