A apenas un día del comienzo de la X edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla, Cine en Serio se prepara para adentrarse otro año más en las propuestas de uno de los festivales más interesantes y arriesgados para los amantes del séptimo arte. Os iremos diseccionando lo más importante de todo lo que suceda en estas emocionantes jornadas.
Para encarrilar un poco el camino que llevaremos estos días, comenzaremos con una Sección Oficial a la que le tenemos muchas ganas. Me muero por hincarle el diente a la nueva película de Bruno Dumont (Camile Claudel 1915) protagonizada por Juliette Binoche, a The Immigrant de James Gray, al Gran Premio del Jurado en el último certamen del festival de Venecia: Stray Dogs, o a La Grande Bellezza de Paolo Sorrentino. Pero la cosa no acaba aquí, las nuevas películas de Arnaud Desplechin, Claire Denis o Lukas Moodysson ponen el listón muy alto en esta destacada sección donde habrá mucho más por explorar.
Dentro de la sección Las Nuevas Olas, subrayaría en rojo el cara a cara de los cineastas Richard Linklater vs James Bennig y el documental sobre los Stones Roses. Me adentraría en los años ochentas españoles en El Futuro, y sucumbiría a los encantos de Léa Seydoux en Grand Central.Saltando entre secciones, podremos ver desde un Godard en 3D (3x3D en Focus Europa Portugal) a un Pablo Llorca reincidente en este festival con su Un Ramo de Cactus (en la sección Resistencias), una ganadora de Sitges como Borgman o una Robin Wright animada en The Congress (ambas dentro de la selección EFA).
Será también un buen momento para disfrutar en pantalla grande de la filmografía de Léos Carax o para reencontrarse con Gonzalo García Pelayo y sus Alegrías de Cádiz tras el buen sabor de boca que dejó el año pasado.
Los itinerarios posibles son múltiples, y diseñarse un camino a medida entre tanta variedad de cine es posible con un poco de paciencia. Pero lo más excitante en estos casos es dejar un hueco a la sorpresa. Esta oportunidad única para descubrir historias, nuevas formas de mirar, gemas ocultas que de otra manera jamás verían la luz para el gran público. Y sí, digo gran público porque las multitudinarias sesiones del festival son ya míticas, y no hay nada que nos satisfaga más que ver como una gran audiencia disfruta de un cine de autor a priori más complejo. La labor de educación, regeneración y creación de un público inquieto y crítico del Festival es en este caso encomiable.
Todo está ya casi a punto. Las taquillas de los cines son un hervidero de estudiantes, fieles, cinéfilos y curiosos. La expectación es muy alta. Se palpa en el ambiente que algo grande puede pasar. La energía está a punto de eclosionar porque ¿podríamos estar ante una de las mejores ediciones del Festival de Cine Europeo? Estad atentos, acomodaos y lo comprobaremos.