"Una canción para Marion" es una trágicomedia llevada a cabo por la mano del director británico Paul Andrew Williams. Marion (interpretada por Vanessa Redgrave) está enferma de cáncer en su fase final. Para hacer más llevadera su enfermedad y encontrar un remanso de paz acude cada tarde a una asociación de jubilados que se reúnen para cantar. Vive con su marido Arthur (interpretado por Terence Stamp), un hombre gruñón que ha perdido prácticamente la relación con su único hijo James.
Arthur es un jubilado cascarrabias. Su esposa Marion lo anima para que se una a un coro local que, desde luego, no tiene nada de convencional, con canciones subidas de tono como la de "Hablemos de sexo". Como se deteriora la salud de Marion, Arthur está dispuesto a complacer a su esposa moribunda e incluso se compromete a tomar su lugar en el coro. La experiencia de Arthur en este nuevo entorno social lo llevará a un viaje de autodescubrimiento y a descongelar su amargura, cualidades que necesitará en su transición inminente a la vida sin Marion. A pesar de la oposición de su hijo James (Christopher Ecclestone), la directora del mismo (interpretada por Gemma Arterton) intentará convencer al hombre para que forme parte de su grupo y, de esta forma, aprenda a aprovechar lo bueno de la vida. Poco a poco,encontrará que las mejores armas para enfrentarse a los momentos más oscuros que se le vienen encima son la música y el amor de los que le rodean. Éste será el comienzo de una aventura que le llevará por senderos no planeados y le mostrará con claridad la cara alegre de la vida. Todo ello gracias a la magnífica y carismática directora del grupo, la dinámica Elizabeth, un auténtico torbellino de alegría que se contrapondrá con el mal humor habitual del anciano. Esto también le ayudará a restaurar la relación con su hijo James, que se encontraba en un punto muerto tras años de desencuentros.
Una canción para Marion fue nominada a tres premios de Mejor Actor, Mejor Guión y Mejor Actriz de Reparto - en los British Independent Film Awards 2012.
Se trata de una película con un excelente quión y una cuidada interpretación de actores británicos de primera talla. Es cierto que es una historia lacrimógena, pero conjuga bien con muchos guiños a la sonrisa. Sin duda una película recomendable, sensible y llena de ternura que se agradece.
http://www.youtube.com/watch?v=zjKXmy9GQfA