Hoy vengo a proponerles un juego. Quizá algunos de ustedes recuerden otros similares a los que hemos jugado en ocasiones anteriores, y que, por suerte para mí, les han resultado divertidos e interesantes.
El primer paso es combinar títulos de diversos libros reales para obtener títulos nuevos, que corresponderían, lógicamente, a novelas o relatos imaginarios.
Por ejemplo, si combinásemos El libro de las ilusiones, de Paul Auster, con El paseo, de Robert Walser, obtendríamos "El Paseo de las ilusiones". O si mezcláramos La conjura de los necios, de John Kennedy Toole, con La educación sentimental, de Gustave Flaubert, el resultado sería "La conjura sentimental".
Después, a esos tres libros imaginarios les adjudicaré sendos argumentos, de los cuales dos serán inventados por mí expresamente para esta ocasión, y uno corresponderá a una obra verdadera, existente, de autor reconocido.
Por cierto, ese argumento verdadero no corresponderá a ninguna de las obras mencionadas aquí.
Por último, ustedes, si lo desean, podrán jugar a adivinar cuál de los tres argumentos que les propongo es el real. Se trata simplemente de jugar a adivinar, claro está, no de intentar descubrir a qué obra pertenece el argumento que consideren ustedes real.
Por otro lado, también me gustaría que dijesen ustedes cuál de los tres argumentos es su favorito, porque así veríamos si los inventados por mí resultan verosímiles como para que pudiesen pertenecer a una obra literaria verdadera.
Así pues, aquí van los títulos que he metido en la coctelera y los que han salido de ella después de agitarla convenientemente:
1. En primer lugar, combinando El forastero misterioso, de Mark Twain, con Las mentiras de la noche, de Gesualdo Bufalino, obtuve "El forastero de la noche".
El forastero de la noche podría ser la historia de un niño que está pescando en un río y se encuentra con un hombre muy siniestro. El hombre le dice que tiene mucha hambre y le pide que le dé un pescado. Después de comerse el pescado, el hombre empieza a hablar con el niño y a contarle cosas terribles que lo asustan mucho y lo hacen llorar. Entonces el niño sale corriendo y pierde de vista al desconocido. Cuando le cuenta a su padre lo que ha ocurrido, reconoce que mientras estaba pescando se quedó dormido.
2. En segundo lugar, la mezcla de Risa en la oscuridad, de Vladimir Nabokov y Un año pésimo de John Fante, produjo "Risa en un año pésimo".
Risa en un año pésimo podría ser una novela sobre una joven que abandona su pueblo natal y se traslada a la ciudad para probar suerte en el mundo de la moda. Es muy optimista y está segura de que va a conseguir su sueño, pero al cabo de un año el único trabajo que ha conseguido es un anuncio de televisión de un producto de limpieza. Sin embargo, ha establecido una maravillosa amistad con los dos chicos con los que comparte piso. Ellos son pareja y dueños de un restaurante de comida tradicional. Al ver que como modelo no va a conseguir nada, la joven, que no quiere regresar al pueblo, se plantea buscar otro tipo de trabajo. Entonces ellos le ofrecen trabajo en su restaurante, donde preparará los platos típicos de su pueblo que ha aprendido de su abuela y su madre.
3. Por último, al combinar La mano de la buena fortuna, de Goran Petrovic, con La falsa amante, de Honoré de Balzac, surgió "La mano de la falsa amante".
La mano de la falsa amante podría tratar sobre un hombre que desconfía de su buena suerte. Le va todo muy bien, lleva una vida muy tranquila y nunca ha tenido problemas importantes, y por eso mismo está convencido de que su suerte puede cambiar de repente, como una amante traidora que en cualquier momento dejará de tratarlo tan bien. De este modo, el hombre, en vez de disfrutar de su apacible vida, está siempre intranquilo, siempre temiendo que en cualquier momento la fortuna le inflija un golpe cruel.
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Ya está el juego planteado. Si les apetece jugar, y ojalá que así sea, los espero a ustedes aquí detrás, en el saloncito de los comentarios.