Volvemos a meternos en la cocina. Esta vez viajamos hacia Oriente para adentrarnos en los placeres de la gastronomía china.
'Comer, beber, amar (Yin shi nan nu)', dirigida en 1994, es el tercer largometraje de Ang Lee. Tuvo un gran éxito tanto por parte del público como por parte de la crítica a nivel nacional e internacional. Además, recibió varios premios y nominaciones. Todo ello, sumado al éxito que cosecharon también sus anteriores películas, contribuyó a que se le abrieran las puertas de la industria americana.
La traducción literal del título original sería "Comer, beber, hombre, mujer" y hace alusión a algunos aspectos fundamentales que nos nutren, como son la comida, la bebida y el amor, las relaciones interpersonales.
Es su primera película rodada en Taiwan, ya que sus dos primeros filmes (que trataban de personajes chinos afincados en América), aunque son de producción taiwanesa, se filmaron en EE.UU.
'Comer, beber, amar' nos presenta al maestro cocinero Chu (Sihung Lung), viudo y al borde de la jubilación y a sus tres hijas. Él es un hombre parco en palabras, poco dado a expresar sus sentimientos que ve cómo sus hijas van crecido y se van alejando cada vez más de él. Pero hay algo que no perdona: los domingos reúne a toda la familia a la hora de la cena para disfrutar de los manjares que él mismo prepara.
La hija menor, Ning (Yu-Wen Wang), es una alegre joven que trabaja en un restaurante de comida rápida. Una muchacha a la que los demás siguen viendo como una niña pero que ya no lo es.
Chien (Chien-lien Wu) es una ejecutiva de éxito en una compañía aérea, empresa donde está muy bien valorada. Su mayor sueño es independizarse de su familia. Rehuye los compromisos amorosos para centrarse en su carrera. Pero una serie de acontecimientos y descubrimientos harán que se replantee muchas cosas.
La hija mayor, Jen (Kuei-Mei Yang), es profesora. Tras sufrir un desengaño amoroso hace años, se cierra al amor y se aferra a la religión, convirtiéndose al cristianismo. Pero hay cosas que no se pueden frenar.
También son importantes en la trama las vecinas: Rong, una joven separada amiga de sus hijas, su hija pequeña y su madre, que acaba de regresar de EE.UU.
Otro personaje secundario pero fundamental es Wen, antiguo compañero de fogones de Chu y amigo desde hace muchos años de la familia.
A lo largo del metraje todos los personajes van a sufrir cambios importantes en sus vidas. Se nos muestra cómo, de un día para otro, todo puede variar. Cómo la vida transcurre forzando a tomar decisiones. También habla de la necesidad de comunicación, de la ocultación de sentimientos, del autoengaño y las mentiras hacia los demás para protegernos y protegerlos...
Y continuamente se nos muestran los choques entre lo tradicional y la modernidad que amenaza los valores y costumbres ancestrales.
Ang Lee plantea una película agridulce, donde los momentos dramáticos están salpicados de toques más ligeros, de un sutil humor.
Para la parte gastronómica, fundamental en la película, el director no dejó nada al azar. Contó con la ayuda de tres chefs de reconocido prestigio para elaborar los platos que aparecen, así como con numerosos especialistas en comida.
En pantalla aparecen unas cien recetas diferentes. Todas y cada una de ellas fueron preparadas realmente con todo el mimo. Incluso las que solo se ven unos segundos. Para asegurar la autenticidad de las recetas que se ven en el filme, se pidió al consultor experto en comida Lin Huei-Yi que hiciera una selección de recetas. Además, éste entrenó a los actores en la elaboración de los platos que sus personajes tenían que preparar ante la cámara. Se diseñó una coreografía especial para imitar los movimientos de los cocineros tradicionales.
En suma, 'Comer, beber, amar' hace un análisis lleno de sentimiento de las relaciones humanas desde la sencillez. Vemos confrontaciones y sentimientos que son universales. Un magnífico festín visual que alimenta sólo con verlo.
Se hizo un remake norteamericano en 2001: 'Tortilla soup', de Maria Ripoll. No os puedo decir si este remake merece la pena o no porque no lo he visto.
PATO LACADO A LA PEKINESA
Por petición de un amigo que quería saber cómo se hace el pato ese que sale el señor Chu inflando en la película, aquí os dejo una versión de la receta extraída de aquí, aunque aviso que es laboriosa.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
1 pato de unos 2 kg., desviscerado
1 Cebolla
2 trozos pequeños de jengibre
1 cucharada de sal
1 cucharilla de las cinco especias
1 cucharilla de vino de Arroz o jerez seco
Para escaldar el pato:
10 tazas de Agua
3 cucharadas de sal
Para lacarlo:
1 cucharada de salsa de soja
2 cucharadas de Miel
Para la mesa:
4 cucharadas de salsa hoi-sin
Pinceles de cebolla
Bastoncillos de 3 centímetros de Pepino
Crepés mandarines (no sé si se venden preparados)
ELABORACIÓN
1- Lavar bien el pato por dentro y fuera. Tratar de mantenerlo armado con un palito por dentro del pato. Ahora con un canuto muy pequeño, lo metéis entre la piel y la carne y sopláis, para tratar de despegar la piel de la carne y así luego la presentación de la piel será más fácil.
2- Una vez limpio el pato, secarlo bien por dentro y fuera, frotar el exterior e interior con la mezcla de la cebolla, jengibre, cucharada de sal, las cinco especies y el vino. Una vez bien frotado, sacudir las partículas adheridas a la piel, recoger todo, meterlo en el interior, cerrar las aberturas con unos palillos.
3- Poner a hervir el agua y las 3 cucharadas de sal, una vez hirviendo, escaldar el pato, darle unas vueltas y rociar la parte no sumergida con el agua hirviendo. Tirar el agua y pintar el pato, con la miel disuelta en la salsa soja, pero no en exceso.
4- Colgar el pato por el cuello en un lugar bien ventilado, con algo de corriente, hasta que el pato este seco, a las doce horas, se vuelve a pintar, lo ideal es que nos absorbiera todo el liquido del lacado. Al final tocarlo para comprobar que esta seco. La piel no tiene que estar húmeda, si lo asásemos estando la piel húmeda, ésta después de asada nos quedaría arrugada. Si toda la piel esta seca, la piel estará una vez asada firme y brillante y ya si lo tenemos las 24 horas de rigor, la piel estará crujiente una vez asado el pato.
5- Precalentar el horno a 200ºC. Poner agua en una rustidera, en la parte baja del horno y poner el pato en una rejilla en la mitad del horno. Todo el goteo del pato durante el asado deberá caer dentro de la rustidera para que no nos haga humo al quemarse esta grasa si cae en otro lugar y nos perturbe para obtener un buen asado. Asarlo por 20 minutos, cambiándolo de posición. Antes de reducir la temperatura del horno, el pato deberá tener ya color marrón dorado. Bajar el horno a 150ºC y asarlo por 60 minutos. Volver a subir la temperatura a 190ºC. Se tiene hasta que la piel esté durita y crujiente. En esta última fase se quita la rustidera. Sacar del horno y cortar la piel en pequeñas porciones, dejando la piel en su lugar a ser posible.
Por cierto, si alguien se atreve con el pato estaremos encantados si nos envía una foto inflándolo.
Esta vez vamos a dar una alternativa dado el engorro de la receta propuesta. Si no os queréis complicar la vida, podéis animaros con la siguiente receta (extraída de aquí):
POLLO AL VAPOR CON HONGOS NEGROS
INGREDIENTES
3 muslos de pollo
6 hongos secos negros
2 cucharaditas de salsa de soja
½ cucharadita de vino de arroz
1 cucharadita de Maicena
1 cucharadita de agua
2 cucharaditas de cebollino picado
ELABORACIÓN
1- Quitar la piel de los muslos de pollo y cortarlos por la mitad.
2- Remojar en agua las setas hasta que estén blandas, descartar los tallos y cortar la parte superior a la mitad.
3- Mezclar el pollo, las setas, la maicena y los condimentos en un tazón grande.
4- Marinar durante ½ hora.
5- Cocinar los alimentos al vapor a fuego alto durante 20 minutos.
6- Apagar el fuego y espolvorear con el cebollino.
8- Y listo para degustar.