«Era absolutamente necesario dar peso a la brutalidad de Alex, de lo contrario creo que se produciría una confusión moral con respecto a lo que hace el gobierno. Si hubiera sido un pequeño delincuente, se habría dicho: «Sí, claro, por supuesto, no está bien que le apliquen este condicionamiento psicológico, es demasiado horrible y a fin de cuentas tampoco era tan malo». Por otro lado, cuando le hemos mostrado cometiendo unos actos tan atroces, y todavía nos damos cuenta del inmenso mal que es, por parte del gobierno, convertirlo en algo menos que un humano para volverlo bueno, pienso que la idea moral esencial del libro está muy clara. Es necesario que el hombre tenga la posibilidad de elegir entre el bien y el mal, aunque decida elegir el mal. Privarle de esta posibilidad de elección equivale a convertirle en algo menos que humano, una naranja mecánica».
(Stanley Kubrick en una entrevista para la revista Sight and Sound, 1972)