Muchos de vosotros/as ya sabéis de mi afición- casi devoción- por los marcapáginas. Durante dos o tres años incluía, al final de cada reseña, la fotografía de uno de ellos, pero decidí- no sé muy bien por qué a decir verdad- dejar esa buena costumbre. Aún así, el número sigue creciendo con nuevas adquisiciones, algunos regalos y a través de los intercambios. En torno a los dos mil puntos de libro de todo tipo, procedencia, estilo, material forman el volumen de la colección. Además de la de puntos de libros, están los libros, por supuesto, y la colección de tazas y mugs- unas treinta debe de haber por casa- pero, como no hay dos sin tres (o tres sin cuatro) no hace mucho he comenzado una nueva. Y es esta la que os traigo hoy: mi recientemente inaugurada colección de tarjetas vintage. Por ahora solo consta de ocho- más bien exigua, como veis, en este momento-pero ya se irá llenando poco a poco.
Sin más, aquí os las dejo. Espero que os gusten. Ah, y ya sabéis por dónde ando...




¡Gracias por compartir!
