Revista Cultura y Ocio

Clarice Lispector. "La pasión según G. H."

Publicado el 05 noviembre 2019 por Juancarlos53

Llegué a Clarice Lispector , la escritora de origen ucraniano afincada en Brasil a donde sus padres emigraron en 1922 cuando ella sólo contaba dos años de edad, gracias a los elogios que mi amiga Lorena hace de la autora en su blog " El pájaro verde". Movido por la total confianza que me merecen sus opiniones y recomendaciones busqué en mi ciudad, en la biblioteca pública que frecuento, algo que no fuera muy extenso para así iniciarme en esta ucraniana de nombre portugués. Así es como tomé en mis manos esta obra, "La pasión según G. H.", un librito de sólo 152 páginas.

Clarice Lispector.

He leído este libro en sólo tres tardes y esto quizás haya hecho que no haya podido penetrar en muchas de sus calidades. En general mientras lo leía me recordaba esas antiguas películas de Ingmar Bergman en las que el individuo se autoanalizaba en su comportamiento y en su necesidad de encontrar algo superior que lo salvase o al menos justificase su existencia. La verdad es que pienso que el macrocosmos estético de pensamiento en ambos creadores cuyas obras fueron realizadas en las mismas fechas es bastante similar. Si miramos sus biografías observaremos que son los años 50 y 60 del siglo pasado cuando cada uno de ellos saca a la luz varias de sus producciones artísticas. Leyendo "La pasión según G. H." (1963) no podía por menos que recordar la cara de sorpresa e incomprensión que tras salir de la sala de cine lucíamos muchos de los que acabábamos de contemplar el sufrimiento de los personajes bergmanianos de "El manantial de la doncella" (1959), "Fresas salvajes" (1957) o "El séptimo sello" (1956). Por fechas y temática introspectiva presente en la novela de Lispector creo que fácilmente Bergman podría estar entre sus fuentes de inspiración.

De modo semejante a los seres torturados del director sueco aquí el personaje de la novela, la escultora G. H., acomodada mujer de un barrio de Rio de Janeiro, una vez que decide entrar en la habitación de la criada que acaba de despedirse de su domicilio, inicia un ejercicio de introspección que nace de la contemplación de una cucaracha, un ser tenido por ínfimo pero anterior a casi todo lo que existe en el mundo. G. H., narradora y protagonista, triza al odiado insecto con la puerta del armario y la hediondez resultante de la excrecencia blanco amarillenta que a ratos va supurando su cabeza y que ella acabará devorando la induce a repensarse y a buscar el sentido de su existencia. Más o menos ese pensamiento hace que indague si un ser es él individualizado o si un ser incluye en sí mismo a todos los anteriores como él e incluso a los que vendrán; por esto también la muerte es tema importante, aunque no más que otros estadios de la vida. Luego en un ejercicio propio de una literatura imbuida de ascesis y misticismo la narradora en 1ª persona que dialoga con ella misma desdoblándose en un 'tú' comienza a intuir verdades o revelaciones que apenas si logra explicar más que mediante paradojas, antítesis o el recurso frecuente del oxímoron. De manera natural este proceso dialéctico la lleva a una idea de Dios, pero sobre todo a la necesidad de la existencia de la pasión como 'elan vital', y esa pasión en su caso -que seguramente no es otro, claro es, que el de Clarice Lispector- se vierte en un instrumento esencial y fundamental: el lenguaje.


La forma
Entiendo que lo que hace importante esta obra, más que el tema, -la búsqueda de la propia identidad del ser que viene a hallarla en la plena despersonalización-, es la poeticidad de que Clarice Lispector impregna todo el relato. La poeticidad formal y temática son más que evidentes. He aquí en pág. 40 una muestra formal: " Antes de comprender, mi corazón encaneció como encanecen los cabellos ". Y quizás también está: " Era una cucaracha tan vieja como las salamandras, las quimeras, los grifos y los leviatanes. Era tan antigua como una leyenda. ", en pág 48

La hilazon entre capítulos se realiza mediante la repetición al inicio del siguiente de la última frase aparecida en el anterior. Esto crea la sensación de progreso dialéctico lógico y de segura trabazón entre las ideas presentadas.

También ha llamado mi atención el empleo de un vocabulario peculiar, arcaico o rural, pero muy, muy, sonoro y contundente: ' escriños' (cajas hechas de paja o mimbre), ' inextricable' [" inextricable de mí misma ", pág 44]...

Como ya he dicho, leyendo esta ¿novela? me parecía estar ante un escritor místico que, por ser experiencia desconocida, no sabe cómo expresar lo que siente más que a través del oxímoron, la paradoja, la antítesis y la negación o su contrario de lo que hace nada ha afirmado:

    • "No sé si entiendo lo que digo, estoy sintiendo; y desconfío mucho del sentir, pues no es más que uno de los modos de ser. Sin embargo, atravesaré el calor sofocante estupefacto que se hincha de nada, y tendré que comprender lo neutro con el sentir. " (pág 87)
    • "La alegría de perderse es una alegría de sabbat. Perderse es un peligroso hallarse. " (pág 89)
    • "Recuerda que todo esto acontecía estando yo despierta inmovilizada por la luz del día, y la verdad de un sueño estaba sucediendo sin la anestesia de la noche. Duerme conmigo despierto, pues sólo así conocerás mi gran sueño y sabrás lo que es el desierto vivo. " (pág 90)

Clarice Lispector.

En cuanto a la poeticidad temática sin duda alguna el asunto de esta novela tiene mucho de kafkiano: un ser -ella, G. H.- aprisionada en una habitación donde una cucaracha a la que acaba de estrujar le hace reencontrarse con la Naturaleza, el mundo, salir de ella misma e ingresar en el mundo. Es una poeticidad metafísica, filosófica. Los límites de la novela se deshacen como los relojes blandos dalinianos cayendo lentamente en el ensayo.

La narradora reflexiona sobre la preexistencia del ser desde tiempos inmemoriales hasta llegar a esta G H. que reza la dirección impresa en unas maletas. Uno es todas las vidas anteriores que no son sino etapas siendo la muerte una etapa más tan solo. Se identifica ella con esa cucaracha inmemorial. Como la de Kafka -pero en sentido contrario- ella se está metamorfoseando en su ser anterior, está saliendo de sí misma camino de la verdad preexistente:

"veía, con fascinación y espanto, los trozos de mis ropas podridas de momia caer secas al suelo, y asistía a mi transformación de crisálida en larva húmeda, las alas, poco a poco, se encogían chamuscadas. Y un brillante vientre todo nuevo y hecho para la tierra, un vientre nuevo renacía. ", pág 63

También introduce la autora en su narración la metaliteratura, cuando realiza el relato del propio hacer el relato. En ese momento la frontera entre narradora y escritora también se diluye de manera análoga a la disolución antes citada de los límites entre géneros literarios:

"¡Ah, qué cansada estoy! Mi deseo ahora sería interrumpir todo esto insertar en este difícil relato, por pura diversión y descanso, una historia estupenda que hoy un día de estos a propósito de por qué se separó una pareja. ¡Ah, conozco tantas historias interesantes! Y también podría, para descansar, hablar de tragedias. Conozco tragedias " (pág 70).

Frases reseñables de este libro :

    • "Sí la 'verdad' fuese aquello que puedo entender, terminaría siendo tan solo una verdad

      Clarice Lispector.

      pequeña, de mi tamaño. La verdad tiene que estar exactamente en lo que jamás podré comprender. Y, más tarde, ¿sería capaz de comprenderme ulteriormente. No sé.
      " (pág. 97)
    • "Soledad es tener solamente el destino humano " (pág. 148)
    • "Ser es ser más allá de lo humano. Ser hombre no es más que una vicisitud, ser hombre ha sido una compulsión. Lo desconocido nos aguarda, pero siento que eso desconocido es una totalizacion y que será la verdadera humanización que ansiamos. ¿Estoy hablando de la muerte? No, de la vida. No es un estado de felicidad, es un estado de contacto." [...] "Cuando se comprende a fondo el vivir, uno se pregunta: pero ¿era sólo esto? Y la respuesta es: no es sólo esto, es exactamente esto. " (pág 150)
    • "Quien se percibe por la despersonalización reconocerá al otro bajo cualquier disfraz: el primer paso en relación con el otro es hallar en uno mismo al hombre de todos los hombres. Toda mujer es la mujer de todas las mujeres, todo hombre es el hombre de todos los hombres, y cada uno de ellos podría presentarse dondequiera que se juzgue al hombre ." (pág. 151)

Para finalizar
De siempre he sabido y constatado en mí mismo que la obra artística -literaria en este caso- puede resultar insatisfactoria para quien la degusta por alguno de estos dos motivos principales: uno por resultar ínfimo su nivel estético y no responder a las exigencias del lector; el otro, por todo lo contrario, o sea, porque la creación artística supere a su catador. Quizás éste haya sido mi caso respecto a"La pasión según G.H.", obra que según la mayoría de críticos y especialistas en la Obra de Clarice Lispector es tenida por su obra maestra. Razón de más, pues, para flagelarme y hacer propósito de la enmienda respecto a la brasileña fallecida en Río de Janeiro en 1977 con sólo 57 años: volveré a insistir en ella, no desfalleceré, volveré a su literatura porque aun en mi pequeñez atisbo en ella altas calidades que, quizás, no haya comprendido o digerido como debiera.

Clarice Lispector.


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