En la receta de hoy os explicaré como elaborar este plato que, seguro, sorprenderá al que lo pruebe. La mezcla tiene un sabor diferente y entretenido, combinando el sabor del bacon con el del salmón (o trucha), lo que lo hace genial para el que no le chiste demasiado el pescado o para variar un poco el como prepararlo. ¿Tienes el delantal listo? Pues empezamos.
Antes de nada, la lista de ingredientes:
- Una trucha salmonada (o salmón cortado en lomos).
- Bacon (depende del tamaño de la trucha).
- Un par de tomates.
- Aceite de oliva.
Lo primero que debemos hacer es limpiar el pescado. Si compramos el salmón o trucha entera, deberemos quitarle la tripa, la cabeza y las escamas. Limpiamos bien y lo reservamos. Ponemos a calentar el horno a 250ºC.
En una bandeja de horno ponemos un poco de aceite, para que no se peguen las cosas. A continuación, cortamos en rodajas los tomates y los ponemos en el fondo de la bandeja. Ponemos una capa de bacon por encima o antes del tomate (a mi me gusta más por abajo).
Si la trucha es entera, rellenamos la zona de la tripa con algo de bacon. Si no, colocamos el filete o lomo con la piel hacia abajo y, por encima, cubrimos con bacon (como si fuese una especie de lasaña).
Ahora, metemos la bandeja o fuente en el horno, bajamos la temperatura a unos 180-200ºC y esperamos una media hora (depende el horno y de la temperatura). Si el horno no calienta mucho, es mejor dejarlo más tiempo que poner más calor, para que no se queme el bacon.
Cuando el bacon se empiece a tostar, apagamos el horno o, si os gusta el bacon muy crujiente, ponemos el grill para terminar de tostarlo y listo.
Como guarnición, un arroz preparado con caldo de pescado le va bien o un puré de patatas, por comer algún hidrato de carbono.