Revista Pareja

¡cielos! ¡soy dama de honor!

Por Eyg
¡CIELOS! ¡SOY DAMA DE HONOR!Hola. Mi mejor amiga se casa dentro de 9 meses, y me ha pedido que sea su dama de honor. Por lo que sé, tendré que ocuparme el día de la boda de todo lo que tenga que ver con ella, su ramo, su cola, ayudarla a subir y bajar del coche, en fin esas cosas. Pero me hace mucha ilusión y quiero saber si hay más cosas que yo pueda hacer, cómo tengo que vestirme, y en fin, cualquier cosa que me ayude a que el día de su boda todo salga perfecto y ella esté muy, muy feliz y yo también, claro. Gracias! (Andrea).
Hola Andrea. Ser dama de honor es una gran responsabilidad. De repente pasas a convertirte en la ayudante número 1 de la novia, y desde luego tienes muchas tareas de las que ocuparte. En América, es costumbre que sean varias las damas de honor, que en ocasiones coinciden emparejadas con los testigos. En España sin embargo la dama de honor suele ser una, y no necesariamente formar parte de los testigos.
Desde tu puesto de ayudante, y desde el momento en que ella te nombra, pasas a ser cómplice y colaboradora. La puedes acompañar en sus primeras visitas a las tiendas para ir eligiendo cosas (flores, vestido, zapatos, invitaciones...); puedes hacerle pequeños recados, ocuparte de coordinar a la "pandilla" y su participación activa en la ceremonia; hablar de su parte con los testigos elegidos, y por supuesto, organizar la despedida de soltera.
Serás la encargada de compincharte con las otras amigas para las sorpresas a la novia, de elegir quién llevará el arroz si no hay auxiliares de protocolo... 
Tu vestido deberá estar en consonancia con el de la novia. Ya no está mal visto que también sea blanco, por supuesto largo y discreto, nada de grandes escotes o transparencias. Deberás ser elegante y sobria, y tu vestido y zapatos tendrán que ser cómodos teniendo en cuenta que habrás de agacharte para ocuparte de su velo, de la cola... Si hay pajes, sus vestidos y trajes pueden también estar en consonancia con el tuyo.
Irás a casa de la novia el día de la boda, la ayudarás a vestirse y le harás compañía ocupándote de que se la moleste lo menos posible si está, como previsiblemente será, nerviosa. Te ocuparás de su ramo, de llevar un pequeño neceser en el coche, para la novia, con kleenex, toallitas refrescantes, sus maquillajes para el retoque... Irás, con ella y su padrino en el coche, sentada delante junto al chófer. La ayudarás a entrar y salir del coche, a colocarse el vestido y le darás el ramo al bajar.
En la Iglesia, te sentarás en un lateral, a la izquierda de la novia si es posible, para estar en su campo de visión por si te necesita. Estarás pendiente durante la ceremonia de que su vestido esté perfectamente colocado. Al acabar la ceremonia, estarás cerca de ella; le sostendrás el ramo durante las firmas, la vigilarás durante el posado de las fotografías en el altar...
Si no hay pajes, te ocuparás de guardar, llevar y dar los anillos y las arras llegado el momento, y si hay pajes serás la encargada de que los entreguen cuando proceda y ayudarles en la tarea.
Te marcharás con los novios en su coche para ayudar durante la sesión fotográfica, y al llegar al restaurante te asegurarás de que el aspecto de los novios es igual de radiante que al empezar la ceremonia.
Y durante el banquete estarás disponible para acompañarla al baño, ayudarla con el tocado o lo que ella necesitara... y si te atreves, puedes regalarle un breve y emotivo discurso, en el que le agradecerás que te haya elegido como dama de honor y resaltando cuestiones de vuestra amistad y cariño.
¡Habrás sido una dama de honor perfecta!

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas