Cine Ambiental; En el corazón del mar

He visto muchas películas con un buen contenido ambiental y otras con pequeños mensajes subliminales, pero vamos a estrenar la sección de cine verde con la última película que he visto con algún mensaje y es “En el corazón del mar”


Sinopsis;
En el invierno de 1820, Owen Chase (Hemsworth) y otros marineros de la tripulación del Essex sobrevivieron en alta mar en durísimas condiciones después de que el barco chocara con una enorme ballena blanca. Owen, obsesionado con la idea de dar caza al cetáceo, se enfrentó a las tormentas, al hambre y a la desesperación. Inspirada en la historia real en la que se basó Herman Melville para escribir el famoso relato 'Moby Dick'.
Reparto;
Chris Hemsworth, Benjamin Walker, Cillian Murphy, Tom Holland, Ben Whishaw,Brendan Gleeson, Michelle Fairley, Charlotte Riley, Joseph Mawle, Jordi Mollà,Andrew Crayford, Jamie Sives, Donald Sumpter, Paul Anderson, Frank Dillane
Año; 2015
Duración; 121 min.
País; Estados Unidos
Puntuación; 6,3
Fuente: Filmaffinity 
Como bien dice la sinopsis, la película cuenta la historia “original” en la que se basó Herman Melville para escribir el tan famoso libro de “Moby Dick” que he tenido el placer de leer, aunque bueno, me espera más, las cosas hay que decirlas.
En esta sección no me voy a centrar en hablar sobre la película como es, si me gustó la historia (que si), la música, etc. Me centraré especialmente en el contenido ambiental que este caso es más que obvio, la caza de ballenas.
No sé mucho sobre la caza de ballenas a lo largo de la historia (de nuestra historia) solo que muchos años atrás ya existía esta cacería pero sobre todo con un fin justificado, la supervivencia y poder subsistir. 
No fue hasta el siglo XIX (tiempo en el que transcurre la historia de la película) cuando cazar ballenas se puso de “moda” por la tremenda demanda de aceite. La revolución industrial no fue nada buena para estos mamíferos que conocieron el auge de esta práctica tan brutal de primera mano.


No solo estuvieron en peligro en este siglo sino que en el siglo XX la caza continuó siendo indiscriminada y  la población global de cetáceos descendió drásticamente.
Solo un ballenero pudo haber matado a unas 3.000 ballenas que se distribuye a 4.500 toneladas de carne, 163.000 barriles de aceite comestible (destinado a fabricar margarina), 10.000 barriles de esperma, 170 toneladas de extracto de carne y otras 3.000 toneladas de carne para convertir en forraje para ganado.
Sólo en 1956, en una fábrica rusa, fueron procesadas más de 980 toneladas de piel de ballena para ser convertidas en suelas de zapatos.
Debido a la falta de control y regulación en la caza de ballenas se estima que durante el siglo XX 360.000  ballenas azules murieron presa de buques balleneros. Para 1960, la población de estos seres se estimó en sólo mil individuos.
A día de hoy, todavía siguen dándose caza, acercándose al punto culminante de su total extinción, por suerte hay leyes que prohíben y regulan la caza pero siempre existen pequeñas poblaciones en varios países que salen para capturar y matar cetáceos, ya sea de forma legal o ilegal ya que se puede obtener;

• Aceite de ballena: Aceites para usos industriales, iluminación y alimentación.
• Espermaceti: Cosméticos, lápices labiales, lápices grasos.
• Ámbar gris: Fijadores de perfumes, considerado como el más valioso de los productos de la industria ballenera.
• Glándulas endocrinas e hígado: productos farmacéuticos, hormonas, vitamina A.
• Carne: Representa el 1,7 % de la carne consumida en Japón

Dicho esto, os dejo un momento para reflexionar, en la película realmente se observa la demanda de aceite, carne y piel pero algunos productos son de esta época y me pregunto ¿por qué volvemos, o seguimos, mejor dicho, cazando ballenas?
Desafortunadamente en el pasado se han cometido muchos errores pero es eso, pasado que a lo largo de los años se hace historia, historia que negamos a observar y aprender y por tanto condenados a repetir hasta el punto de llegar a arrepentirnos en el último momento de nuestras vidas.

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