Revista 100% Verde

Citius Altius, Mentiri

Por Cooliflower

Olimpiadas diarias, Julio de 2012. Levantamiento de jarra, comentario en terraza veraniega. Varón de unos 45 años que corre maratones por todo el mundo, hace larguísimas rutas en bici, y aún le sobra tiempo para sorber cerveza helada. Habría escalado el Everest con zapatos de tacón, si en la zapatería tuvieran su número (eso no lo dice él, lo pienso yo):

Citius Altius, Mentiri
 “¿Así que te gusta leer…? A mí también. Tengo una biblioteca de 6.000 libros y me los he leído todos”. Con mala educación güasaperiana, saco el móvil y tiro de calculadora. Pongamos que el gachó empezó a leer, en serio, con 9 años. Incluyo Teo en la granja y El Pirata Garrapata entre los libros contabilizables. Se ha leído 14 libros por mes sin renunciar a su trabajo, vida social ni excursiones all around the world… muérete (otra vez) de envidia, Isaac Asimov. Asiento, pensando que en mis mejores momentos, con mucho tiempo libre, he leído un par de libros por semana. Me sentiría acomplejado, si no tuviera la seguridad de que el comentario es una mentira del tamaño de la frente (y la tontería), de Luis de Guindos. Callo y sonrío, y me siento cómplice de su fantasmada por guardar silencio. Otra ronda, por favor.

Londres 2012, olimpiadas. Una adolescente china de 16 años, promesa de la natación, rompe records mundiales y rebaja varios segundos sus mejores registros. En apenas unos meses, ha atravesado la barrera de la alta competición para llegar al Olimpo de los semidioses; es capaz de ser más rápida que la élite de la natación masculina. Que sepamos, nunca ha estado expuesta a una sobredosis de rayos gamma, ni se encuentra en las escuela del profesor Charles Xavier. El reloj de la evolución lleva unos miles de años parado pero, ¿qué decir? Nos gustan los héroes y las heroínas, aunque sean niños y les arruinemos la vida. Callamos y sonreímos. Y nos sentimos partícipes de la fantasmada por guardar silencio. Si la chica fallece joven, de muerte “natural”, a lo Florence Griffith, sonreiremos menos. La chinita muerta perderá la chispa.


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