Me encantó la presentación y sobre todo su ingrediente principal, la remolacha.
A Jordi no le gusta nada la combinación dulce-salado, así que prescindí de algunos ingredientes y añadí otros.
El resultado fue una tarta 'diferente', ideal para las personas que huyen de tomar carne y se decantan por verduras y pescado.
A ver qué te parece...
♥2 remolachas grandes cocidas
♥1 cucharadita de tomillo
♥brotes verdes (para decorar)
- Corta la remolacha a rodajas y por la mitad de estas, y deja sobre un colador para que suelte el exceso de líquido.
- Aparte, sofríe la cebolla con un poco de sal hasta que esté bien pochada. (Le di un toque de color con un poco de líquido de remolacha).
- Cuando tengas hecha la cebolla, añade el atún junto con el tomillo y la pimienta.
- Saltea unos minutos y retira del fuego. Deja que temple sobre un colador para que suelte el líquido de la cocción.
- Corta la manzana en gajos.
- Coloca la placa de masa quebrada sobre un molde que habrás untado con spray antiadherente o un poco de aceite vegetal.
- Pincha con un tenedor toda la masa.
- Añade sobre la masa el revuelto de la sartén. Si hubiera soltado líquido, retíralo antes.
- Coloca en forma de corona un gajo de manzana y seguidamente otro de remolacha, así hasta cubrir la base de los bordes.
- Finalmente, coloca gajos de remolacha y manzana en el centro de la tarta para darle forma de flor.
- Espolvorea un poco de tomillo por toda la tarta y coloca trozos de queso brie sobre ella.
- Hornea 200ºC unos 25 MINUTOS.
- Retira del horno y añade unas semillas de granada por encima. Acompaña con ensalada.
☺Esta tarta se romperá al cortarla, no te preocupes es normal ya que su base es muy fina.