¿Qué es lo peor que puede pasar si pintamos una cocina vieja de color rosa, que no nos guste el resultado? Tiene fácil solución, estaréis de acuerdo con nosotros ¿no?
Hay veces que no tenemos hogares más alegres y especiales, porque no nos atrevemos y eso que, como veis, la solución si nos equivocamos es bien sencilla, se vuelve a pintar encima o se quita lo puesto y listo.
¿A que es mona esta cocina? con los muebles rosas y su suelo de damero… Como ya tiene una edad, pintar encima la verdad es que no es tanto riesgo, ni problema. Su dueña ha sido valiente y se ha lanzado a la piscina con este atrevido e inusual, dándole alegría a la habitación y ese aire 50’s tan dulce, que tanto nos gusta.
Ahora podemos encontrar en el mercado pintura para todo absolutamente, así que, no tengáis miedo, si el presupuesto no os alcanza para renovar de arriba a abajo la cocina o el cuarto de baño, podéis cambiar con pintura muebles, baldosas o incluso suelos, con una mano de imprimación y el color que más os guste después, tendréis cocina nueva y renovada para una buena temporada.
No os perdáis el resto del tour de este piso sueco de 54.5 m² que es una monería total. ¡Feliz lunes!
Vía: Kvarteret Mäkleri