Revista Cocina

CINEMEX y su tremendo, imperdonable maltrato al público.

Por Aaron Gelabert

El mundo se va a bolina, como dijera Silvio Rodríguez de la imaginación. Ni qué decir. LasCINEMEX y su tremendo, imperdonable maltrato al público. cosas están ya de cabeza, al revés de como deberían ser. Muy distintas de como eran hace unas décadas, cuando el cliente era lo más importante para los negocios y, en función de eso, era respetado, bien tratado, hasta consentido. Bueno, incluso se decía: " El cliente siempre tiene la razón ".

Hoy, en la mayoría de la tiendas, restaurantes, bancos, farmacias y otros lugares que tienen atención directa al público, el cliente sólo es un elemento más, que debe poner de su parte mucho

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, aguantar majaderías y poner su mejor cara ante las faltas de respeto y consideración por parte de empleados, recepcionistas, dependientes, meseros y empresarios.

Ejemplo al caso.- Una película es un bien de consumo -dejemos de lado la importancia de algunas como obras de arte, testimonios, documentos de una época, etc.-, un artículo por el cual pagamos para poder verlo, ya sea en streaming, en DVD, Blu-ray, por cable, por satélite o, como tradicionalmente: en el cine, sentados, con o sin palomitas, pero con esa intención de disfrutar las maravillas de la gran pantalla, la sala oscura, las vibraciones de las personas a nuestro lado, en fin, todas aquellas cosas mágicas que conforman lo excepcional del Séptimo Arte.

CINEMEX y su tremendo, imperdonable maltrato al público.

Cuando pagamos por una entrada de cine, pagamos por el derecho a poder ver la película de principio a fin. Y el fin de una película es al término de ella. Pareciera perogrullada, pero hay que reafirmarlo: acaba, cuando se acaba todo lo referente a ella, los créditos inclusive, pues hay muchas películas que llevan entrelazadas con los créditos escenas complementarias, tomas graciosas o fallidas, bloopers y detalles de muchos tipos, incluidos algunos de los temas musicales principales de la película, que son colocados completos hasta ese momento. Los créditos en sí son fundamentales para captar todo lo relativo al filme, para saber quién hizo qué, y para -precisamente- dar crédito a todos aquéllos que con su respetable talento participan en una producción cinematográfica.

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Pues en el mundo actual, especialmente en países tan irrespetuosos del Derecho de Autor como es México, incluso muchos canales de televisión cortan la transmisión de los créditos de la película y enciman el inicio de otra; o reducen la pantalla de los créditos de la película a un paralelogramo ilegible en un rincón de la pantalla principal, para poner las promociones del siguiente programa a cuadro, en el tamaño debido

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, pero irrespetuoso de la producción previamente transmitida. Actitud desgraciada e imperdonable en los canales que así lo hacen.

Pero en el cine? En las salas de cine? Pues sí. Ahí también. Y aun peor. En una actitud de agresión y menosprecio al público, cadenas como la tal Cinemex (además de sus otras faltas de respeto a las audiencias y de sus robos a mansalva en sus fuentes de sodas, dulcerías, etc.), que hace que los limpiadores y limpiadoras entren a hacer ruido, a barrer, a recoger la basura y, en general, a limpiar las butacas desocupadas...MIENTRAS AÚN NO ACABA DE TRANSMITIRSE LA PELÍCULA Y LOS CRÉDITOS ESTÁN AÚN EN PANTALLA, Y MUCHOS ESPECTADORES AÚN EN SUS BUTACAS!!! Imperdonable. Inaudito. En cualquier sala, pero aún más impensable, en una supuesta Sala Platino, donde

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tres personas pagan $405.00 por entrar a ver el filme, y sobre $436.00 en bebidas, botanas y smoothies...!

Además de la falta de respeto a los espectadores y a los que hicieron la película, distrayendo y haciendo ruido y hasta contándose chistes los empleados de la limpieza!, la falta de higiene al estar barriendo y levantando polvo con el público todavía ahí dentro, sentado.

En Cinemex Mundo E, mientras aún estaban en pantalla los créditos de "Atómica" ( Atomic Blonde), entró todo un grupo de limpiadores a recoger basura, barrer y sacudir, encima de nosotros y de unas veinte personas más, que aún disfrutábamos de la música del final y de los créditos. Me levanté y me aproximé a uno de los limpiadores que se encontraba cerca de la pantalla. Le señalé que era indebido lo que hacían. Con actitud déspota y mala educación me dijo que fuera a decirle al gerente.

Salí de la sala y busqué al "gerente". Le señalé lo indebido de su administración, de su acción. Me dijo que era necesario hacerlo así " para que la sala estuviera

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limpia para la siguiente función" (sic!). Me exalté. Le dije que uno paga por ver la película COMPLETA, NO PARA QUE LE ESTÉN BARRIENDO LA BASURA A UNO EN LAS OREJAS!

Puso cara de idiota y primero no supo qué decir. Luego atinó a murmurar, a regañadientes: " Pues sí...".

Salí con mi hija mayor, y con el amigo que nos había acompañado. Los tres bufando la falta de respeto por parte de Cinemex y su absurdo "gerente" de cuarta. De quinta.

Si toda la gente manifestase su inconformidad ante estas actitudes, otra cosa sería. Pero año con año, pareciera que la gente se sigue acostumbrando a ser maltratada.

Y el mundo sigue yéndose a bolina...

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