"
—Estoy avergonzada —dijo Susana, y Dora sintió como el corazón, al caer, le manchaba los pies, que hoy llevaban sus botas favoritas de cuero y tacón—.""Sus dedos caen al suelo, largas piezas de porcelana recubierta de piel sintética, que se quiebran al chocar contra el mármol."
"Al arrancar el Mini Cooper de Laura se había esfumado el palacio de nubes en el aire, el castillo de naipes etéreos que Fran había construido con delicada persistencia."
(Lectores aéreos. Gabriella Campbell)