CITA A CIEGAS- ¿Qué fue lo que vimos nosotros y qué ocurrió verdaderamente?

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--- ¿QUÉ FUE LO QUE VIMOS NOSOTROS?---
Se dirigía al lugar con una extraña sensación. Pudo echar mano de su reproductor de música para distraerse de su ansiedad, pero no lo hizo.
Al acercarse al lugar convenido, sus pasos se iban acelerando, al igual que los latidos de su corazón. Tuvo que aminorar la marcha, si no, llegaría antes de tiempo demostrando claramente unas ansias descontroladas y no, debía aparentar descuido y tranquilidad. Se paró en la acera disimuladamente para dejar pasar a un veloz y atosigante transeúnte que llevaba pisándole los talones desde hacía un buen rato.
Miró distraídamente un escaparate y siguió su marcha más pausadamente... Se acercaba al lugar convenido. Miró el reloj, aún era pronto. Resolvió callejear por la sombra, así haría tiempo. Se arregló el pelo colocándose una cinta azul turquesa: la señal distintiva. Al rato volvió a mirar el reloj. Ya no era tan pronto. Apretó el paso porque llegaba tarde, con lo que el corazón también se le aceleró. A pocos metros del lugar convenido se paró en seco antes de doblar la esquina, inspeccionó visualmente la zona e  hizo una mueca de desagrado.
"Desapareció tras la puerta de un bar y nunca más se volvió a saber de ella."
---¿QUÉ OCURRIÓ VERDADERAMENTE?---
Se dirigía al lugar con una extraña sensación. Pudo echar mano de su reproductor de música para distraerse de su ansiedad, pero no lo hizo.
Al acercarse al lugar convenido, sus pasos se iban acelerando, al igual que sus latidos del corazón. Tuvo que aminorar la marcha, si no, llegaría antes de tiempo demostrando claramente unas ansias descontroladas y no, debía aparentar descuido y tranquilidad. Se paró en la acera disimuladamente para dejar pasar a un veloz y atosigante transeúnte que llevaba pisándole los talones desde hacía un buen rato.
Miró aparentando distracción un escaparate y siguió su marcha más pausadamente... Se acercaba al lugar convenido. Miró el reloj, aún era pronto. Resolvió callejear por la sombra, y regresar a la tienda cuyo escaparate había estado observado anteriormente con tanta atención, así haría tiempo,cuando llegó, se arregló el pelo colocándose una cinta azul turquesa: la señal distintiva. y compró un hábito, un rosario y un maletín. Al rato volvió a mirar el reloj. Ya no era tan pronto. Apretó el paso porque llegaba tarde, con lo que el corazón también se le aceleró. A pocos metros del lugar convenido se paró en seco antes de doblar la esquina, inspeccionó visualmente la zona e hizo una mueca de desagrado distinguiendo al veloz y atosigante transeúnte de antes esperando impaciente con un sombrero turquesa en la cabeza: la señal distintiva...
Sin vacilar se metió en un bar, fue al servicio, guardó sus pertenencias dentro del maletín, se puso el hábito, agarró el rosario, compró una botella de agua y bebió un trago.  
Después, cruzó la calle decididamente y se perdió entre lo concurrido del centro.
"Su cita esperaba a una chica interesante y con ganas de pasarlo bien, pero ella, por ser carnaval, se había convertido de pronto, en una monjita solitaria y recatada."