Ciudades verdes y 5 retos para hacerlas realidad

La última vez que visité mi caótica Caracas, suspiré maravillada una vez más ante la imagen del Ávila -la montaña de casi 2800 metros que corona la ciudad- y los árboles que, inmensos, saltan de las esquinas. Ya no recordaba que Caracas era tan verde. Hoy, además de su gente, añoro ese verde intenso que te golpea los ojos y que en Barcelona no encuentro en ningún lugar. Pero, ¿es a eso a lo que nos referimos cuando hablamos de ciudades verdes?

Hoy se inaugura la Semana Verde 2018 que organiza la Comisión Europea, este año bajo el lema Ciudades verdes para un futuro más verde. Cuando nos pidieron nuestra colaboración desde la organización del evento, lo primero que me vino a la mente fue esa nostalgia del verde perdido. Pero sé que cuando la Comisión Europea habla de  “ciudades verdes”, no se refiere solo a árboles hermosos. Habla de ciudades que son buenos lugares que habitar, para trabajar, para movernos; de espacios amables con el medioambiente y con todos los que formamos parte de él; de ciudades saludables en lo que a calidad del aire, nivel de ruido, gestión de residuos, uso de agua y conservación de espacios naturales se refiere.

Conseguir esas ciudades verdes, desde luego, requiere un compromiso por parte de las administraciones de todos los niveles.¿Recuerdas este post en el que hablábamos de la ciudad de Hamburgo? Por eso, durante esta semana la Comisión Europea revisará las políticas ambientales que están trabajando por hacerlas una  realidad, y buscará vías para darles impulso a lo largo y ancho del continente.

Sin embargo, también hace falta que nosotros, quienes habitamos, usamos y vivimos estas ciudades, contribuyamos día a día, incorporando distintos retos que nos ayuden a que nuestras propias vidas sean un poco más sostenibles. Porque somos parte de la ecuación. Por eso te propongo cinco retos que puedes trabajar desde hoy para hacer que tu ciudad sea cada día más verde:

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1. Muévete de forma sostenible.

Sabemos que necesitamos respirar para vivir, pero parece que olvidamos que la calidad del aire está relacionada directamente con nuestra salud. De hecho, la Organización Mundial de la Salud calcula que cada año mueren unos 7 millones de personas de  forma prematura por enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica (enfermedades respiratorias, cardiovasculares, neurológicas, inmunológicas e incluso cáncer).

En el caso del Área Metropolitana de Barcelona, la principal causa de contaminación es el tránsito de coches privados. Además, ya sabemos que la quema de combustibles fósiles es la principal causa del cambio climático.

Por eso el primer reto que te propongo para ayudar a conseguir esas ciudades más verdes es cambiar el coche particular por otras alternativas más sostenibles. Por ejemplo:

• Camina. Es saludable, gratis y no necesitas nada más que calzado cómodo. Disfruta del camino, sonríe a la vida, descubre nuevas perspectivas de tu ciudad.
• Saca la bici. Es más eficiente para distancias cortas y medias: llegarás antes. Además, igual que caminar, te ayudará a mantenerte en forma. Si tienes una bici cogiendo polvo en el trastero, ponla a rodar y si no tienes, busca alguna -seguro que puedes conseguir algo de segunda mano por un buen precio.
• Muévete en transporte público. Soy más de bici, pero me encanta hacer largos trayectos en transporte público con un buen libro en la mano. Algo importante cuando el tiempo libre es un bien tan escaso. De hecho, el transporte público me brinda un punto de relax, porque solo tengo que dejarme llevar sin preocuparte demasiado por nada.
  Pero eso no es todo. Además, es el transporte más seguro (el índice de accidentes de tránsito en transporte público es mucho menor), ocupa menos espacio urbano (entre un 20 y un 50% menos que un coche privado), consume menos energía y produce menos emisiones de gases de efecto invernadero que movernos en nuestro propio coche. Esto por enumerar solo algunas razones para escoger esta alternativa.
• Comparte el coche. Puede que no tengas la buena suerte de tener buenos enlaces entre tu trabajo y tu casa. En ese caso, entonces una buena alternativa es compartir el coche para reducir el impacto ambiental de tu ruta. Si viajan dos en el coche, la huella se reduce a la mitad. Si viajan cuatro, a la cuarta parte. Y también se reduce el coste del trayecto. En este post encontrarás un repaso de distintas alternativas de coche compartido disponibles en España.

2. Bebe agua de grifo

Cada vez bebemos más agua embotellada. En España, el consumo de agua embotellada se sitúa en una media de casi 61 litros por persona al año, y la cifra no para de subir, a pesar de que la mayor parte de las personas que vivimos en Europa tenemos acceso a agua potable, y cada vez se facilita más el acceso agua de calidad en los hogares europeos.

Ciudades verdes. Agua de grifo

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Las razones para pasarnos al agua de grifo, sobran, pero aquí van algunas:

• El negocio del agua embotellada contribuye con un sistema que especula con un recurso indispensable para la vida.
• Amenaza el derecho al acceso universal al agua, tanto para el consumo humano como para el cultivo de alimentos, puesto que contribuye a que se agoten las fuentes de aguas subterráneas a costa del bolsillo de unos pocos. La escasez de agua afecta al menos al 11% de la población europea, así que también es importante intentar ahorrar agua en el hogar.
• El agua embotellada tiene un huella de CO2 hasta 600 veces mayor que el agua de grifo,
• A pesar de que en España no para de subir el precio del agua corriente, el agua embotellada puede ser hasta 500 veces más cara que la de grifo. Según datos de la Comisión Europea, reducir el consumo de agua embotellada puede suponer un ahorro de más de 600$ al año.
• Aunque, debido a la contaminación global, el agua de grifo puede contener restos de nitratos, metales pesados que proceden de las tuberías y hasta microplásticos, el agua embotellada no es más saludable. En aguas embotelladas se han encontrado bacterias como la legionella o el estafilococo, así como ftalatos y también otros disruptores hormonales que provienen del plástico.
• Ya sabemos que el plástico es uno de los más graves problemas ambientales de nuestros tiempos. Y sí, el agua embotellada viene en plástico. Pero de esto hablaremos más en el siguiente punto.

La solución es fácil, Cómprate una buena botella reutilizable para el agua, y llévala contigo llenita de agua de grifo, vayas donde vayas.

Si te sucede como me pasa a mí, que no puedes con el sabor del agua de grifo de tu casa, instálate un buen filtro. Como siempre me pedís datos sobre esto, aprovecho para recomendar una alternativa accesible, que he tenido el gusto de testear, y que tiene atrás un proyecto hermoso que sé que puedo recomendar tranquilamente: el filtro de carbón Tapp Watter, producido en España.

3 Apúntate al movimiento residuo cero

Europa se ha planteado el objetivo de que en el año 2025 se recicle el 55% de los residuos municipales, en el 2030 el 60% y en el 2035, el 65%. Además, para el año 2035, solo podrá llegar a los vertederos el 10% de los residuos municipales. Para lograr a estos objetivos, además políticas y logística municipal, hace falta muchísimo compromiso ciudadano.

Ciudades verdes. Vida residuo cero

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Por eso te invitamos a poner el foco, desde ya, en el objetivo personal de producir cada vez menos residuos.

Puedes hacer mucho desde casa:

• Compra a granel y evita los envases siempre que sea posible. Huye, sobre todo, de la fruta envasada, ya sea comprando sin bolsas de ningún tipo o usando bolsas reutilizables para frutas y hortalizas, y únete a la campaña Desnuda la fruta, que está dando la vuelta al mundo.
• Di no a las pajitas desechables y, si tanto te gustan, apúntate a las pajitas reutilizables.
• Que tu próximo cepillo de dientes no sea de plástico. Escoge un cepillo de dientes más ecológico, por ejemplo, un cepillo de dientes de bambú.
• ¡Recupera los residuos orgánicos! Si en tu ciudad hay un sistema de recogida selectiva de residuos, siempre puedes hacer uso de él. Si no es el caso, aunque vivas en un pequeño piso, puedes compostar en casa.
• Repasa esta lista con los mejores consejos para una vida zero waste e identifica otros cambios que puedes empezar a incorporar. Encontrarás consejos relacionados con alimentación, cosmética, limpieza del hogar y más.

4 Si quieres ciudades verdes, pon verde en tu vida

Barcelona tiene oficialmente más de 3600 hectáreas de áreas verdes, que suponen el 35,5% de la superficie municipal. Sin embargo, solo el 30% de estas áreas verdes (poco más de mil) son realmente públicas y urbanas.

Ciudades verdes Huerto urbano

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¿Qué podemos hacer los ciudadanos en un contexto como este, en el que es tan difícil ganarle al cemento? Aunque parezca que tenemos las manos atadas, podemos actuar en muchos niveles:

• ¡Móntate un huerto! Sigue estos 5 consejos para empezar un huerto en casa, y comienza a disfrutar de alimentos fruto de tu propio trabajo. ¡Aunque sea solo con hierbas aromáticas para comenzar!
• Convierte la azotea de tu edificio en un jardín. Tal vez puedes animar a tus vecinos a plantar en la azotea comunitaria. Las azoteas verdes ayudan a regular la temperatura del edificio (tanto en verano como en invierno), pueden daros alimentos, ayudan a ahorrar dinero y contribuyen con esas ciudades verdes que necesitamos.
• Apúntete a un huerto urbano comunitario. Probablemente haya alguno cerca de tu casa y si no es el caso, pero tal vez puedes impulsarlo a través de la asociación de vecinos en algún solar abandonado, en una escuela o en algún espacio público. En este artículo encontrarás referencias de huertos comunitarios en Madrid, Málaga, Vitoria, Valencia y Sevilla. En Barcelona hay una red de huertos urbanos dirigida a personas mayores de 65 años que funciona por sorteo, así como otras iniciativas como el el huerto Forat de la Vergonya, el huerto del Clot o ConnectHort por hablar de algunas iniciativas que conozco personalmente.

5. Comparte e intercambia

Compramos más cosas de las que podemos utilizar y es un desperdicio de recursos y de dinero, que finalmente se traduce en residuos innecesarios. Un completo sinsentido y para lograr las ciudades verdes que merecemos, tenemos que darle la vuelta a esto.

Lendi. Plataforma de consumo colaborativo en Barcelona

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Parte de la solución está en compartir en lugar de poseer. Una nueva forma de ver el mundo y un nuevo modelo de consumo que es mejor para el planeta, es mejor para nuestro bolsillo y es socialmente más rico. ¿De qué estoy hablando? De la economía colaborativa, pero aquella con un perfil social. Veamos algunos ejemplos:

• Intercambia ropa. Puedes organizar tu propia una fiesta intercambio de ropa o asistir a alguna que se celebre cerca de tu casa para renovar tu armario y poner a circular lo que no aprovechas como debe ser. Pasaréis un rato divertido, ahorraréis y saldréis con cosas lindas y con historia.
• Pide prestado a tus amigos y vecinos aquello que necesitas, en lugar de comprarlo. La aplicación Lendi App te ayuda a pedir prestadas cosas entre personas que viven relativamente cerca.  La iniciativa nace en Barcelona y al momento de publicar este artículo, están en plena campaña de crowdfunding. ¡Dales una mano!
• Busca un dueño a aquello que no usas: regálalo, prestado, véndelo, pero ¡no lo tires!. Es mucho mejor que lo aproveche otro.
• Intercambia tu casa por vacaciones y conoce nuevos destinos mientras creas lazos.

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Estos cinco retos, que en realidad contienen cada uno infinitas posibilidades, están inspirados en cinco compromisos ciudadanos que propone la Semana Verde. Desde la web del encuentro, podrás escoger uno de estos compromisos y mostrarlo en tu foto de perfil de las redes sociales. Un pequeño gesto que sirve de altavoz a tu esfuerzo personal. Porque como siempre te digo, si salpimientas tus gestos privados con un poco de activismo hecho a tu medida, el efecto será mucho mayor.

Si te ha gustado este post sobre todo lo que podemos hacer para lograr unas ciudades más verdes que ha patrocinado la Semana Verde 2018 de la Unión Europea, compártelo en tus redes sociales con el hashtag oficial de la semana, #EUGreenWeek.