En un futuro lejano, luego de la devastadora Cuarta Guerra Mundial, humanos y androides se apiñan en las calles de Nueva Beijing, una de las seis comunidades de la Tierra. Una enfermedad mortal está arrasando la población. Y desde el espacio, la reina lunar observa cómo la peste lo va devorando todo, confiada en lograr el control del planeta. Cinder tiene 16 años y trabaja como mecánica. Su pasado es un misterio y su presente, no puede ser peor, bajo la tutela de su madrastra, que la explota y la denigra constantemente. Hasta que su camino se cruza con el del príncipe Kai, y se ve en medio de un conflicto intergaláctico y de un amor imposible. Atrapada entre la peste y un gran secreto, no sabe si escoger la libertad o la inmolación, hasta que ya no tiene opción y no puede elegir. Sin embargo, ella es especial. Ella es la única salida. Después de todo, así son los cuentos de hadas...
Gracias a V&R Editoras por el ejemplar.
Cinder es un libro que todos esperábamos, creo yo. Un libro que nos rompió el corazón cuando nos enteramos de que en España iban a descontinuarlo, y que por lo tanto jamás iba a llegar a nuestros lares.
Pero todos amamos mucho y muy fuerte a V&R Editoras cuando dijeron que sí, que por fin íbamos a tener estas bellezas. Todos lloramos y nos abrazamos cual final de Mundial, y su lectura fue mejor que Higuaín no errando penales.
Antes que nada, rescatemos el género: me encantó que sea un retelling. Nunca había leído uno, pero claramente gracias a esta preciosura quiero leer muuuchos más (y ojalá haya un gran, gran boom con el género y no tan poco como viene habiendo hasta ahora).
Por un lado estaba muy cómoda leyendo porque era una historia que me era conocida, pero por otro no paraba de sorprenderme. Aún cuando muchos hablan de Sailor Moon, el cual (aún) no he visto, me pareció que tenía los toques necesarios de la historia original y muchas, muchas, muchas cosas nuevas que lo hacen totalmente nuevo y dinámico. Sinceramente sigo medio pasmada con la forma de crear una historia completamente diferente basándose en otra... y aún más diciéndolo. Quizás si no fuese un retelling se podrían encontrar algunas cosas para comparar, aunque creo que no nos daríamos cuenta del todo de que se trata de una Cenicienta futurizada.
Y aún así, tan dinámico como creo que es, me pareció que tenía un perfecto equilibrio en la duración de la escena y el desarrollo de ella; no se apura, no se detiene en cosas que no se tiene que detener. Nos cuenta lo que tenemos que saber de una forma justa, tirándonos la soga sin que sobre enrollada en el piso, y poco a poco puede ir llevándonos hacia las conclusiones. No busca una excusa para contarte cómo es todo porque te das cuenta solo, porque los personajes son coherentes durante toda la historia y porque no lo necesita.
Y hablando de los personajes... voy a ser lo más biased del mundo: son únicos y los amé a cada uno de ellos (incluso -y mucho- a los malos). Están tan bien desarrollados, tan bien formados y son tan coherentes con ellos mismos que no pude llevarme mal con ninguno. Tienen todos unas personalidades tan definidas que sorprende que no sean personas de carne y hueso. Y esto porque, en realidad, representan mucho a las personas, que es algo que no se ve demasiado en personajes ficticios.
Meyer los hace tan reales que los malos no son malos ni los buenos son buenos, sino que todos tienen ese algo que los hace luchar con su parte clara y oscura. Son reales, son personas, son como todos nosotros que tenemos un poquito de cada cosa dentro nuestro.
Cada uno de ellos ha pasado por cosas buenas y malas, experiencias que los marcaron y definen como seres (humanos o no). Esas experiencias los hacen actuar de una u otra manera a lo largo del libro, y es algo que se aprecia del otro lado de la página: los lectores leemos personajes que, aunque quizás no lleguemos a identificarnos del todo, podemos sentirlos como personas que realmente podrían hacer lo que están haciendo, como personas que lo hacen por su forma de ser y no sólo porque son personajes ficticios forzados a hacer x cosa por el/la autor/a.
Hay dos cosas que aún no sé si me gustaron del todo.
La primera es el tema de las pistas que da para poder atar cabos antes de que se produzcan las cosas. Ya sé que antes dije otra cosa, pero no se contradicen sino que se complementan: está muy buena la forma de ir soltando pequeñas puntas para que nosotros podamos agarrarlas e identificarlas pero a la vez, a veces, son demasiadas.
Soy de esas lectoras que suele adivinar los misterios o lo que va a pasar muchas hojas antes de que en realidad empiece la acción, pero si me dan herramientas para hacerlo no le encuentro demasiado la gracia. Es decir sí, agradezco que las cosas se den de a poco para que al final no sea como una piña directa a la nariz, pero a lo largo de la historia hay dos o tres partes, por lo menos, en que tira mucha información muy obvia. Y si no lo notaron es que son de esos lectores que no encuentran ninguna pista hasta que cae una bomba y se mueren todos los personajes de repente (¿?).
La segunda es la mini-precuela que la edición en español trae. No hablo de la versión en español, sino que aclaro porque no tendría por qué reseñarla acá si fuera la versión en inglés, que está en ebook :P
Fue una cosa muy rara. Entendí por qué está escrita, pero me pareció demasiado boba como para haber sido escrita por la misma autora. Boba porque, si bien está escrita desde la perspectiva de una Cinder mucho más chica, me sonó a que tiene un tono demasiado forzado para sentirlo así.
La historia me gustó, pero me pareció demasiado dramática para ser tan corta; creo que la autora tendría que haberle dedicado unas cuantas páginas más para desarrollarla como venía desarrollándose con Cinder en general... y haber tenido un tono menos infantil y más de niño. Juro que en mi cabeza esa oración tiene sentido.
De todas formas, Cinder es un libro que todos van a amar. Ágil, dinámico y con personajes muy realistas a pesar de lo retelling/distópico/ciencia ficción/whatever, es una historia que te atrapa desde la beiesah de portada que tiene ♥