A estas alturas todos deben saber de que va la historia del Grinch, mientras en villa quien los habitantes se preparan para una celebración llena de regalos, batallas por quien decora mejor sus casas, arboles gigantes, disfraces, y comilonas, el Grinch (el mencionado Jim Carrey, fenomenal) asusta a un dos parejas de adolescentes y decide bajar a causar estragos, por azar del destino conoce a la dulce Cindy Lou (una pequeña Taylor Momsen derrochando ternura) y la pequeña se interesa en el Grinch, en porque es asi y lograr despertar el espíritu navideño que tanto brilla en ella, entabla una amistad con él y todo parece resolverse en el festival pero el malvado alcalde (Jeffrey Tambor) ¿acaso existen de otros? que desde pequeño era un matón que trauma al Grinch por andarle ganando a su novia que ahora es casi su esposa (Christine Baranski), le hace una jugarreta que despierta lo peor del sufrido protagonista.
De aquí vemos la parte mas iconica del relato, y la mas esperada de la cinta, en un montaje con el Grinch robándose los regalos, la comida, los adornos y hasta la comida para destruir la navidad, solo para darse cuenta de que la navidad es mas que eso y despertar su espíritu navideño salvando a la pequeña Cindy Lou, para estos momentos de la cinta lo cierto es que ya me ha ganado, no puedo evitar sentirme contento, navideño, y despues del final escuchando la voz de Anthony Hopkins como el narrador se me hace un nudo en la garganta mientras sostengo las lagrimas, y es que Howard y Carrey lo lograron, plasmaron el mensaje del Dr. Seuss que tiene una prosa prácticamente imposible de trasladar a un medio cinematográfico, pero el espíritu llego ahí, y funciona tanto para niños como para adultos, con esos chistes picantes, y hasta para los cinefilos con referencias hasta al mismo Ron Howard filmando, justamente así es como se graba un blockbuster navideño, o de cualquier epoca vaya.
Calificación: Bien