Hoy te escribo conectada a Internet, desde mi computadora, trabajando desde casa, un café o quizás alguna oficina. Uso distintos programas y sistemas para cumplir con mi trabajo y lograr que llegue a vos, que estas del otro lado, en algún lugar del mundo, en algún otro momento, con una realidad distinta a la mía, eso seguro.
Algo nos une. Es este mundo digital, este espacio virtual que usamos pero quizás todavía no logramos terminar de comprender porqué funciona como funciona. Y no importa, porque lo aceptamos, como un avance de la tecnología que impacta en nuestro día a día. En el tuyo, en el mio.
Seguramente no ingresaremos a los mismos sitios, como tampoco viviremos o iremos a los mismos barrios o cafés. No se si compartiremos redes sociales, asi como tampoco compartimos el club del barrio, o quizás sí. Cuando entramos a YouTube, cada una va a elegir ver aquello que mas le gusta, será una serie, un corto, un video educativo, lo que quiera.
Ambas somos ciudadanas digitales, que estamos inmersas en un espacio que tiene sus reglas, sus códigos. Donde cada espacio es diferente del otro, donde lo que esta bien en un lugar, cae mal en el otro. Y día a día vamos aprendiendo. Vamos recorriendo, entrando, saliendo de lugares no tan lindos. Vemos que hay cosas que no nos gustan, y descubrimos que accedemos a otras que nos enamoran.
Ser ciudadanos significa que tenemos derechos, pero también obligaciones. Que nuestro derecho termina donde empieza el derecho del otro. Que el de al lado importa. Que las reglas están para cumplirlas, para que la convivencia sea mejor para todos, y no solo para pocos.
En el mundo digital es igual. Una mamaconectada, no solo tiene que enseñar a sus hijos a ser buenos ciudadanos en el mundo real, en ese tangible que conocemos bien, donde sabemos los qué, los cómo, los cuando. Tenemos una dobla tarea, aprender, para enseñar. Entender, para explicar. No es fácil, ya lo sé. Y para sumarle complejidad es dinámico, vertiginosamente dinámico.
Por eso necesitamos un cambio de actitud frente a los chicos. Necesitamos entender que la tecnología llego para quedarse, que así como no ayuda a nosotras, también los ayuda a ellos, pero que los chicos nos necesitan, que no pueden aprender solos los criterios, las reglas, los usos de la tecnología, más allá que sepan qué botón apretar en un segundo.
Acá estamos, para tratar de llevarte todo esto nuevo, de manera simple, coloquial. Queremos responder tus dudas, tus inquietudes, esas consultas que le haces a la almohada.