Las manualidades en las escuelas, se realizan en un momento en el que tienen un sentido para el desarrollo del niño. Ahora la neurociencia también le encuentra un sentido más allá de su utilidad y desarrollo de la creatividad.
La naturaleza rítmica y repetitiva de la elaboración de un mosaico requiere un alto grado de concentración por parte del alumno. El resultado es una actividad calmante, reconfortante y contemplativa que les ayuda a aliviar el estrés, a ser menos ansiosos y más felices.
Las manualidades, entre ellas el mosaico, se convierten en una práctica de atención plena, en una forma de meditación, con el impacto positivo en la salud mental y el bienestar que ello genera: más sosiego, menos ansiedad, más tranquilidad, más felicidad y en definitiva un aumento de la autoestima.
Curiosamente, según Betsan Corkhill terapeuta Inglés, el estudio también encontró que las personas que hacen manualidades en grupo, eran incluso más felices que las que lo hacían en solitario.
Los cinco beneficios de la elaboración del mosaico en grupo:
– Desafío mental y resolución de problemas: elimina la depresión, aumenta la autoestima, favorece la tenacidad ante la adversidad, reducción del estrés y la agresividad
– Conexión Social: potencia la desinhibición y la tolerancia, favorece la sinergia entre los alumnos y el aumento de la paciencia
– Desarrollo psicomotor: coordinación mano-ojo, percepción espacial y destreza motora fina
– Centrar la atención y los pensamientos en una tarea: aumenta la capacidad de concentración y la memoria
– Fomento de la creatividad activa: da un sentido de orgullo, plenitud y logro: aumento autoestima y favorece la perseverancia
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