Cohn-Bendit le gana la partida a Besancenot
Publicado el 16 marzo 2010 por Piniella
Francia ha sido siempre un bohemio recuerdo de los jacobinos republicanos españoles. Aprendimos de ellos la Marsellesa, que el vino no era tan malo como nos decían y tantas cosas buenas de su forma mediterránea de vida. Luego llegó Le Pen y empezó a enmarranarlo todo con los magrebíes que eran muy malos y nos venían a quitar los puestos de trabajo de barrendero y así nos quedamos un poco perplejos cuando llegó Sarkozy, con su pivón sorprendente y sus andares aristocrático. Ahora, el otro día, fueron las elecciones francesas, con la sorpresa que Aubry se desmelenaba con un más que aparente nuevo vuelco al panorama del centro-derecha-izquierda, un, dos, tres,... Para colmo le zurramos jugando a la pelota con nuestros chiquillos en calzonas, que le hicieron caerse de su trampolín chovinista, de que lo francés es lo mejor. Pero de todo este batiburrillo de contradiciones yo me he fijado en lo poco que ha durado la alegría en la casa de los anticapitalistas del joven Besancenot. El viejo y experto barricadista Daniel "el rojo", ahora "verde" y centrado, se ha llevado la poca esperanza que teníamos en Europa de una verdadera Izquierda anticapitalista. Parece como si en el fondo tuvieran la razón los que dicen que en Europa seguimos apoltronados en eso de la moderación y que en el fondo sea verdad que estamos viejos y poco dispuestos a cambiar la tortilla, francesa en este caso. Es verdad que el capitalismo hace aguas, que hay mucha gente que lo pasa mal, muy mal, que vive en unidades familiares desestructuradas por el paro y la miseria, pero la realidad nos demuestra, día a día, que los europeos, en su gran mayoría, viven bien, muy bien, y que esa crisis asimétrica sigue afianzada por una burguesía en la que se asume el "virgencita déjame como estoy", más que la esperanza por un Mundo mejor, nos conformamos, en todo caso, con calmar nuestras conciencias con un bañito verde, que los ecologistas moderados de don Daniel han sabido vender muy bien. Y así es la vida. Quizás pueda parecer esto un poco pesimista, pero bien es sabido que sólo en tiempos muy malos pueden llegar cambios profundos, y de esto sabían mucho los Lenin y compañía en la Rusia de 1917. De momento París bien vale una misa, y el capitalismo seguirá campando a sus anchas por los Campos Elíseos. Salud.