"El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza."
André Maurois
Esta es la tercera ocasión -desde su creación- a la que asisto a la Cita con el cine latinoamericano -CICLA-, muestra que ha tenido como sede a la Cinemateca Distrital, además de las últimas obras ganadoras de festivales como invitadas - 20 en total este año-, y un gran número de historias y estilos, de las que pude ver tres obras de diferentes latitudes; sin dejar de lado, que me faltaron películas de países como Guatemala o República Dominicana o de la misma Venezuela, de los que en definitiva no he llegado a acercarme a su cinematografía, sin embargo, estas películas, ya fuera por azar o recomendación de la misma página de la Cinemateca o de otras publicaciones culturales, fueron las "elegidas", principalmente ésta, Mr. Kaplan, la primera que observé, de la que me llamó la atención sus premios, el guión basado en un cuento colombiano, y por su director Álvaro Brechner del que ya había visto su primer largometraje Mal día para pescar,la cual no sólo me agradó bastante sino que tiene un logrado manifiesto sobre el viaje instrascendente, que parece funcionar bastante bien en la cinematografía uruguaya.Este guionista, productor y director uruguayo, además de estos largometrajes, ha dirigido varios cortos y documentales exhibidos en diversos festivales, donde ha recibido premios y becas de realización e igualmente trabajado para la televisión tanto de su país como para latinoamérica, Brechner, a quien se le puede vincular con el documental, no sólo por los que realizó para diversos formatos, sino por sus estudios en Documental Creativo en España, además el uruguayo ha recibido distinciones a nivel cultural - El premio Morosoli de Bronce- y de literatura, como complemento a una fructífera carrera, que si bien no es muy extensa frente a largometrajes, los dos que ha realizado han recibidos nominaciones y premios de gran importancia, que nos aseguran que volveremos a escuchar el nombre de este director.
Con guión del mismo Brechner, basándose en la novela El salmo de Kaplan del colombiano Marco Schwartz, esta comedia con tintes dramáticos nos cuenta la historia de Jacobo Kaplan, un casi octogenario hombre judío, que descontento con los logros de su vida, o mejor la falta de éstos, y temiendo no ser recordado por su familia y comunidad, éste decide, junto a un policía retirado, atrapar a un posible criminal nazi asentado en la playa de esa ciudad. La aventura de Jacobo (Héctor Noguera) junto a Contreras, el ex policía (Néctor Guzzini) será un viaje no sólo de orgullo sino de amistad.
La película, que se puede dividir entres partes, donde conocemos al señor Kaplan, sus dificultades y ansiedad por ser recordado, una segunda parte donde se une con Contreras, e inician la búsqueda tanto del "criminal nazi", como de su propio orgullo y de un pasado más honroso, y una parte final, en la que estos personajes, entienden que finalmente sus actos más que intrascendentes, no van a cambiar el mundo que tienen a su alrededor, y que finalmente es de lo que se pueden enorgullecer.
Brechner, ya había demostrado en su anterior trabajo una especie de camino del héroe sin trascendencia, teniendo como fondo los bellos paisajes uruguayos, y dos personajes que en medio de sus diferencias, logran o aceptan complementar sus carencias, y sus mismos destinos, que si bien no son lo más heroicos, si logran entender el sentido de su propio viaje.
La cuidada fotografía del cinematógrafo español Álvaro Gutierrez, -el cual ya había trabajado con Brechner-, no sólo destaca por el uso de las fuentes naturales, sino por la limpieza de la misma, jugando en cierto modo con la fotografía de postal, sin dejar de lado los contrastes para las escenas más dramáticas y aprovechando el tropical clima de esa zona uruguaya. Aunque menos lograda, la música de Mikel Salas, sabe conjugar el estilo humorístico y la nociones de thriller o aventura, que se van construyendo en esta obra.
Como ya lo había demostrado en su anterior trabajo, la edición/posproducción, es bastante importante para Brechner, quien imprime cierto estilo publicitario e infográfico - como lo hace al inicio del metraje- no sólo para enganchar al público sino como parte de su mismo lenguaje narrativo, a cargo de Nacho Ruiz Capillas y de Cineposproduction. Igualmente, podemos destacar la labor de Dirección de arte, que si bien no es de gran magnitud, si genera cierto aire anacrónico y acertado frente al mismo género.
Las acertadas interpretaciones de Noguera y Guzzini, quienes finalmente son los protagonistas, no sólo funcionan dentro de lo cómico - aunque sale mejor librado Guzzini- sino en la parte dramática, en su improbable amistad y en cómo van desarrollando sus planes, tan falibles como sus propias personalidades. Obviamente el humor construido desde la base del guión beneficia a estos actores, que saben aprovechar bastante bien, esas solidez narrativa y su constaste como actores, y las secuencias construidas para tal fin.
Para finalizar este texto, creo que fue la película que más me gustó de la CICLA 2015, a pesar de que su guión se haga previsible, y que pueda tener ciertos vacíos, sin embargo Brechner, crea un trabajo con un humor acertado, unos entrañables personajes, un viaje que más que heroico o épico, es tan intrascendente, que lo que importa es el mismo desarrollo de éste, uno donde estos personajes, se empeñan en dar lo mejor de sí, y reconocer en su propias falencias sus mejores cualidades; igualmente no se puede dejar de lado su gran labor técnica, su excelente fotografía, y hasta su retorcido humor, que siempre será un plus en el cine latinoamericano.
Zoom in: Nominada a mejor película hispano/ibero americana en varios festivales, escogida para representar a Uruguay en los Oscar de ese año.
Montaje Paralelo: Mal día para pescar (2009)