Cuando vamos a un restaurante japonés a veces no sabemos lo que pedimos y otras muchas llamamos sushi a todo, sin saber que sushi es la palabra genérica para un amplio recetario. Para salir de dudas y aprender más sobre la siempre sorprendente cultura nipona, os traemos esta entrada con cinco nombres propios del sushi.
Además, para ampliar información, no dejéis de visitar nuestra Enciclopedia Cocinista, donde hemos preparado una guía muy completa sobre la cocina japonesa.
¿Encontraremos el Umami? Aquí van los términos
SHOUYU
Por su nombre original quizá no os diga nada, pero es la
salsa de soja que acompaña casi siempre a los diferentes tipos de sushi. Es muy salada. Seguramente, más de una vez habéis mojado el arroz del sushi en ella, pero los expertos no lo comen así, sino que giran la muñeca para que
sólo se empape el nori o el pescado.
SASHIMI
Este termino quizá si os suene, porque es conocido en occidente. Consiste en en
pescado crudo, cortado con mucha delicadeza y servido de una manera original. La gracia está en descubrir
las texturas. Se come despacio y se puede mojar un poco en salsa de soja, pero sin pasarse.
MAGURO
Es el pescado que más adoran los japoneses para disfrutarlo en sashimi. Se trata de lo que nosotros conocemos como
atún rojo, un manjar en los paladares nipones, quienes pagan precios altísimos por su consumo. En España, por suerte, es mucho
más económico. Lo mejor es comerlo
fresco, porque al congelarlo puede coger un tono de color poco apetecible. Su sabor es suave y su textura, simplemente, increíble.
AMA EBI
Suena a palabra en euskera, sin embargo, es una
gamba o un langostino que se come en crudo. Es una manera diferente de disfrutar de un langostino, ya que al cocerlo cambia radicalmente de sabor. Os sorprenderá, seguro, ya que desprende unos
toques muy dulces. En algunos restaurantes lo sirven en forma de sushi sin cáscara junto a una tempura de sus cabezas fritas.
NIGIRI
A las
bolitas de arroz con una tira de pescado encima se las conoce como nigiri, que significa en japonés puño. Para hacer nigiri hay que tener las manos mojadas para evitar que todo el arroz se nos quede pegado en las manos. Después hay que tener cuidado para que quede junto, pero no se apelmace. Cuesta al principio, pero una vez se le pilla el truco, no habrá quien os pare.