¿Han oído hablar de los hombres-libro? Sí, esa gente de la que habló Ray Bradbury, que vivían en una sociedad en la que los bomberos se dedicaban a quemar libros y, para salvar los textos, su único recurso era aprenderselos de memoria para después recitarlos en reuniones secretas. Yo he conocido a gente que practica eso, pero más como homenaje personal a la literatura que como una necesidad. Hoy podemos almacenar miles de libros en nuestras computadoras y leerlos cuando nos place. Lo malo es que cada vez se hace menos. La gente no se concentra en lo que lee, sino que atiende a los mil reclamos constantes de los nuevos aparatos. ¿Cuando fue la última vez que se sentaron tranquilamente a leer un buen libro, con el ordenador, la tablet y el móvil apagados? Bueno, yo les propongo una pequeña revolución, una revolución mucho más modesta que la de Ray Bradbury, la revolución de los hombres-estantería, hombres y mujeres que leen y que son incapaces de aprenderse de memoria el texto, pero les queda un poso del mismo que llevan en su interior, como si de los anaqueles de una estantería se tratara, con los títulos bien visibles y el mensaje del libro interiorizado. Yo conozco a muchos-hombres estantería y a algunos hombres-biblioteca. Cuanto más tiempo dediquen a la lectura serena, más se llenarán sus anaqueles.
En los clubes de lectura de este mes, hay bastantes ausencias, por la cercanía de las fiestas navideñas, pero hay otros que siguen tan activos como siempre.
En el club de lectura de la Biblioteca Provincial, de nuevo recurrimos al gran Benito Pérez Galdós, con un libro que es como una metáfora de las dos Españas: Doña Perfecta.
En el club de lectura de la Biblioteca Cristóbal Cuevas, tenemos el gusto de recibir a un autor de éxito. Nos acompañará Jacinto Muñoz Rengel para hablar de su última creación, El libro de los pequeños milagros.
En el club de lectura de Más Libros Libres, un encuentro con una muy peculiar novela histórica, en torno al genio Leonardo Da Vinci: La sonrisa de la Gioconda, de Luis Racionero.
En el club de lectura "Encuentro con los clásicos", de la Biblioteca de Arroyo de la Miel, uno de los indispesables de la literatura de todos los tiempos: Jorge Luis Borges y sus cuentos reunidos en El Aleph.
En el club de lectura del Ateneo, extensión Torremolinos, conmemoran el año Camus con su obra más emblemática, una de las primeras que escribió, El extranjero.
En el club de lectura de la Biblioteca de El Palo, una novela de la ganadora del premio Pulitzer, la escritora realista Willa Cather: Una dama extraviada.
Y, pasando a la relación entre cine y literatura, tres propuestas: en el ciclo que organizo en la Biblioteca Cristóbal Cuevas, Up in the air, de Jason Reitman, una de las propuestas cinematográficas más estimulantes de los últimos años (y no lo digo por George Clooney) por su fino análisis de las consecuencias de la crisis en el eslabón más débil de la cadena productiva: los trabajadores. En el Ateneo, en consonancia con la lectura elegida para noviembre, se ofrece la adaptación cinematográfica de La muerte en Venecia, de Luchino Visconti. Y en la Biblioteca Dámaso Alonso, en Ciudad Jardín, una película que tengo muchísimas ganas de volver a ver: El fuego y la palabra, de Richard Brooks, en torno a un predicador y sus engaños.
Cuando vaya conociendo nuevas propuestas, las tendrán puntualmente en la columna de la derecha. ¡Felices lecturas!