Revista Medio Ambiente

Co-creando hábitos

Por Valedeoro @valedeoro
Por ValeDeOro

despertar o no

Crear un nuevo hábito o alterar un hábito ya existente es un reto. Por definición los hábitos son comportamientos automatizados que no requieren ninguna intervención consciente en su proceso de decisión. Al piloto automático le importa poco si estás de acuerdo o no con la rutina diaria.

Querer no siempre es poder

Quieres levantarte más temprano. Quieres empezar a correr. Quieres comer más sano. Quieres aprender a meditar. Decides un plan de acción y con toda la ilusión del mundo emprendes tu camino hacia tu nuevo hábito. Si consigues persistir durante dos o tres meses, se habrá automatizado. El problema es llegar a estos tres meses.

El primer día te levantas con toda la ilusión del mundo. El segundo día también. Al día cuatro ya le das al botón de “snooze” tu despertador. Y a la semana te das cuenta que has vuelto a tu mal hábito. Parece que los hábitos son más fuertes que la fuerza de voluntad.

La fuerza de la solidaridad

Si la fuerza de la voluntad no te da los resultados deseados, puedes apoyarte en otra cualidad que tienes: tu posibilidad de ayudar a otras personas. Combinando tus ganas de cambiar con la solidaridad genera un coctél poderoso que te hará saltar de la cama por las mañanas. O casi.

El motivo por el cual funciona es muy simple: si te comprometes en público a hacer o dejar de algo, es más probable que lo hagas. Y si este público además es una amiga que quiere hacer lo mismo, el compromiso es todavía mayor. Los grupos de apoyo para perder peso, los deportes en grupo, los partidos, todo funciona de esta forma: los integrantes del grupo velan los unos por los otros.

¿A quién puedes ayudar hoy?

Si quieres empezar a levantarte más temprano, por ejemplo para meditar por las mañanas, para tener tiempo de ir a correr antes del trabajo o para disfrutar de un desayuno más lento y más consciente, búscate una amiga que tenga el mismo objetivo. Le puedes ofrecer que tú la llamarás todas las mañanas a una hora determinada para despertarla. Y de este modo, sin ningún esfuerzo habrás cambiado el enfoque.

Ahora tienes un compromiso. Y si lo combinas con unos pequeños cambios de tu entorno tendrás una herramienta poderosa para cambiar tus propios hábitos. Deja tu móvil en la sala de tu comedor y prepara tu Refri-Avena (http://facildedigerir.com/2013/03/refri-avena/) para el desayuno. Así cuando te levantes para hacer la llamada ya estarás a medio camino para empezar bien el día.

Ánimate a animar a los demás.


Volver a la Portada de Logo Paperblog