En tres estados de los Estados Unidos (Florida, Nevada y California) ya se permite circular a coches sin conductor. El modelo que ha creado Google es posiblemente el más conocido, aunque no le falta competencia.
Varias de las grandes casas de automóviles estudian como automatizar
la experiencia de sentarse al volante; si no de forma completa al menos
en alguna de sus manifestaciones más molestas, como aparcar o circular
en condiciones climatológicas adversas.
Es una carrera que está despertando el interés de la industria de la
electrónica y la informática, no sólo de los fabricantes de automóviles.
Esta pasada semana Intel, conocida por sus procesadores, mostró en
San Francisco algunos de los proyectos de investigación y desarrollo en
los que trabaja junto a varias universidades estadounidenses.
Tres de esos proyectos tenían que ver de forma directa con la seguridad vial, dos de ellas con nuevos faros 'inteligentes' capaces de mejorar la seguridad y evitar muchos de los accidentes en carretera.
Justin Rattner, responsable de tecnología de la
compañía de Santa Clara, dedicó buena parte del discurso inaugural de
las jornadas ha hablar sobre unos faros desarrollados en los
laboratorios de Intel y capaces de ver a través de la lluvia y la nieve,
eliminando el reflejo característico que se produce por la noche al
circular en las gotas de lluvia o los copos de nieve. "Este tipo de tecnología podría ayudar a prevenir más de 800.000 accidentes y 3.000 muertes en carretera al año", asegura Rattner.
Otro de los faros inteligentes presentados permite enviar información codificada en rápidos pulsos de luz imperceptibles
para los conductores pero que es posible captar a través de una cámara
instalada en la parte frontal del vehículo. Estos pulsos pueden
comunicar al coche posterior que tiene intención de frenar o girar y alertar así al conductor del otro vehículo, mejorando su tiempo de respuesta.
Por último, un pequeño sensor del tamaño de sello capaz de medir el nivel de actividad cerebral
podría ser utilizado como indicador del nivel de atención del
conductor, al alertar al usuario si baja el nivel de concentración al
volante o si empieza a notar síntomas de cansancio.
Estos proyectos han tomado el lugar que antes ocupaban, por ejemplo,
la carga inalámbrica de dispositivos de electrónica de consumo o nuevos
sistemas de transferencia de datos entre ordenadores.
Ahora los laboratorios de las grandes compañías están más interesados en buscar soluciones a problemas como la visualización de la creciente cantidad de datos de los que disponemos o cómo crear entornos en los que sea fácil colaborar en una era dominada por los dispositivos personales, como el móvil o la tableta.
"Hemos dejado atrás esos vídeos del futuro en el que todo el mundo
tiene el pelo perfectamente arreglado y las calles de las ciudades son
inmaculadas y ahora estamos centrándonos en problemas cotidianos y en la experiencia del usuario", asegura Steve Brown, futurista de Intel.
Fuente: elmundo
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