Ciudades de papel

En su último año de secundaria, Quentin, un desastre en popularidad y en asuntos del corazón, se reencuentra con su vecina, la legendaria, inalcanzable y enigmática Margo Roth Spiegelman, quien se presenta en su habitación en mitad de la noche para proponerle que la acompañe en un plan de venganza inaudito contra todos aquellos que les han hecho daño a lo largo de su adolescencia. Después de esa intensa noche que parece sellar un nuevo destino para ambos, Margo desaparece. Quentin está convencido de que la chica le ha dejado a él, y solo a él, las claves para encontrarla.

Gracias a Penguin Random House por el ejemplar.
Sí, ya sé, no me miren mal. Sé que siempre digo que me llevo mal con la escritura de John Green (y con él en su totalidad, supongo), pero que sigo leyendo sus libros. Y es que estoy intentando encontrar alguno que rompa la regla tácita que parece sobrevolar todas las historias de este autor como una niebla, esa idea de filosofía barata que te intenta meter en el cerebro. 
Lo gracioso es que este no fue la excepción a la regla, para nada. Al contrario, prácticamente te habla directamente de esa filosofía naïve y hipster que parece tenés que aceptar para que te gusten los libros de John Green. 
Intenten no matarme si leen el resto de la reseña. Y si leen un par de malas palabras sepan disculpar.John Green para mí (para mí es igual a mi opinión) no es un autor digno de idolatrar y ni nada fuera de lo común. Aunque TFIOS me gustó un poco, aún así él jamás me cerró. Intenté ver sus videos y leer sus "blogs" en su web... pero es imposible. No termina de caerme bien la forma en que quiere compartir la forma en la que piensa.

La gente dice que los amigos no se destruyen entre sí.¿Qué sabe la gente de los amigos?«Game Shows Touch Our Lives»,THE MOUNTAIN GOATS

Sé que su forma de escribir es ésta y que yo no lo voy a cambiar con una reseña. Y también sé que ésa es una de las razones por la que vendió millones de ejemplares y ganó millones de fans. Aún así no termino de quererlo como autor, y este libro fue un menjunje de metáforas pedorras, más allá de la trama completamente irreal y de los personajes tan irritantes. 
Estoy harta de que quiera comprar a los lectores con esas reflexiones "profundas" (que en realidad no lo son) y que por eso deje tantos cabos sueltos a lo largo de toda la historia. Deja totalmente de lado el mensaje de la historia y el desarrollo "correcto" de los personajes para atender a esas metáforas y esos pensamientos como si le fuera la vida en ello. Y los personajes y las historias incompletas me molestan muchísimo.

A Margo siempre le gustaron los misterios. Y teniendo en cuenta todo lo que sucedió después, nunca dejaré de pensar que quizá le gustaban tanto los misterios que se convirtió en uno.

Los personajes son muy irritantes. Creo que John Green erró al poner a un personaje como Margo en el lugar de heroína y espíritu libre. No sé exactamente qué le pasará a él por la cabeza, pero para mí quedó bastante claro que es una persona egocéntrica, ególatra, mentalmente inestable, con problemas psicológicos, quizás psiquiátricos, y de personalidad. Creó un personaje que se caga en su familia y en sus amigos porque es un "espíritu libre" y tiene que "vivir la vida", y no me parece para nada sano.

Irse es muy duro... hasta que te vas. Entonces es lo más sencillo del mundo.

No me parece sano tener a Margo de personaje principal, y mucho menos tenerla como sabia metafórica: es enfermizo. Ni hablar de sus padres, que me parecieron pésimos y con una falta de autoridad terrible. 

Siempre creí que había que ser importante para tener enemigos. Por ejemplo: históricamente, Alemania tuvo más enemigos que Luxemburgo. Margo Roth Spiegelman era Alemania. Y Gran Bretaña. Y Estados Unidos. Y la Rusia de los zares. Yo soy Luxemburgo. Me siento por ahí, vigilo ovejas y canto canciones tirolesas.

Creo que el principal error es haber narrado el libro desde la perspectiva de Quentin, que es un imbécil. Si a Margo se la planteara como un personaje que necesita ayuda profesional entonces no estaría tan en contra de ella; el problema es que se la describe desde lo que piensa Q, que es un total error.

-Espera, ¿tú por qué lo odias?
-No dije que lo odie. Dije que es un llorón de mierda.
-Pero siempre fuiste a su amiga.
O al menos yo pensaba que era su amiga.
-Sí, bueno, era amiga de mucha gente -me contestó.

Quentin es un personaje que se niega rotundamente a ver la verdadera esencia de la gente porque está muy ocupado viendo a las personas como él quiere que sean... y como él quiere ser en realidad. Él pretende tener una personalidad parecida a la de Margo, y en cierto punto lo logra: se caga en su familia y en sus amigos, arrastrándolos a un laberinto de búsqueda de alguien que no se lo merece y haciéndoles perder momentos muy importantes de su último año de secundaria.

OMNICTIONARIAN96: Q, mañana, pasado mañana, el día siguiente y todos los días que me quedan de vida estaré encantado de participar en tu investigación. Pero tengo novia. Quiere que el baile de graduación sea bonito. Yo también quiero que el baile de graduación sea bonito. No es culpa mía que Margo Roth Spiegelman no quisiera que nuestro baile de graduación sea bonito.

La idea de rescatar a Margo fue una excusa bobísima para experimentar con el roadtrip; eso es lo que saqué de este libro.
Los únicos personajes que me gustaron y divirtieron son Lace, Radar y Ben; Ruthie me pareció la única verdadera víctima (¡y cuerda!) de la familia de Margo. El resto está perdido en su propio mundo de fantasía personal-ególatra; "estamos muy heridos y cansados para buscar a nuestra propia hija" IDIOTAS. Me molestttttttta la percepción que John evidentemente tiene de una familia. O tiene una familia totalmente disfuncional o está demasiado ocupado con sus metáforas y reflexiones como para escribir una historia como la gente. Por el amor de Dios.
Lo que sí le admito al autor es que el humor ácido y picante de sus personajes secundarios (Radar y Ben, Isaac) hace que sus libros sean un poco más llevaderos y divertidos. Ese doble sentido que tienen es buenísimo.

Por lo que a mí respecta, tengo que preguntarle al herido dónde tiene la herida, porque no puedo convertirme en el herido. El único herido que puedo ser es yo mismo.

Para terminar, su forma de escribir no me disgusta, porque a pesar de que no te guste el libro hace que lo pases rápido y que tu lectura se mueva a pesar de todo. No es para nada difícil de leer, y eso se los agradezco. Eso y las citas.
No sé. Veré con El teorema Katherine. Quizás sea el último que me anime a leer de él.
Obvio que conocen a John Green, pero ¿lo leyeron? ¿Les gustó o comparten algo de todo lo que dije acá? ¡Quiero escuchar sus opiniones!
PD: creo que es una de las reseñas más largas que hice en mi vida.