Cuando se comercio de Dejar de Fumar muchas son las maneras que se presentan para lograrlo sin requisa hay algunas que en ingenuidad lo único que hacen es ayudar limitado el vicio pero al final hacer que este regrese. Y dos son los mas críticos y por eso queremos que los conozcas y veas el peligro que representan estas pseudo-soluciones para quien desea en realidad dejar la tóxico de una vez y para siempre.
Primero entendamos que la idea de dejar de fumar significa dejar de tener tóxico en el cuerpo y conocer cómo manejar los posesiones de la moderación durante el proceso para que el cuerpo, poco a poco se acostumbre a habitar librado de ese nefasto químico. Y ese es precisamente el problema de usar parches, o peor aún del “vaping” o uso de cigarrillos electrónicos, nadie de los dos te hace habitar sin tóxico, solo te reducen la cantidad de este en el cuerpo pero mantienen el meta psicológico y físico de hacerte faltar la presencia de este en el cuerpo.
PARA DEJAR DE FUMAR HAY QUE ELIMINAR LA NICOTINA DE RAIZ
Y este el hecho radical. No podemos murmurar de dejar de fumar y ser libres si mantenemos tóxico en el cuerpo, esto en el caso de los parches. Porque recordemos que los parches solo cambian la forma en que la tóxico llega al cuerpo, no la eliminan. La idea del método de Allen Carr es eliminar la tóxico de raíz y hacerlo por medio de un método en que el pilar fundamental es tu entendimiento de la situación y el apoyo de tu clan cercano para obtener que llegues a la meta.
De eso se comercio en ingenuidad, de crear un hábitat y una medio en la poco a poco vayas alejando la tóxico y sus posesiones de tu cuerpo pero sin tener que mantenerla adentro de él sin importar la dosis o cantidad (recordemos que los parches se venden bajo la falsa premisa de que al dominar la ingesta de tóxico se logra dejar el tabaquismo). El método de Allen Carr se podio en el educación y el apoyo de un clan de primera fila formado por amigos y comunidad que mantienen al interesado en un hábitat librado de tabaco y empachado de apoyo lo que permite que este pueda trabajar el proceso si indigencia de alternativas que en ingenuidad solo harán que regrese al cigarro.
El caso del “vaping” o uso de cigarros electrónicos es aún más espinoso pues muchos jóvenes, especialmente, han comenzado a utilizar estos dispositivos bajo la falsa premisa de que no representan lo mismo que fumar tabaco y que por consiguiente no tendrán los mismos posesiones perniciosos de aquellos. Está sin requisa comprobado que estos dispositivos solo son un puente para caer en el consumo de tabaco como tal pues crean la misma ansiedad y posesiones psicotrópicos, de hecho ya se documentan casos en que jóvenes que ayer no padecían ningún tipo de problema psicológico han comenzado a padecer desordenes de ansiedad y ataques de pánico como resultado de su consumo de cigarros electrónicos.
En conclusión, debemos entender que el único método efectivo para dejar la tóxico y habitar en espontaneidad es precisamente eso, no tener esta sustancia en el cuerpo y memorizar a aceptar un proceso que hará que nuestro cuerpo se librado de ella poco a poco y con el apoyo de quienes nos aman y quieren que gocemos de esa espontaneidad.