Revista Infancia

Cocinar con peques

Por Sleticias
Imagen Últimamente por la parrilla televisiva existen multitud de reality shows que convierten el acto de cocinar en fuente de tensiones, competiciones, envidias… pero realmente cocinar es una actividad con mucha capacidad liberadora, permite que los pensamientos se centren en una tarea estructurada y mantiene nuestra mente concentrada alejándola de ideas recurrentes generadoras de tensión. Cuando nos centramos en la tarea, todas las preocupaciones laborales, personales, económicas,… tienden a desaparecer, focalizamos nuestra atención en los pasos y fases a realizar para la elaboración de la receta bloqueando el acceso de otros asuntos a nuestra mente.
La cocina nos permite además desarrollar nuestra creatividad, aprender a solucionar pequeños problemas y requiere organización mental.
A cocinar se aprende desde pequeño, es un conocimiento que heredamos de nuestras familias. Muchos hemos crecido como “pinches de cocina” de nuestros padres y así comenzábamos a reconocer ingredientes, texturas, sabores…
Cocinar con nuestros hijos puede cumplir, por lo tanto, una función de aprendizaje, y nos servirá para fortalecer vínculos con ellos. En este caso hay que decir que su capacidad relajante puede verse afectada,  pero la parte lúdica nos compensará.
Mi pequeño se vuelve loco cuando le pido ayuda para pelar huevos duros o dar vueltas a la comida en su olla (bajo mi atenta mirada).
Os recomiendo buscar un momento en el que dispongáis de tiempo, que estéis tranquilos y en el que no nos preocupe lo que puedan manchar o mancharse.
Una sencilla receta en la que los niños desde muy pequeños  pueden participar activamente son:
Las galletas de mantequilla

Ingredientes:
200gr mantequilla de las de taco
140gr de azúcar glasé
Una cucharadita de café de esencia de vainilla
1 yema de huevo
300gr de harina
-Dejar la mantequilla en un bol a temperatura ambiente durante al menos 10 minutos porque si no es imposible amasarla.
- Una vez esté un poco blandita añadir el azúcar, la esencia de vainilla, la yema del huevo y un poco de la harina. Aquí nuestros ayudantes comienzan su labor, manos arremangadas y al bol, a mezclar y amasar.
 Disfrutarán de lo lindo estrujando la masa, dejando que se les cuele entre los dedos…
- Poco a poco ir añadiendo harina para que se pegue menos y vaya convirtiéndose en una masa como la del pan.
- Una vez que tengáis una bola dejarla enfriar un poco en la nevera.
-  Precalentar el horno a 200 y amasar la bola con un rodillo, cuando la masa esté plana pero un poco gruesa, ya que si no se aplastará en el horno, nuestros pinches pueden volver a ayudarnos con los moldes de formas y como si de plastilina se tratase ahora toca hacer figuras (si no disponéis de moldes de formas pueden hacer bolitas y luego aplastarlas un poco).
- Ponemos un papel de los de horno en la bandeja y vamos colocando las formas de nuestros pequeños artistas, al acabar las metemos al horno bajando la temperatura a 180, ¡ojo! no tardarán mucho en hacerse así que vigilarlas y cuando los bordes comiencen a dorarse las sacamos.
- Dejaremos que se enfríen en la propia bandeja y….

 ¡al ataque!
https://www.youtube.com/watch?v=qNAsRNW1Lmg


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