Ricardo Guerrero / Richard B. Hoover / Journal of Cosmology Una fotografía tomada a través de un microscopio electrónico de barrido de un meteorito CI1 (derecha) es similar en tamaño y estructura general a la bacteria gigante velox Titanospirillum (izquierda), un organismo que se encuentra en la Tierra, según afirmó un científico de la NASA.
No estamos solos en el universo, y las formas de vida extraterrestres pueden tener mucho más en común con las terrestres de lo que habíamos pensado.
Esta es la impresionante conclusión a al que ha llegado un científico de la NASA, que ha publicado sus extraordinarias revelaciones en un nuevo estudio en la edición de marzo de Journal of Cosmology.
El Dr. Richard B. Hoover, astrobiólogo del Centro Espacial Marshall de la NASA, ha viajado durante más de diez años a zonas remotas de la Antártida, Siberia y Alaska, entre otros lugares, recolectando y estudiando meteoritos. Hoover ha ofrecido un aperitivo de su trabajo de investigación para Foxnews.com. En su estudio Hoover describe su descubrimiento en una clase extremadamente rara de meteoritos, llamados condritas carbonáceas CI1, de los que se conocen solamente nueve de estos meteoritos en la Tierra.
Aunque puede ser difícil de digerir, Hoover está convencido de que sus hallazgos revelan la evidencia de vida bacteriana fósil en tales meteoritos, restos de organismos vivos procedentes de cometas, lunas y otros cuerpos celestes. Por extensión, los resultados sugieren que no estamos solos en el universo, afirmó.
"Lo interpreto como un indicador de que la vida está más ampliamente distribuida de lo estrictamente limitado al planeta Tierra", declaró Hoover a FoxNews.com. "Este campo de estudio apenas ha sido tocado, porque, francamente, un gran número de científicos dirían que esto es imposible."
En lo que lo que Hoover llama "un proceso muy simple," fracturó los meteoritos en un ambiente estéril antes de examinar la superficie recién partida con las herramientas estándar del científico: un microscopio de electrones y un microscopio emisión de campo, lo que le permitió examinar las superficies de las piedras para buscar evidencias de restos fosilizados.
Hoover descubrió los restos fosilizados de microorganismos no muy diferentes de los microorganismos ordinarios que se encuentran debajo de nuestros pies en la Tierra.
"Lo emocionante es que son en muchos casos reconocibles y pueden estar asociados muy de cerca con las especies genéricas de la Tierra", declaró Hoover a FoxNews.com. Pero no todos. "Hay algunos que son muy extraños y no se parecen a nada que yo haya podido identificar, y he se los he mostrado a otros expertos que han quedado también perplejos."
Otros científicos han declarado a FoxNews.com que las implicaciones de esta investigación son desconcertantes, describiendo estos hallazgos profundos en diversas maneras, muy importantes y extraordinarios. Pero el Dr. David Marais, astrobiólogo del Centro de Investigación Ames de la NASA afirma que él es muy cauteloso como para echar las campanas al vuelos.
Este tipo de afirmaciones se han hecho antes, señaló, y resultaron ser falsas.
"Es una afirmación extraordinaria, y por lo tanto voy a necesitar pruebas extraordinarias", explicó el Marais.
Sabiendo que el estudio será polémico, la revista invita a los miembros de la comunidad científica a analizar los resultados y escribir comentarios críticos. Aunque no hay nada aún en la red, los comentarios serán publicados junto con el artículo, comentó el Dr. Rudy Schild, científico del Harvard Smithsonian Center for Astrophysics y editor en jefe de la Revista Journal of Cosmology.
"Dado el carácter polémico de su descubrimiento, hemos invitado a 100 expertos y hemos emitido una invitación general a más de 5.000 científicos a examinar el documento y ofrecer un análisis crítico", escribió Schild en una nota del editor, junto con el artículo. "No hay otro artículo en la historia de la ciencia que haya sido sometido a esta depuración, y nunca antes en la historia de la ciencia comunidad científica ha tenido la oportunidad de analizar críticamente un trabajo de investigación importante antes de su publicación, escribió."
El Dr. Seth Shostak, astrónomo senior del Instituto SETI, declaró que hay un montón de dudas para creer en tales afirmaciones. Si es cierto, las consecuencias serían de gran envergadura en todos los campos de la ciencia y en la astronomía, sugestivas y con posibilidades impresionantes.
"Tal vez la vida fue sembrada en la Tierra, se desarrolló en los cometas, por ejemplo, y aterrizó aquí cuando estas cosas estaban impactando contra la Tierra primitiva muy", especuló Shostak. "Sugeriría, además, que la vida no empezó en la Tierra, sino que que comenzó a la vez que se formaba el sistema solar."
Los titubeos para creer en las nuevas afirmaciones es algo común y necesario para la ciencia, añadió Hoover.
"Muchas veces se necesita mucho tiempo antes de que los científicos comiencen a cambiar de idea sobre lo que es válido y lo que no. Estoy seguro de que habrá muchos científicos que van a ser muy escépticos y eso está bien."
Hasta que la investigación de Hoover pueda ser verificada de forma independiente, declaró Marais, los resultados deben ser considerados como "una huella de vida potencial." Los científicos, dijo, llevarán entonces la investigación para el siguiente nivel de control, que incluye una confirmación independiente de los resultados por otro laboratorio, antes de que los resultados puedan ser clasificados como "una huella de vida confirmada".
Hoover añadió que no está preocupado por el proceso y está abierto a cualquier otra explicación.
"Si alguien puede explicar cómo es posible tener restos biológicos sin nitrógeno, o con nitrógeno o por debajo de los límites de detección que tengo, en un período de tiempo de tan solo 150 años, estaría muy interesado en escucharlos."
"He hablado con muchos científicos sobre esto y nadie ha sido capaz de dar una explicación", concluyó Hoover.
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