Revista Cultura y Ocio

Cocaine Socialism – Pulp

Publicado el 22 febrero 2017 por Srhelvetica

Entrada nº 608: nada de particular, aunque un poco (solo un poquito) más emocionante si descontamos las entradas dedicadas a listas y descubrimos que esta que sigue es la canción número 600 de las aquí publicadas. ¡Caramba, seiscientos textos sobre seiscientas canciones, quién lo iba a decir! Y sí, supongo que lo suyo es conmemorarlo como la cosa se merece: mucho me temo que nada podrá evitar la canción con la que celebro la superviviencia de esta renqueante bitácora sea, una vez más, una canción de Pulp.

Ningún fan que se precie de la banda de Sheffield desconoce esta “Cocaine Socialism” relegada en una extraña maniobra a la segunda división de la discografía del grupo, y me aventuraría a asegurar que (al  menos, es lo que tengo constatado entre los incondicionales de la banda con los que tengo trato) ninguno de esos fans situaría “Glory Days” (la versión definitiva de la canción, con otra letra, finalmente incluida dentro de “This Is Hardcore“) por encima de esta primera versión, quizá poco sutil en su posicionamiento pero desde luego mucho más contundente en lo sonoro.

Vayamos por partes. A mediados de la década de los 90 empezaba a darse una cierta connivencia entre el nuevo laborismo (la llamada “tercera vía”) que encarnaba Tony Blair y cierta camada de cachorros del brit-pop capaz de compatibilizar (no les estoy juzgando por ello, lo cual no quita para que fuera algo constatable) actitud working class y escandalosas cuentas corrientes. Nada nuevo, desde luego (aquí también hubo en los 70 y 80 unos cuantos cantautores de los de un puño en alto y en la otra mano el volante de un Ferrari), y en cierta forma una alianza lógica entre un partido necesitado de ofrecer un perfil atractivo ante los votantes más jovenes de su país y un movimiento (el de la “cool britannia“) que no se cansaba de presentarse/venderse como lo más importante que había ocurrido en la historia de la música de la humanidad desde los Beatles.

La cuestión es que, un año antes de que “Cocaine Socialism” fuera publicada como cara-b del sencillo de “A Little Soul“, tuvieron lugar los hechos a los que precisamente se refieren los versos que abren el tema: I thought that you were joking / when you said: “I want to see you / to discuss your contribution / to the future of our nation’s heart and soul / Six o’clock, my place, Whitehall. NO, no es una metáfora ni tampoco una anotación histórica, pero sí una musicalización de lo sucedido: parte de la estrategia con la que el equipo de Blair trata de vender el nuevo laborismo incluía presentar al futuro premier británico como un tipo enrollado que se juntaba con la gente del momento. Eso incluía a los hermanos Gallagher (quienes realmente visitaron Downing Street), Damon Albarn, y , cómo no, Jarvis Cocker, algo así como el tipo más cool del universo en ese momento. Además, la actitud proletaria que parecía intuirse en algunas de las letras del celebradísimo “Different Class” (¿un ídolo de masas que hace un himno invitando a los inadaptados a tomar las calles? ¡ese es nuestro hombre!) inclinaron a pensar a los politicos que no sería complicado contar con el apoyo de Cocker a la causa de la izquierda… Lo cierto es que la militancia (que innegablemente existía) del líder de Pulp tenía sus límites, y uno de ellos -por lo que se ve- era prestarse a una burda instrumentalización por parte de los poderes políticos en auge, de modo que cuando fue contactado por un funcionario del partido laborista para dar alguna clase de respaldo a la candidatura que pretendía acabar con 18 años de gobierno conservador, su primera reacción fue de sorpresa, la segunda la de declinar el ofrecimiento, y la tercera (o la cuarta, o la que fuera) escribir esta canción.

“El socialismo cocainómano parecía ser el paso lógico después del socialismo de champán”, escribiría más tarde Cocker, y ciertamente esa hiriente asociación de las dos palabras ejemplificaba perfectamente la denuncia de cierto socialismo más interesado en rozar el poder que en servir al pueblo al que decían representar. La lectura musical que hizo Jarvis de aquel ofrecimiento deja poco lugar a dudas respecto al modo -hostil- con que fue por él recibido: “Well you sing about common people / and the mis-shapes and the mis-fits / So can you bring them to my party  (nótese el doble significado de “party“: fiesta pero también, partido) / and get them all to sniff this / And all I’m really saying / is come on and rock the vote for me / All I’m really saying / is come on, roll up that note for me“. Una cosa esa que Jarvis Cocker prefiriera votar a los laboristas frente a otras opciones, y otra muy distinta que el hombre que había puesto a la “Common People” en la primera fila (y que en cierta forma había sido propulsado a la fama mundial por aquella) estuviera ahora dispuesto a dejarse retratar junto a un Blair sonriente.

Cuando la canción fue finalmente publicada (como decíamos, en calidad de pista de acompañamiento a la pista titular) en junio de 1998, Tony Blair ya llevaba más de un año siendo primer ministro de su país,  Jarvis Cocker había vertido algunas críticas acerca de su labor en  una entrevista en el número de marzo del NME, y aún así la beligerancia de su letra pilló por sorpresa al partido en el poder. El propio Jarvis trataría de aclarar las cosas, unos años después: Siempre he votado por el Partido Laborista, pero en aquel momento no estaba preparado para usar mi posición de esa manera. No lo veía apropiado, de la misma manera que no me parecía apropiado que Tony Blair apareciera dando premios en los Brits, y cosas por el estilo. Aquello apestaba, era todo tan ‘Hey, chicos, estoy de moda’.

¿Por qué si las cosas estaban tan claras no fue incluida la canción en EL DISCO QUE TODO EL MUNDO ESTABA ESPERANDO? En cierto modo, cabría suponer que para un letrista tan agudo como Cocker no resultaba sencillo lidiar con unos versos que tienen mucho de calentón y que se alejaban de la precisión quirúrgica que acostumbraba a demostrar  en su retrato de la sociedad británica de aquel momento, y sin embargo no es difícil imaginar que tampoco sería sencillo reemplazar aquellos duros derechazos al establishment por el retrato, más amable y en cierta forma redundante, de sus días post-“Common People“. Cuando fue interrogado directamente al respecto de la cuestión del cambio de letra, la respuesta que dio muestra a un Cocker no del todo conforme con la decisión tomada: “La verdad es que me escaqueé. Fue todo un poco raro… supongo que fue completamente egoísta, por mi parte. Porque la cancion estaba escrita antes de que Blair gobernara, y sé que pensé ‘Oh, no quiero que la gente deje de votar a los laboristas, es más, de hecho me gustaría que lo hicieran…’ Guardé en un cajón todo aquello, y reescribí la canción como “Glory Days“, un tema que en realidad no iba sobre nada… visto con perspectiva, creo que probablemente deberíamos haber sido más audaces y haberla sacado así, porque tal y como luego fueron las cosas, resultó ser bastante.. presciente”

No fue el único cambio, en realidad. Por el camino se quedaron también unos vientos colosales y unos coros femeninos que hacen que la pista finalmente incluida en el disco parezca la hermana enfermita de la versión primigenia, nada que desde luego no pudiera arreglar la posterior publicación del tema. Le disculpamos a Jarvis la omisión (menuda chorrada, a Jarvis le perdonaría hasta el estribillo de “The Night That Minnie Temperley Died“, y mira que le tengo manía) y rábanos, le agradecemos que aunque fuera en la poco favorecedora forma de cara-b, nos permitiera disfrutar de una de las mejores (¡y menos conocidas!) canciones de su legendaria banda… ¡Nos vemos dentro de 100 canciones, Jarvis! 😉

I thought that you were joking / When you said “I want to see you
To discuss your contribution / To the future of our nation’s heart and soul
Six o’clock, my place, Whitehall” / Well I arrived just after seven
But you said “It doesn’t matter” / “I understand your situation
And your image, and I’m flattered / Oh and I’d just like to tell you
That I love all of your albums / Could you sign this for my daughter?
She’s in hospital, her name is Miriam / Now get down to the gist:
Do you want a line of this? / Are you a (sniff) / socialist?”
“Doin’ fine, yeah! / Buzzin’ all the time / Just one hit / And I feel great
And I support / The welfare state / Oh, you must be socialist
‘Cos you’re always off out on the piss / In your private member’s bar
Oh yes you are / Yer superstar / Well you sing about common people
And the mis-shapes and the misfits / So can you bring them to my party
And get them all to sniff this? / And all I’m really saying
Is come on and rock the vote for me / All I’m really saying
Is come on roll up that note for me / The gist of all of this is
Do you want hits or d’you want misses? / Are you a socialist, yeah
Socialist, yeah / Socialist, yeah / Oh yeah”
“Yeah, you can be just what you want to be
Just as long as you don’t try to compete with me
And we’ve waited such a long time
For the chance to help our own kind, so now
Please come on and tow the party line / Oh you owe it to yourself
Don’t think of anybody else / And we promise we won’t tell
Oh we won’t tell, and we won’t sell” / No we won’t / No we won’t
No we won’t / I know you won’t tell

Anuncios Publicado en: Canciones EscondidasEtiquetado: 1998, A Little Soul, Pop, Pulp, This Is HardcoreEnlace permanente1 comentario

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