Revista Música
Estás en tu Camaro en una carretera desértica con el volumen en 11. De un momento a otro golpeas algo y se revienta una llanta delantera. Acabas de atropellar un perro. Llegas justo a una gasolinera y un hombre con sombrero de paja y palillo entre los dientes se te acerca. Te da un poco de asco los restos de comida mezclados con sudor de su camiseta y sus dientes de oro.
Mientras él arregla los desperfectos ves como una morocha despampanante observa tus movimientos. Usa botas, camisa de cuadros y un pequeño short de jeans. Le haces una señal y entran al bar de al lado.
La cerveza se calienta al minuto y entra el sheriff por las puertas revolventes. Se da cuenta que estas siendo cariñoso con la morocha y te increpa. Resulta que es su mujer. Vuelan las botellas y te das cuenta de que debes salir de ese maldito lugar. Ya arreglaron la llanta. Vuelves nuevamente a la carretera y cuando ya estás lo suficientemente lejos como para sentirte seguro te das cuenta que no echaste gasolina.
Estás en la mitad de la nada, tendrás que caminar bajo el incesante sol y rezar para que los cuervos hambrientos no te devoren.
esta reseña no sé si tiene algo que ver con el disco pero qué carajo importa eso??