A niños y no tan niños
que se quieran acercar
va dirigida esta historia
que les vamos a contar.
Érase una vez, allá en tiempos muy muy remotos, anteriores a la Edad del Crecimiento Negativo, un muchacho de aspecto peculiar e imaginación desbordante llamado Tim Burton, más conocido en su barrio como "Axe Wound (Herida de Hacha)" por su afición a recrear parodias de delitos sangrientos para horror de sus vecinos. Empezaban los años 80 del pasado siglo y un buen día, mientras paseaba por una calle de Los Ángeles, se fijó en un escaparate y se quedó pasmado. Mezclados se hallaban esqueletos, figuras de Santa Claus, calabazas, árboles de Navidad...
"¿Qué es esto? ¡Qué desazón!
Me ha llegado al corazón"
debió pensar el pobre Tim.
¿Y qué era? Pues nada raro. Simplemente terminaba Halloween y empezaba el "ataque navideño". Pero la mente de Tim no paraba de dar vueltas a lo que había visto. De repente se dijo:
"¡Ya sé lo que voy a hacer!
¡Un poema escribiré!"
Y dicho y hecho, se puso manos a la obra y escribió un bonito poema para niños: "Nightmare Before Christmas", que ilustró con dibujos peculiares.
"¡Qué bonito me ha quedado!
¡Yo mismo me he impresionado!"
Tan bonito, que pensó que a partir de esa idea se podría hacer un cortometraje. Y como por entonces se encontraba trabajando como dibujante en una fábrica de cuentos llamada Disney, les ofreció la idea a sus encorbatados jefes. Pero a estos les gustaban las princesas rubias y las brujas morenas, así que no veían a un esqueleto y a una harapienta muñeca de trapo como protagonistas de un cuento infantil:
"Con esto los niños se van a asustar,y mucho dinero no vamos a ganar..."
Así que el pobre Tim guardó su historia en un cajón. Pero el caso es que no se la podía sacar de la cabeza, y cuando ya era un director tan, tan, tan conocido que los pelos se le habían puesto de punta, se encontraba trabajando con un amigo suyo llamado El Compositor Danny Elfman en la película 'Eduardo Manostijeras' y le enseñó el secreto que tenía guardado en el cajón. Danny, que era muy chuleta le dijo:
"¡Pero esta historia es la leche, jo.....lín,ahora mismo me pongo a componer!"
Y así, incluso antes de tener un guión, empezaron a trabajar con la música. Y la historia era tan, tan, tan bonita, que lo que era un proyecto de corto se iba convirtiendo en todo un largometraje.Mano a mano, verso a verso, Elfman y Burton prepararon las canciones. Tim describía la historia y Danny escribía las canciones y las grababa en su estudio. Puso voz, durante las pruebas de audio, a tooooodos los personajes. Bueno, a todos no, a Sally no le puso su voz. En el largometraje final, Elfman daría voz a Jack. Las diez canciones compuestas ayudaron a definir los personajes e ir avanzando en el argumento de la película.
"La historia está casi lista. Necesitamos guionista"
Y allí apareció Caroline Thompson, que tuvo que escribir el guión a partir de las letras de las canciones y caracterizar a unos personajes aún no creados. Luego vino Michael McDowell que se ocupó de adaptarlo.Y por fin, la fábrica de cuentos de princesas rubias se decidió a invertir un poco de dinero para que toooodos los niños del mundo pudiesen disfrutar con una calavera.
"¡Pero qué me dices maldito,¿que no van a ser dibujitos?!"
Y es que nuestro director se había empeñado en hacer su película con la técnica de stop-motion, como en su primer cortometraje, 'Vincent', y que básicamente consiste en hacer muñecos y moverlos muyyyyyy despacito, hacién- doles una foto en cada pequeño cambio, para que luego cuando se proyectan todas las fotos muy deprisa una detrás de otra parezca que se mueven.
"¡Buf, menudo mogollón!Necesito una legión."
Algo menos de 18 millones de dólares tenía el pobre Tim para hacer su película, sólo una fracción de lo que costaba un largometraje de animación normal, pero a ello se puso con mucho ánimo fundando una compañía de producción llamada Skellington Studios.
"Caray, qué poco dinero...No me da ni para un mero."
Como 'Batman', el hombre murciélago, le tenía atrapado y no podía hacerse cargo de la dirección, llamó a Henry Selick para esos menesteres. Y juntos reunieron un equipo de 14 animadores y otros artistas que empezaron por realizar los bocetos de los personajes. Luego hicieron las maquetas de cartón que fueron utilizadas de guía para la construcción de los escenarios finales. Después las marionetas, con un detallado esqueleto de metal y látex inyectado.
"Jefe, hay un problema de difícil solución,¿cómo conseguiremos que tengan expresión?"
Pues muy fácil, en algunos casos hicieron que las marionetas tuvieran bocas que se movían manualmente, mientras que los personajes principales tenían cabezas intercambiables con distintas expresiones. Jack, el prota, tenía nada menos que 180 cabezas reemplazables y Sally también un buen número, aunque en su caso como era muy suya y no quería que le estropeasen el peinado eran caretas en lugar de cabezas.Mucho cacharro, la verdad, 230 escenarios, más de 200 figuras stop-motion y todo por allí en medio, porque en algunos momentos llegaron a trabajar de forma simultanea en 19 de las 20 secciones del proyecto. Menudo lío, porque cualquier tropiezo que moviese un escenario o una figura arruinaba el trabajo de muchos días. Y lo leeeeento que iba todo, tanta gente trabajando y solo se conseguían 70 segundos de película acabada a la semana.
"¡Qué lío! ¡Qué situación!¡Un jaleo del copón!"
Se quejaba Selick.
"¡Qué dices Henry, no seas cagueta!¿Y esa cámara, por qué está tan quieta?"
Pues sí, menudo rollo el sistema tradicional de rodaje con stop-motion, sieeeempre con la cámara fija. Nuestros amigos, dispuestos a complicarse la vida todo lo necesario, echaron mano de El Mocon, el alma de un monstruo informático que permitía el control del movimiento de imágenes por ordenador, y con él crearon El Robot que les permitió realizar giros e inclinaciones a cámara lenta de forma sincronizada con los muñecos. Así por primera vez, se pudieron grabar los personajes animados como si realmente se estuvieran moviendo por el escenario.
"Esto ya es otra cosa.
Va a quedar maravillosa."
Por fin ya estaba todo el circo montado: animadores, atrecistas, artesanos, los friquis de los ordenadores, la guionista que cada cierto rato decía "¡otro personaje, tengo otro personaje!"; el director, siempre gritando "¡que le cambien la cabeza!"; el compositor canturreando por aquí y por allá; Tim, al que todos temían cuando descubrían un característico brillo en sus ojos que anunciaba su más famosa frase: "¡tengo una idea!"; el Mocon, los cientos de escenarios que se abrían y cerraban por diferentes secciones para que los animadores pudiesen meterse entre ellos y trabajar con las enormes marionetas...
"Es súper emocionante:¡Vamos, chicos! ¡Adelante!"
Sí que era emocionante, sí. Pero el rodaje fue lento. Muy, muy, pero que muy lento. A pesar de que intentaron hacer de forma simultánea varias partes del proceso, tardaron cerca de 3 años en terminar la película. Al final, 'Pesadilla antes de Navidad' ('The Nightmare Before Christmas') se estrenó en Estados Unidos un día antes de Halloween, el 29 de octubre de 1993. 'Pesadilla antes de Navidad' fue pensada originalmente para ser distribuida por Disney, pero cuando la película obtuvo la clasificación PG (Todos los públicos, pero con compañía parental recomendada), los ejecutivos de la fábrica de sueños pensaron que sus princesas rubias podían verse muy afectadas si algún malvado las comparaba con los extraños personajes de la película, y que era más apropiado que Touchstone Pictures, filial enfocada al público adulto, se hiciera cargo de la distribución. Como curiosidad, en España obtuvo una calificación Mayores de 7 años, pero no hagáis caso, la podéis ver todos.
"¡Qué nervios! ¿Qué pasará?¿Gustará? ¿No gustará?"
¿Queréis saber qué pasó? Pues el éxito en taquilla fue moderado. Costó encontrar la aceptación del público. Aunque llegó a recaudar una suma bruta de 73 millones de dólares, no se acercaba ni de lejos a otros filmes de éxito de Disney. La crítica en este caso supo ver lo que tenía delante y la recibió como un nuevo clásico del cine de animación. Fue nominada a la Mejor banda sonora original en los Globos de Oro de 1994, y obtuvo una nominación al Oscar por Efectos visuales. Pero perdió en ambas nominaciones.
"Pues os puedo asegurarque esto aquí no va a acabar"
Efectivamente, a Tim no le faltaba razón. Poco a poco, en gran parte ayudada por la distribución en vídeo, se fue convirtiendo en un película de culto. Alrededor de la película se fue creando además todo un negocio gracias al merchandising. El 20 de octubre de 2006 se estrenó en algunos cines una versión en tres dimensiones y remasterizada. Y todo apunta a que el tirón de esta película no va a terminar en muchos, muuuuchos años.
Pero no os vayáis ahora,
que esto acaba de empezar.
Ha llegado vuestro turno
de empezar a comentar.
¡Ya casi se me olvidaba!
¡Qué cabeza, de verdad!
Si es que se me va la olla
¿Será de tanto rimar?
Los miembros de nuestro Grupo
os queremos desear
a todos los visitantes
una Feliz Navidad.
Y la semana que viene hablaremos de... "Juan Nadie"
La semana que viene seguimos con la tanda de películas relacionadas, de un modo u otro, con la Navidad. Pero vamos a cambiar un poco el tono y nos vamos a poner más serios.
Os proponemos ver "Juan Nadie" ("Meet John Doe"), estupenda película dirigida en 1941 por Frank Capra.
Aquí tenéis algunas páginas de interés:
- Una crítica curiosa en CINeol.- En Criticalia.com podéis encontrar otra crítica.- En La Off-Off-Critica tenéis otra reseña sobre la película.- En www.unmundodecine.com, podéis leer un interesante artículo de la mano de Daniel Miera Arnaiz.- Y como siempre, os dejamos el enlace a la ficha de Filmaffinity.
La película sólo la hemos localizado en v.o. sin subtítulos. La podéis ver pinchando aquí.