Título: Claudia Autora: Miriam Dubini Editorial: Montena Año de publicación: 2013 Páginas: 207 ISBN: 9788415580416
El pasado lunes 8 de abril recibí un correo electrónico de la editorial Montena en el que me presentaban Claudia, una novela de la escritora italiana Miriam Dubini con la que se inicia una serie de literatura juvenil. Aunque a mis 28 años ya no soy tan joven, siempre me han gustado estas historias. Así que acepté la propuesta de la editorial, que muy amablemente me envió el libro a casa el día 12, por lo que desde aquí les doy las gracias.
Esta es la sinopsis del libro: El problema es que en dos minutos no puede suceder nada realmente importante, ¿verdad? Es imposible que Claudia, la esquiva amante de las bicicletas, pueda en tan poco tiempo creer en el amor. Eso son bobadas. Tampoco es probable que la chica nueva, Emma, logre que ella y Lucia se conviertan en sus mejores amigas. Son, sencillamente, polos opuestos. Sin embargo, Anselmo necesita solo diez segundos para hacerla caer de la bicicleta... y detenerle el corazón con una mirada. Pero, ¿quién es en realidad ese chico que persigue el viento por las enrevesadas calles de Roma? Por la portada, por el escenario y, sobre todo, por la sinopsis, esta historia me recordó a las de Federico Moccia, que me encantan, así que me animé a leer el libro nada más recibirlo. Es cierto que me ha durado solo tres días, pero también es verdad que apenas tiene 200 páginas. No me ha disgustado, pero ni mucho menos me ha entusiasmado... Por desgracia, me he dado cuenta de que, al menos en lo que a literatura se refiere, ya no soy tan joven como creía... Aun así, recomiendo esta novela y esta serie a los lectores más jóvenes, creo que es una historia que puede enganchar ya que trata temas muy diversos con los que es fácil sentirse identificado: las relaciones entre madres e hijas, la amistad, el primer amor, la delincuencia... La protagonista de esta serie es Claudia, una joven de trece años que lleva botas militares y monta en bici de carreras para huir en cuanto alguien empieza a hablar de amor. Bueno, de amor, de amistad, de familia y casi de cualquier cosa. Es solitaria, rebelde, está enfadada con el mundo en general y con Serena, su madre, en particular. Las dos viven solas y mantienen una relación de amor-odio, más de odio que de amor, la verdad. Claudia tampoco quiere saber nada de sus compañeras de clase. No le gusta ir de compras, hablar de chicos ni nada que les gusta a las chicas de su edad. Lo único que le apasiona es montar en bici. Una tarde, mientras pasea por Roma, Claudia conoce a Anselmo, con quien comparte su pasión por pedalear por la ciudad, aunque él lo hace de otra forma: persiguiendo el viento. Anselmo es un joven igual de solitario y, además, misterioso. Trabaja con Guido, su padre, en la cicloficina, un cuchitril en el que reparan bicicletas ayudados por su amigo Chagall. Las arreglan y las decoran en medio de un ambiente con música clásica, muebles antiguos y un almacén lleno de paquetes y sobres. Anselmo, montado en su bicicleta, es el encargado de entregarlos a sus destinatarios, pero solo cuando llega el instante adecuado para crear momentos perfectos. Cuando el viento es justo el preciso. Pero, ¿qué son esos paquetes y esos sobres? ¿Qué contienen? ¿De dónde han salido? ¿Quiénes son sus destinatarios? Todo esto es lo que quieren averiguar Claudia y sus compañeras de colegio Lucia, una niña ilusa, soñadora, tímida e infantil y Emma, la chica nueva de la clase, que viaja por medio mundo con sus padres y parece que es la que más sabe, especialmente de los chicos, y siempre tiene un plan preparado para todo. No quiero desvelaros nada más de la trama, tan solo adelantaros que al final no ha sido una novela tan del estilo de Moccia como esperaba, más bien creo que es como una mezcla entre el estilo de Federico Moccia y el de Cecelia Ahern, especialmente en su novela Un lugar llamado aquí. En definitiva, esta es una novela muy recomendable para los lectores más jóvenes, a los que invito a conocer a Claudia y a acompañarla a ella, a sus amigas y a sus enemigos, que también los hay, por las calles de Roma. Pero eso sí, en bici. Si te interesa el libro puede encontrarlo aquí.